"¿Quién no quisiera comprar una isla?", soñaba el empresario Marshall Mayer en 2018 con la vista puesta en un islote de 1.2 acres de superficie a 15 minutos en barco de Belice, en el golfo de México.
Bautizada como Coffee Caye, estaba deshabitada, así que Mayer puso en marcha un proyecto para buscar inversores que aportaran pequeñas cantidades de dinero para pagar el alto precio de la isla, según explica la cadena de noticias CNN.
Ahora sueña además con crear su propio país en ese islote.
Para conseguir el dinero para adquirir la isla, el empresario recurrió a una idea que 15 años atrás tuvo uno de sus socios, Gareth Johnson, quien compró el dominio de internet letsbuyanisland.com con el objetivo de reunir fondos para la compra colectiva de un territorio.
Así reunieron 250,000 dólares para adquirir la isla, que les costó finalmente 180,000 dólares más impuestos. Los participantes en la campaña compraron acciones por un valor de 3,250 dólares, a cambio de convertirse en ciudadanos del islote con derecho a voto.
Su intención es declarar la independencia de una nueva nación bautizada como Principado de Islandia, una "democracia" que tiene bandera, himno, día nacional, y un príncipe: Marshall Meyer.
"Planeamos utilizar nuestra isla paradisíaca para promover nuestros ideales de democracia, inclusión y sostenibilidad. Lo haremos de una manera que esté en consonancia con las leyes de nuestra nación anfitriona y las mejore", dice el principado en su página web.
La ciudadanía de esta isla se puede adquirir comprando una especie de membresía. Los socios esperan reunir a 5,000 ciudadanos.
Por las restricciones de viaje debido a la pandemia de coronavirus, el primer recorrido por la isla para sus ciudadanos se retrasó hasta este año: "Es una sensación increíble", dijo a CNN Meyer al describir lo que se siente caminar por su propia isla.
La inspiración del proyecto proviene de otras ideas de micronación como el principado de Sealand en Inglaterra, que fue declarado como nación independiente por sus nuevos propietarios en 1967.
El agente inmobiliario que facilitó la compra de la isla dijo a CNN que los inversores necesitan "equilibrar el medio ambiente con el crecimiento económico" para tener éxito ya que hay muchas áreas naturales protegidas alrededor como manglares que necesitarían de permisos del Gobierno de Belice para ser intervenidas.
La comunidad que ha creado Coffee Caye está formada por viajeros de distintas partes del mundo: "Fue una locura, un salto de fe, pero logramos nuestro objetivo inicial de comprar una isla", dijo Meyer.