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Esta pionera latina venció al cáncer cuando era adolescente. Pero regresó "listo para devorarme desde adentro hacia afuera"

“Yo nací un día que Dios estuvo enfermo", explica Raquel Coronell Uribe en un conmovedor artículo en ‘The Harvard Crimson’, el periódico universitario más antiguo, que ella dirigió.

Por Edwin Flores - NBC News

Raquel Coronell Uribe acababa de celebrar que el cáncer que sufría llevaba cinco años en remisión. Si bien no tenía motivos para creer que la enfermedad regresaría, sentía que estaba “viviendo en un tiempo prestado”.

Recuerda que se sintió inquieta durante el semestre de otoño de 2022, tuvo problemas para asistir a clases y completar sus estudios, dormir y comer lo suficiente, y tenía un dolor agudo en el hombro.

Coronell Uribe concluyó recientemente su histórico mandato como la primera presidenta hispana de The Harvard Crimson, el periódico universitario más antiguo del país, en esa universidad de Boston.

Raquel Coronell Uribe, la primera presidenta hispana del periódico estudiantil The Harvard Crimson.
Raquel Coronell Uribe.María Cristina Uribe vía NBC News

“Estoy realmente honrada de ser la primera presidenta latinx, pero tenemos que asegurarnos de que eso no signifique que soy la última”, dijo en una entrevista en noviembre de 2021, “quiero asegurarme de que esta puerta permanezca abierta para otros”.

Tras un año muy atareado, se suponía que debía quedarse en casa a descansar y disfrutar de las vacaciones de invierno antes de su último semestre como estudiante con especialización en historia y literatura. Pero una visita a su oncólogo confirmó sus sospechas.

Un procedimiento de médula ósea le diagnosticó el regreso de su leucemia, según reveló en un conmovedor ensayo publicado el domingo en The Crimson.

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“La leucemia, que era tan improbable que volviera, regresó con fuerza, liderando un ataque contra mi hasta entonces pacífica médula ósea. Lista para devorarme desde adentro hacia afuera, justo cuando pensé que nunca lo haría”, escribió.

Habiendo sido diagnosticada con la enfermedad a los 16 años, Coronell Uribe describió sus experiencias como una adolescente que crecía con la enfermedad mientras veía a sus amigos “escaparse a fiestas” y ella se tenía que quedar a recibir quimioterapia y debía cambiar su “uniforme escolar por una tosca bata de hospital.”

“Cuando mis compañeros estaban buscando universidades donde podrían pasar los próximos cuatro años, buscando un futuro, yo me preguntaba si tendría uno”, escribió.

Ahora, diagnosticada de nuevo, dijo: “No hay forma de hablar o escribir sobre la enfermedad; ninguna que sea lo suficientemente buena, de cualquier forma. Puedes tratar de describirle el dolor al lector, puedes detallar las batallas de la guerra, pero no puedes mostrarle al lector el dolor mismo".

“No puedes hacerles entender el dolor de tener que pelear una batalla de años contra el cáncer no una sino dos veces antes de cumplir los 25 años”, continuó, “¿cómo llega una a empezar a pensar en estar de luto por sí misma?”.

Su ensayo termina sin una “conclusión ordenada que ofrecer, sin palabras inspiradoras, sin promesas de que ‘todo sucede por una razón’, sin certeza de que después de todo esto, saldré fortalecida”, y concluye refiriéndose a Espergesia, un poema escrito en español por el poeta peruano César Vallejo: “Yo nací un día que Dios estuvo enfermo... Tal vez él también estaba luchando consigo mismo”.