Los tamales, como suele suceder con las mejores cosas de la vida, vienen de todas las formas, sabores y colores: hay alargados, triangulares, redondos, rectangulares; algunos son salados pero también hay dulces; se envuelven con varios tipos de hojas, como las del maíz y las de plátano; y hay de tonos blancos, marrones, pero también existen los de rojo encendido, verdosos y hasta azules.
"Creo que la primera vez que los probé tenía como 2 o 3 años de edad aproximadamente. En México es un platillo tradicional que se come en fechas muy especiales como, por ejemplo, Nochebuena, también en Año Nuevo", explica Arantxa Loizaga, periodista y presentadora de Noticias Telemundo que participó en la más reciente entrega de Platos y Pleitos, un show que reúne a dos invitados para comentar las características y curiosidades de platillos tradicionales de la gastronomía hispana.
El tamal está hecho con masa de harina de maíz que puede rellenarse de carne, pollo, verduras, hongos, salsas u otros ingredientes, y se envuelve en hojas de maíz, plátanos u hoja santa para ser cocido al vapor.
El intenso y delicioso aroma que emana durante su cocción forma parte del ambiente callejero en las ciudades mexicanas donde suelen pulular vendedores ambulantes que los prepara, mientras gritan: "Tamaaaaaaales, calientitos, ya llegaron sus ricos y deliciosos tamales".
"El tamal es como un plato básico pero, a la vez, especial. No hay Nochebuena, Nochevieja, que no tenga el tamal y es un plato que te lleva siempre a un momento familiar", explica José Díaz-Balart, presentador de 'José Díaz-Balart Reports' y 'NBC Nightly News Saturday', dos espacios informativos de MSNBC, además de ser colaborador habitual de Noticias Telemundo, medio en el que trabajó durante más de 12 años.
¿Qué significa la palabra tamal y cuál es su historia?
Tamal proviene del vocablo "tamalli", que significa "envuelto" en náhuatl, y es un alimento de origen precolombino que forma parte de las tradiciones culinarias de las culturas mesoamericanas.
Según diversas fuentes documentales, se cree que comenzaron a prepararse cerca del año 250 a. C. en banquetes festivos realizados por los gobernantes indígenas en los valles centrales del territorio que ahora es México.

Esos primeros tamales ya se preparaban con masa de maíz, salsa de chile y trozos de carne o frijoles, esa mezcla se introducía envolvía con hojas de mazorca y luego se cocinaba al vapor.
A principios del siglo XVI, Bernardino de Sahagún, cronista y religioso español, mencionaba los tamales en su Historia de las cosas de la Nueva España, y especificaba que los pueblos indígenas los rellenaban de frijoles y chile cuando se preparaban en honor al dios jaguar Tezcatlipoca pero, cuando los hacían en honor al dios de fuego llamado Huehuetéotl, los hacían de camarón con chile.

"En el arte maya, dibujan al dios del maíz y, al lado, ponen un tamal porque siempre ha sido un vínculo entre nosotros y los dioses [...] En las comunidades mayas, se ofrecen tamales a los dioses para que llueva y para que se den los cultivos", explica Claudia Alarcón, una antropóloga e investigadora culinaria mexicana, en una entrevista con la AARP.
¿Cuántos tipos de tamales existen en América?
Se estima que en México existen más de 500 tipos de tamales, pero hay muchas variantes en diversos países de Latinoamérica.
"Hay cerca de 400 variedades de tamal en toda América Latina, que se pueden clasificar de diversas maneras. Algunas no contienen maíz, el ingrediente más común, y aunque tradicionalmente su preparación es hogareña, los tiempos actuales la han restringido a ocasiones especiales", explica el académico Luis Alberto Guadarrama, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Autónoma de México.
En el continente americano este platillo recibe otros nombres como "humita", en Perú y Chile; "pamonhas" en Brasil, la "hallaca" venezolana y "guanime" en Puerto Rico, entre otras variantes.
"¿Sabes qué se me vino a la mente ahorita? Los tamales como una conexión multigeneracional, porque ibas a la cocina que era donde estaba la abuela y te daba las instrucciones para poder hacer los tamales", explica Loizaga sobre el arraigo del tamal en la cultura mexicana.
Aunque los tamales sean diminutos como las exquisitas corundas michoacanas o vastos como el zacahuil de la Huasteca (que pesa hasta 50 kilos y puede alimentar hasta 150 personas), este platillo es tan versátil que se adapta a cualquier paladar por la riqueza de sus ingredientes y el exquisito aroma que no deja indiferente a nadie. Además, en cada bocado nos recuerda que formamos parte de esa gran tribu que es Latinoamérica.