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Critican a gobierno de Obama por trato a centroamericanos

Activistas cuestionan por qué el gobierno por un lado los deporta pero también les facilitará el pedido de refugiados

WASHINGTON (AP) — Activistas de derechos humanos y pro-inmigrantes criticaron el jueves al gobierno del presidente Barack Obama por deportar y la misma vez ofrecer estatus de refugiado a salvadoreños, hondureños y guatemaltecos.

Las reacciones ocurrieron un día después de que el secretario de Estado John Kerry dijera que el gobierno facilitará el proceso de pedido de estatus de refugiado a ciertos centroamericanos en situación vulnerable.

Sin embargo, las redadas de centroamericanos y otros inmigrantes sin autorización con órdenes finales de deportación continuarán en Estados Unidos, ha dicho el secretario de Seguridad Nacional Jeh Johnson.

"Esto francamente nos deja rascándonos la cabeza y preguntándonos cómo es que el gobierno puede hablar de los mismos refugiados de maneras tan distintas", dijo Wendy Young, presidente de la organización Kids in Need of Defense. "Simplemente no puedes tratar a la misma gente como refugiados, por un lado, y como prófugos de la ley, por el otro".

Kerry anunció el beneficio para centroamericanos después de que legisladores demócratas y activistas de diversos sectores criticaron al gobierno de Obama por arrestar a 121 inmigrantes centroamericanos sin autorización durante un operativo nacional el primer fin de semana del año.

El operativo, mayormente realizado en Texas, Georgia y Carolina del Norte, estuvo enfocado en familias centroamericanas que huyen de la violencia de sus países.

Kerry no dio detalles de la medida, pero un funcionario del gobierno de Obama que habló en condición de anonimato porque no estaba autorizado para hablar sobre el asunto dijo que activistas recibirán más detalles por parte de la Casa Blanca.

Si bien han aplaudido el plan de Kerry, líderes religiosos, activistas pro inmigrantes, defensores de derechos humanos y organizaciones legales han condenado las redadas en base a muchos argumentos, haciendo hincapié de que deportar a los centroamericanos es una probable sentencia de muerte.

"Nos preocupa de que muchas de estas familias no recibieron el debido proceso y algunos podrían haber sido deportados a países donde podrían ser perseguidos, torturados o asesinados. No creemos que estas deportaciones y tácticas para desanimar a la gente van a desalentar a madres y niños desesperadas que huyen para salvar sus vidas", dijeron en un comunicado conjunto los congresistas demócratas Lucille Roybal-Allard y Zoe Lofgren, ambas de California, y Luis Gutiérrez, de Chicago.