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El impacto de la serie de Luis Miguel: culmina la historia, el misterio continúa

Conversamos con dos de los escritores de 'Luis Miguel: la serie' sobre la movida cultural que generó el proyecto de Netflix, y qué nos confirma la tercera y última temporada.

Por José Luis Ávila

Se estrenó la tercera y última temporada de Luis Miguel: la serie, el proyecto producido por Netflix que desde 2016 nos ha contado la vida de una de las figuras más públicas y, al mismo tiempo, más privadas del mundo de la música en español.

Esta tendencia de las biopics que repasan el pasado de los grandes ídolos latinoamericanos alcanzó con Luis Miguel su máxima expresión. Las producciones basadas en la vida de grandes ídolos como Juan Gabriel, José José o la diva del tex-mex, Selena, fueron exitosas, pero ninguna ha tenido la repercusión regional que provocó el seriado inspirado en el Sol de México. Tres temporadas y cinco años después del estreno, desde Argentina hasta Miami, se sigue hablando del tema.  

El actor Diego Boneta en 'Luis Miguel: la serie'.
El actor Diego Boneta en 'Luis Miguel: la serie'.Netflix

“¿Vamos a hacer esa pinche serie bien, nadie va a contar mi historia más que yo”, le dice Luis Miguel a su fiel amigo Miguel Alemán, en el cuarto episodio de esta última temporada, en la que veremos al cantante de Suave lidiar con severos problemas legales y económicos (incluso un intento de arresto), cómo le llega la propuesta de producir una serie sobre su vida, y flashbacks a su década de oro, los dorados años noventa en los que conquistó a toda Iberoamérica con sus discos Romances y tuvo un mediático romance con la mayor vendedora de discos de finales del siglo XX según Billboard: Mariah Carey.

Como si del paradero de la madre del cantante se tratara, los números del proyecto siguen siendo un misterio. Netflix no revela ni el número de espectadores, mercados de mayor éxito o costos de producción.

Aunque el fenómeno causado por la serie ha sido muy bien documentado en redes sociales a través de los miles de memes que circularon en internet, y las búsquedas orgánicas en Google de frases como: ¿Dónde está Marcela?, Mariana Yazbek y el Negro, Quién es Camila Sodi en la serie... Con Luis Miguel pasa lo mismo que con The Crown, la audiencia verifica constantemente los hechos mostrados en la ficción y la identidad real detrás de los personajes. 

“Creo que el éxito se explica en tres elementos claves. Primero, un gancho fortísimo como lo es la nostalgia. Desde el inicio, insistí muchísimo en que tuviéramos referencias que los fans pudieran encontrar en YouTube, como el comercial de Sabritas que Luis Miguel hizo en los años ochenta.

Diego Boneta, a la izquierda, junto con Oscar Jaenada, quien interpreta a Luis Rey, padre del cantante Luis Miguel.
Diego Boneta, a la izquierda, junto con Oscar Jaenada, quien interpreta a Luis Rey, padre del cantante Luis Miguel.Marco Ugarte / AP

La idea era que el espectador viajara en una máquina del tiempo. Segundo, la historia tiene un misterio potentísimo (la desaparición de la madre) y un villano que ni mandado a hacer (Luis Rey, interpretado magistralmente por Óscar Jaenada). La producción también hizo un gran trabajo al escoger a los actores. ¿Quién más podría ser Luis Miguel que Diego Boneta? Ahora mismo no me imagino a otro actor haciendo el personaje”, comenta Daniel Krauze, jefe del cuarto de escritores de la segunda y tercera temporada y uno de los productores ejecutivos del proyecto.

Una serie como Luis Miguel dialoga constantemente con las redes sociales, pero los involucrados en la producción niegan que ciertos episodios de su vida hayan sido narrados para convertirse en memes o hacerse virales en internet.

Cuando en la segunda temporada, el público descubrió que un tema como Hasta que me olvides tiene más que ver con la desaparición de su madre que con una historia de amor, las redes encendieron. De hecho, el cantante abrió su cuenta de TikTok con un video interpretando este clásico de su carrera en concierto. 

“Aquí entiendes lo que diferencia a Luis Miguel de otros cantantes. Cuando lo escuchas sabes que es mucho más que una voz prodigiosa, en su voz hay vida y muerte. Allí están esas grandes heridas”, expresa Karin Valecillos, una de las guionistas claves de la serie durante la segunda y la tercera temporada junto a Krauze, Ana Sofía Clerici, Paulina Barrios, Antón Goenechea, Diego Ayala y Larissa Andrade. 

Las reglas de la ficción

Cuando intentas contar la vida de alguien como Luis Miguel es imposible hacerlo cronológicamente. Los escritores tienen que escoger y dejar muchas cosas por fuera, a pesar de las críticas de los seguidores más fieles que reclaman la presencia de algún evento o personaje. 

“​​A Luis Miguel le pasan cosas insólitas, está en un nivel de estrellato en el que se puede cruzar con Michael Jackson y vivir cosas extraordinarias, pero esos hechos no necesariamente transcurren en el orden que la ficción los necesita. El tiempo de la vida es diferente al de la ficción. A veces necesitas un punto de giro del personaje y cuando revisas su biografía, ese evento ocurrió realmente cinco años después del momento en el que se muestra en la serie. Cuando intentas contar la vida de alguien es imposible hacerlo fidedignamente, siempre tienes que escoger qué cuentas y que no”, explica Valecillos.

Desde la génesis del proyecto, se sabe que el propio Luis Miguel –quien figura como productor ejecutivo– brindó información clave sobre su vida para el desarrollo de los guiones

“Esta dinámica se repitió en la segunda y tercera temporada, pero con menor presencia de Luis Miguel. Con base a las fuentes que hablaron conmigo y a los datos que pudimos cotejar, te puedo afirmar que la tercera temporada es la que menos ficción tiene. Todo tiene un sustento”, asegura Krauze. 

El cantante mexicano Luis Miguel durante un concierto en Ciudad de México, el 21 de febrero de 2018.
El cantante mexicano Luis Miguel durante un concierto en Ciudad de México, el 21 de febrero de 2018. Eduardo Verdugo / AP

Inclusive, uno de los elementos más celebrados de esta última entrega ha sido precisamente la inclusión de la serie dentro de la serie. En este sentido, la trama sobre sus problemas financieros, demandas y declive profesional –incluyendo el tinnitus que le causó aquel accidente durante un concierto en Perú– es cierto. La libertad creativa de la que gozó la producción fue determinante en el éxito de la historia. 

Una resonancia que nos lleva al tema del morbo del espectador detrás de seriados como este. En palabras de la psicoanalista venezolana, Gabriela Reyes, el consumo de las penurias del ídolo o sujeto ideal provoca en el otro un sentimiento de identificación, “él es tan humano como yo”, que a su vez genera cierta ilusión de alcanzarlo. 

Por su parte, análisis como los de la escritora mexicana y catedrática de la Universidad de Houston, Cristina Rivera Garza en Letras Libres, pone en contexto las revelaciones de la serie frente a temas como la violencia de género.

“Luis Miguel atravesó años de tantos éxitos musicales atormentado por la desaparición forzada de su madre, utilizando incluso sus contactos para asegurarse el apoyo del Mossad, la agencia de inteligencia israelí. Pero Luis Miguel, justo como la sociedad que lo entronó, tuvo que batallar con el pacto patriarcal que demandaba, y demanda, silencio (...) Micky, que busca a su madre, no puede optar por esa salida fácil. De ahí la canción. De ahí esa declaración impersonal, enunciada de hecho para la cámara, asegurando que, incluso después de desistir, no cejará en su búsqueda. Hasta que me olvides, enuncia”, escribió la autora en el artículo ¿Nos olvidan los muertos?, en el que ubica al célebre cantante –quién lo diría– como la víctima colateral de un feminicidio, que valga aclarar tampoco será confirmado en el final de la serie. 

“México está en crisis. Le hace falta luz. Pues, Luis Miguel se la va a dar: Luis Miguel, el Sol. El Sol de México”, pontifica el personaje de Luis Rey, en la primera temporada. En este sentido, ¿qué lectura podría hacerse sobre el país que representa la serie? 

“Creo que nos habla de un México mejor, en muchos sentidos. Menos democrático, menos abierto, menos plural, como fue en los años ochenta y noventa, pero profundamente menos violento y polarizado que hoy en día, con todo y el ‘priismo’, lo digo genuinamente. Si nos ponemos muy interpretativos, en el lento debilitamiento del protagonista, espejea el declive del país en el que alcanzó el éxito”, indica Krauze.

¿Ganas de despistar? 

El propio Luis Miguel tuiteó hace solo unos días que lo que se cuenta en la serie es ficción. Lo cierto es que el dramático sobre su vida no intentó nunca salvarlo, justificarlo o reivindicarlo frente al público. 

“Me gustó mucho cómo se respetó la esencia del proyecto. Independientemente del éxito que tuvo, no se cambió el rumbo, nos mantuvimos fiel a la estructura, a la representación de los personajes, a las dos líneas de tiempo. Luis Miguel es un hombre contradictorio, con un carisma y un talento tremendo, también con momentos muy oscuros, pero la serie nunca pretendió pintarlo de otra manera, sus lados oscuros son los que son, y allí están contados”, indica Valecillos.

Esta última temporada, también veremos al protagonista haciendo las paces con su hija mayor.

“En el tema de la relación con Michelle, investigamos mucho sobre el trauma transgeneracional. No necesariamente vas a enmendar los errores que tus padres cometieron contigo. A lo mejor el miedo de cometer el mismo error, te lleva a repetirlo”, asoma Karen sobre uno de los elementos  del desenlace de la serie, que también nos mostrará escenas inéditas de Luis Miguel con las dos personas fundamentales de su biografía, sus padres Luis Rey y Marcela Basteri. 

“Teníamos muchas ganas de que Óscar regresara. En el proceso de redención del personaje, nos parecía justo este reencuentro con el padre aunque fuera a través de recuerdos. El legado de este es, en gran medida, la esencia del personaje. Independientemente, de lo bueno o malo que fue, Luis Rey fue quien lo hizo cantante”, remarca Krauze.

El elenco de 'Luis Miguel: la serie', en un evento celebrado en Ciudad de México, el 17 de abril de 2018.
El elenco de 'Luis Miguel: la serie', en un evento celebrado en Ciudad de México, el 17 de abril de 2018.Marco Ugarte / AP

Al respecto, Valecillos agrega: “La contradicción de cómo lo que más te hizo daño, también te lo puede dar todo, me parece muy valiosa en esta tercera temporada”.

El público femenino, que ha sido trascendental en la carrera del intérprete de No culpes a la noche, fue testigo con Luis Miguel: la serie como uno de los grandes casanovas contemporáneos, es también un hombre “dejado” por los grandes amores de su vida.

“En este final, veremos como Mariah Carey representó para Luis Miguel el crossover en todos los sentidos. Por primera vez lo veremos siendo un simple planeta del sistema solar de otro”, señala Valecillos. 

De hecho, una sola escena resume en buena medida lo anterior. Una fanática se acerca a la mesa en la que cenan Luis Miguel y Mariah y le pide al cantante una foto. Inmediatamente, la joven le aclara que no es con él sino con ella con quien desea inmortalizar el momento.

Es así como Luis Miguel toma la cámara y retrata la escena en la que él solo figura como un ayudante. Esta simbólica alegoría, fue idea de Diego Boneta y escrita por Krauze para el segundo episodio de la tercera temporada. 

Tras la exitosa gira de conciertos de 2018 y los cuantiosos dividendos que la serie le ha traído, Luis Miguel se reafirma como el clásico viviente más importante de la música en la región. Quedará como un hito el aumento de 4,000 % de las reproducciones de su tema Culpable o no, a 30 años de su lanzamiento, en plataformas como Spotify, en la que ya supera los 10 millones de oyentes mensuales. El revival del artista gracias a la serie es más que un hecho.

Asimismo, tanto Krauze como Valecillos aseguran que el proyecto figura como el gran pivote de sus carreras.

“Con esta serie conseguí el trabajo que siempre había querido. Fue un proyecto complicado, pero siento una gran melancolía con este final por el agradecimiento inmenso que le tengo”, expresa Krauza.

“Es de las series latinoamericanas que ha marcado un antes y un después en cuanto a narrativa, incluso a la representación de temas latinoamericanos desde una perspectiva mucho más interesante. Es un melodrama que eleva el género por su propuesta estética, visual y actoral. Creo que nos cambió la vida a todos, incluso a Luis Miguel (...) ​​No creo que detrás de su deseo de producir esta serie haya solo la motivación de resolver un problema económico, creo que te quitas un peso de encima al contar tu vida. A lo mejor con la serie también se saldó otro tipo de deuda”, concluye Valecillos. 

José Luis Ávila es periodista y editor. Su cuenta de Twitter es: @joseluisavila_