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Advierten de peligroso desplome en la calidad del aire en el norte de EE.UU. por incendios forestales en Canadá

Estados como Minnesota, Michigan y Wisconsin emitieron alertas: este tipo de polución aumenta el riesgo de asma, cáncer de pulmón y otras enfermedades pulmonares crónicas. Más de 6.7 millones de acres ya han ardido en 2023, según funcionarios canadienses.

Por Denise Chow y Evan Bush - NBC News

Millones de personas en todo el Medio Oeste de Estados Unidos están bajo condiciones peligrosas en la calidad del aire, a medida que el humo de los incendios forestales en el este de Canadá se extiende sobre la región este lunes.

La niebla ha envuelto el cielo de una amplia franja del país, desde el valle de Ohio hasta el sur de las Carolinas. En el sureste de Minnesota, partes de la península superior de Michigan y más de 60 condados de Wisconsin entraron en vigor avisos sobre la calidad del aire a partir del lunes.

El aumento de la contaminación atmosférica se debe a los incendios forestales que asolan las provincias canadienses de Quebec y Nueva Escocia.

[Por esta razón los incendios forestales en Canadá impactan la calidad del aire en EE.UU.]

“Una franja de humo de los incendios forestales en Quebec seguirá persistiendo a través del centro este y sureste de Minnesota hoy debido a vientos muy ligeros”, tuiteó la Agencia de Control de la Contaminación de Minnesota, añadiendo que la calidad del aire debería mejorar por la tarde a medida que las tormentas eléctricas ayuden a dispersar las partículas de humo del aire.

Canadá está experimentando uno de los peores comienzos de temporada de incendios forestales jamás registrados. Más de 6.7 millones de acres en el país ya han ardido en 2023, informaron funcionarios federales la semana pasada.

Un bombero trabaja para apagar un incendio en Nueva Escocia, Canadá.
Un bombero trabaja para apagar un incendio en Nueva Escocia, Canadá.Gobierno de Nueva Escocia vía AFP / Getty Images

Unas 14,000 personas tuvieron que ser evacuadas y más de 150 incendios siguen activos en la provincia de Quebec, según CBC News. Más al este, en Nueva Escocia, las autoridades declararon este domingo que se controló un incendio forestal, pero que otro, de casi 160 kilómetros cuadrados, seguía ardiendo fuera de control, informó la agencia de noticias The Associated Press.

El humo de los incendios se ha extendido por el noreste de Estados Unidos y se ha asentado en el Medio Oeste en los últimos días. En todas las regiones se emitieron alertas advirtiendo de concentraciones elevadas de contaminación atmosférica, en particular para “grupos sensibles” como niños, personas mayores y pacientes con asma y otras afecciones respiratorias.

[El humo de los inmensos incendios forestales de Canadá afecta el aire en zonas como Nueva York]

La contaminación atmosférica provocada por el humo de incendios forestales es un importante riesgo para la salud que ha empeorado en Estados Unidos. Investigadores de la Universidad de Stanford descubrieron que el número de personas que vivieron al menos un día con una calidad del aire nociva por el humo se multiplicó por 27 en la última década.

Las pequeñas partículas del humo de menos de 2.5 micrómetros de diámetro –aproximadamente el 4% de un cabello humano promedio– preocupan especialmente a investigadores de la calidad del aire.

“Estas partículas son lo bastante pequeñas como para inhalarlas y causar problemas cardiovasculares”, explicó Brett Palm, científico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Boulder en Colorado.

La exposición a este tipo de contaminación puede provocar inflamación y debilitar el sistema inmune, especialmente cuando las diminutas partículas penetran en los pulmones y llegan al torrente sanguíneo. Aumenta el riesgo de sufrir asma, cáncer de pulmón u otras enfermedades pulmonares crónicas, sobre todo en grupos vulnerables como las personas mayores, embarazadas, lactantes y niños. Además podría incrementar el riesgo de enfermedades respiratorias y el aumento de casos de COVID-19 y gripe.

La situación en el Medio Oeste, según Palm, destaca los riesgos a largo plazo de los incendios forestales, sobre todo a medida que el cambio climático crea condiciones más cálidas y secas que aumentan las probabilidades de que se originen e intensifiquen su gravedad.

“En la última década, estos incendios han ido en aumento y cada vez tienen más repercusiones, no sólo donde se originan, sino también a gran distancia en la dirección del viento”, afirmó.

La Agencia de Protección del Medio Ambiente, junto con organismos como la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y la NASA, mantiene un mapa interactivo de datos sobre la calidad del aire llamado AirNow que permite a los usuarios ver la ubicación de los incendios activos y evaluar las condiciones y riesgos locales.