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Un policía tuvo en la mira al asesino antes de que entrara en la escuela de Uvalde pero no disparó

Un nuevo reporte sobre la investigación del tiroteo en Texas detecta al menos tres errores en la actuación de los agentes, que pudieron provocar que algunas víctimas no se salvaran.

Un policía tuvo en la mira de su rifle al asesino antes de que entrara a la escuela primaria de Uvalde (Texas) y matara a tiros a 19 niños y dos maestras el 24 de mayo, según un informe de la investigación al que accedió el diario The Austin Statesman y confirmó NBC News.

El agente no disparó porque esperó a que un oficial superior se lo autorizara. Al no recibir respuesta, "se dio la vuelta para obtener confirmación de su supervisor", y "cuando volvió a girarse para ver al sospechoso, este ya había entrado [a la escuela]", indica el informe del centro ALERRT (Advanced Law Enforcement Rapid Response Training) de la Universidad de Texas.

El reporte también señala que el agente le dijo a los detectives que se encontraba a mucha distancia del atacante y que tuvo dudas de disparar de tan lejos (algo para lo que no suelen entrenar) por temor a herir a un niño.

Niños escapan de un salón de clases en la escuela Robb de Uvalde a través de una ventana, el 24 de mayo de 2022.
Niños escapan de un salón de clases en la escuela Robb de Uvalde a través de una ventana, el 24 de mayo de 2022.Pete Luna/Uvalde Leader-News / Reuters

Este informe agrava la lista de errores de la policía de Uvalde al responder a la emergencia en la escuela primaria el 24 de mayo.

[Un agente de Uvalde intentó entrar a la escuela para rescatar a su esposa pero fue detenido por policías y le quitaron su arma]

Según el reporte, los agentes pusieron en riesgo sus propias vidas porque no siguieron las pautas federales de respuesta al ataque de una persona armada. También advirtió que los errores de la policía probablemente llevaron a que no se salvaran "algunas de las personas que murieron durante este evento".

El informe, de 28 páginas, fue solicitado por el Departamento de Seguridad Pública de Texas, que investiga la actuación de la policía local durante el tiroteo. Detalla además otras medidas que pudieron tomar los agentes para detener al asesino cuando ya estaba dentro del salón de clases, pero que no se pusieron en práctica.

Por ejemplo, entrar por alguna ventana del salón o romper el muro de tablaroca. Además, reveló que los agentes contaban con más armas de las que se sabía hasta ahora, como latas de gas pimienta.


El jefe de la policía escolar de Uvalde, Peter Arredondo, ha sido duramente criticado por retrasar la respuesta de los agentes que respondieron al tiroteo. Tardaron 77 minutos en intervenir para abatir al atacante, desde que entró a la escuela (aunque su abuela ya lo había reportado media hora antes por dispararle en la cara y hubo otros informes de disparos cerca del instituto).

[La cronología de la masacre en la escuela primaria de Uvalde minuto a minuto refleja la lenta respuesta de la policía]

Arredondo fue suspendido de su cargo el 22 de junio y la semana pasada renunció como concejal de la ciudad tras las críticas.

Entre sus justificaciones está la supuesta falta de armas para afrontar al atacante y de una llave para abrir el salón de clases.

Sin embargo, ambas justificaciones fueron desmentidas por el director del Departamento de Seguridad Publica de Texas, Steve McGraw, quien ha señalado que los agentes contaban con un escudo balístico desde el minuto 19 y con suficientes armas y personal para enfrentarse al atacante tres minutos después de que ingresó a la escuela. También dijo que no trataron de abrir el salón de clases, que nunca estuvo cerrado bajo llave.

Expertos consultados por el centro ALERTT de la Universidad de Texas afirmaron que el agente que tuvo en la mira al asesino debió haberle disparado, pues contaba con justificación legal para hacerlo en esas circunstancias.

“Un oficial razonable habría concluido en este caso… que el uso de la fuerza letal estaba justificado”, indicaron los autores del reporte, quienes señalaron que en última instancia la decisión de disparar o no recaía sobre él y no sobre sus supervisores.

El reporte aseguró que su intención no es descalificar la respuesta de las fuerzas del orden, sino mejorarla de cara al futuro.

Los expertos consultados en el informe señalaron que aunque el atacante entró por una puerta exterior que no cerró bien, el seguro muy probablemente no lo habría detenido porque el vidrio de la puerta no estaba blindado y lo habría podido romper de un disparo.

Según el reporte, los primeros siete agentes que se aproximaron a la puerta del salón de clases donde se encontraba atrincherado el asesino, quien les empezó a disparar, "perdieron impulso" y no buscaron métodos alternativos para entrar al salón de clases, como romper una ventana o perforar uno de los muros de tablaroca.

“En última instancia, no está claro por qué los oficiales decidieron asaltar la habitación a las 12:50:03” o 77 minutos después de que el atacante ingresara al edificio, concluyó el informe.