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Una mujer atropellada por un bus robado: van 11 fallecidos en las protestas en Colombia contra la brutalidad policial

En la segunda noche de disturbios por la muerte de Javier Ordóñez tras su arresto, ciudadanos y políticos piden reformar la policía y erradicar el abuso. El incidente ha empeorado la creciente división en el país.
/ Source: Telemundo

Una mujer murió atropellada en la noche del jueves por un autobús robado en Bogotá en medio de protestas contra la violencia policial en Colombia. La mujer, de 40 años y aún sin identificar, se convirtió en la 11ª víctima mortal de las manifestaciones alrededor del país por la muerte del abogado Javier Ordóñez tras su arresto, según las autoridades.

"Hoy tenemos que decir que causa profundo dolor el fallecimiento de una mujer, atropellada por un vándalo que participó en el hurto de un vehículo de transporte público", dijo este viernes el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.

Esto ocurrió en el barrio de Suba, en el noroeste de la capital colombiana donde, según testigos, jóvenes armados obligaron al conductor de un autobús público a detenerse y huyeron con el vehículo. Unas calles más adelante perdieron el control y arrollaron a una mujer ajena a las protestas, que caminaba hacia su residencia.

Protestas en Bogotá por la muerte de Javier Ordóñez a manos de la policía.
Protestas en Bogotá por la muerte de Javier Ordóñez a manos de la policía.EFE

Los equipos de respuesta trataron de reanimarla por 30 minutos. Fue trasladada por policías a un hospital, donde falleció poco tiempo después.
 
En esta segunda noche de protestas, manifestantes volvieron a atacar 11 instalaciones de la policía (o CAIs, como son conocidos en Colombia). Algunas fueron incendiadas, incluyendo a la que fue trasladado Ordóñez. Grupos de vándalos saquearon supermercados, bancos y otros negocios.

Las manifestaciones fueron impulsadas por la muerte a manos de la policía de Ordóñez, quien había salido a una tienda a comprar cerveza cerca a su casa, donde estaba con unos amigos. Según relatos de su familia que estaba presente en el incidente, la policía lo detuvo, lo golpeó, le propició repetidas descargas eléctricas con un 'taser' mientras él imploraba de espaldas en el suelo que "por favor" pararan. La policía lo traslado a un CAI y luego a una clínica, donde más tarde murió.

El personal médico le dijo a la familia de Ordóñez y a la prensa que había muerto por los golpes que le dieron.

Ordóñez era abogado, había estudiado aeronáutica y conducía un taxi para mantener a sus dos hijos de 11 y 15 años.

Esta muerte, las acciones de la policía y las protestas siguientes recuerdan la situación que actualmente atraviesa Estados Unidos, país también sumido en manifestaciones contra la brutalidad policial tras el homicidio de George Floyd a manos de la policía. 

Los manifestantes en Colombia, en los mensajes que pintan en las calles y en los hashtags que usan en las redes, han usado las protestas masivas estadounidenses como una especie de plantilla: así como es tendencia en EE.UU. #LasVidasNegrasImportan o #BlackLivesMatter, en inglés, así lo han sido, en ambos idiomas, #ColombianLivesMatter y #NosEstánMatando en las dos últimas noches en Colombia.

Ya el miércoles 10 personas habían muerto por heridas de bala en Bogotá y la localidad cercana de Soacha, pero el jueves no hubo muertes por armas de fuego. No es claro si todos esos disparos provenían de la policía, pero diversos videos que se han vuelto virales en redes muestran claramente a algunos policías disparar a quemarropa a ciudadanos no armados.

Una de las situaciones más graves del jueves ocurrió en Cajicá, a unos 30 kilómetros (unas 19 millas) al norte de Bogotá, donde entre las protestas fue saqueada la sede de esa Alcaldía.

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"Esta no es la forma de protestar, esta no es la forma de reaccionar (...) Han destruido la administración municipal, han destruido la estación de Policía y están destruyendo los locales comerciales", dijo el alcalde del municipio, Fabio Ramírez.

Protestas en Colomba contra la brutalidad policial.
Protestas en Colomba contra la brutalidad policial.EFE

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, también pidió en sus redes sociales que los ciudadanos se manifiesten de manera pacífica, pero reconoció que la policía actuó indebidamente en el arresto de Ordóñez.

López además dijo que las fuerzas del orden incluso se deberían disculpar públicamente, y denunció a su propia fuerza policial por desobedecer sus instrucciones. Ella misma pidió, al igual que lo reclaman los manifestantes, una "reforma" a la policía.

Otros tomaron un tono más adversarial, incluso bélico. 

El exsenador y expresidente Álvaro Uribe Vélez, del mismo partido de derecha que la actual Administración de Iván Duque, pidió que se impusiera toque de queda y la presencia de militares en las calles. Uribe actualmente está cumpliendo una condena de casa por cárcel por soborno a testigos y fraude procesal. 

Al otro lado del espectro político, Gustavo Petro, excandidato presidencial de izquierda, llamó a un nuevo paro nacional, como los que hubo a finales de 2019, y pidió que "renuncie la cúpula policial" por la muerte de Ordóñez, abogado y padre de dos hijos. 

Protestas y saqueos hubo también en distintos barrios de Bogotá y de las ciudades principales de Cali, Medellín, Cúcuta e Ibagué.

Según el ministro de Defensa, las dos noches de protesta dejan en el país 209 civiles y 194 policías lesionados, así como 60 instalaciones policiales afectadas y 91 vehículos destrozados, en su mayoría autobuses públicos, algunos de los cuales fueron incendiados.

También fueron quemados o vandalizados 41 vagones del sistema de transporte masivo TransMilenio, que en la capital hace las veces de metro o subterraneo.

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Además, han habido 90 arrestos y 11 aprehensiones de menores, agregó el ministro. 

Con información de El Tiempo y EFE.