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Un hombre de Colorado gana una fábrica de dulces pero decide rechazar el premio

Andrew Maas, de 39 años, luchó por un año por resolver los acertijos de una búsqueda de tesoros cuyo premio final era una fábrica de caramelos en Florida, una trama parecida a la película de 'Willy Wonka'. Pero en esta ocasión el final fue otro.

Andrew Maas, un padre de familia de 39 años de Colorado, se ganó una fábrica de dulces de 4,000 metros cuadrados en Florida tras resolver el acertijo final de una búsqueda de tesoros y encontrar un collar con un billete dorado enterrado bajo un puente en el estado de Indiana.

Inspirados por la película Willy Wonka y la fábrica de chocolate, David 'Candyman' Klein, creador de la marca de caramelos Jelly Belly y su socia, Stephanie Thirtyacre, escondieron premios en distintos sitios de Estados Unidos y crearon una serie de adivinanzas para que los concursantes las descifraran. 

Al menos 35,000 personas participaron en los eventos en todo el país durante un año y aquellos que seguían las pistas ganaban 5,000 dólares, explicó el diario The Washington Post. 

El premio final se anunció en septiembre y Maas empezó a trabajar en el último acertijo mientras los organizadores revelaban nuevas pistas. 

Basándose en dos de las líneas de la adivinanza encontró referencias al aventurero cazador de tesoros Indiana Jones y a una canción de la banda estadounidense The Beach Boys. Así redujo su búsqueda a Kokomo, Indiana, relató el medio local The Kokomo Tribune.

Tras dar con la última pista el 28 de agosto, compró un vuelo con destino a Indiana y de ahí condujo hasta la ciudad de Kokomo. El tesoro estaba enterrado bajo un puente en Highland Park. Maas lo encontró escarbando la tierra con una vara.

Durante un año al menos 35,000 personas participaron en las búsquedas de tesoros. Algunos ganaron premios de $5,000 al resolver los acertijos.
Durante un año al menos 35,000 personas participaron en las búsquedas de tesoros. Algunos ganaron premios de 5,000 dólares al resolver los acertijos.Atlantide Phototravel / Getty Images

“Después de todo este tiempo, lo había conseguido. Fue tan surrealista. Llevaba un año pensando en esto. Fue una mezcla loca de adrenalina y emoción”, contó Maas.

Registró su hallazgo y unos minutos después recibió la llamada de los organizadores diciéndole que había ganado la fábrica de caramelos. Pero, a diferencia de la famosa película, Maas decidió que no podría mudarse con su familia de Colorado a Florida para dirigir la empresa.

Ahora está negociando un acuerdo en el que recibiría dinero en lugar de las llaves del negocio. 

“Sea lo que sea, estaremos contentos. Es un dinero que no teníamos. La emoción y la aventura fueron la verdadera recompensa”, aseguró. 

Con información de The Washington Post y The Kokomo Tribune.