LOS ÁNGELES — La tensión en Estados Unidos por la brutalidad policial ha vuelto a subir un grado. Tras el asesinato de Tyre Nichols, agentes de Huntington Park, al sureste del condado de Los Ángeles, mataron a tiros a un hombre negro sin piernas que blandía un cuchillo de grandes dimensiones.
La policía afirma que Anthony Lowe, de 36 años, que perdió ambas piernas el año pasado y aún no había recibido prótesis, apuñaló a una persona el jueves pasado antes de que agentes utilizaran una pistola eléctrica y le dispararan unas 10 veces en la parte superior del cuerpo, según reportó la cadena NBC News.
Familiares, amigos y los abogados de la familia se manifestaron este jueves para denunciar la muerte de Lowe, exigir que se identifique publicamente a los agentes involucrados, y que se publique el video de las cámaras corporales de los policías.
"Estamos aquí para que se procese a estos policías. Queremos que se identifique a estos funcionarios. La familia debe saber el nombre de estos asesinos [...] Las autoridades tienen el video", afirmó el abogado Christian Contreras, que precisó que la familia ha presentado una demanda contra la ciudad. "Dicen [la policía] que los oficiales se sintieron amenazados", añadió otro de los abogados, "podemos ver que estos oficiales se extralimitaron en su función".
"Esto es muy duro para mí. Tengo que lidiar con mi hijo preguntándome por qué [...]. Siento que pudieron hacer otra cosa. Él se estaba alejando y lo que es terrible es que uno puede ver que él temía por su vida, no tenía piernas, esto se podía majear de otra manera", dijo en la rueda de prensa Ebonique Simon, madre del hijo de 15 años de Lowe. "Ayer mi hijo me decía que si no se le podía haber dado otra oportunidad. Ayer le pregunté a mi bebé qué es lo que quisiera y me dijo: 'Quiero justicia, que vayan a la cárcel", dijo.
La mujer aseguró que Lowe perdió las piernas en un accidente, y que pasó por una depresión por esto, y confirmó que el hombre que aparece en el video que circula en redes es el padre de su hijo.
"Adoraba a sus hijos. Mi hijo lo adoraba", añadió.
“Quiero que se haga verdad y justicia, porque si cualquier otra persona hubiera disparado a Anthony, siendo él una persona discapacitada, ahora estaría en la cárcel por asesinato”, dijo antes Simon. “No estarían [los agentes] de permiso con sueldo", agregó.
El teniente Hugo Reynaga, de la unidad de homicidios del sheriff del condado de Los Ángeles, que suele investigar los tiroteos en los que se ve implicada la policía de Huntington Park, dijo que la víctima del apuñalamiento era un hombre de 46 años que se encuentra estable en un hospital, a la espera de ser operado. La policía de Huntington Park está preparando un informe sobre el incidente.
La policía de Huntington Park declinó hacer comentarios sobre la muerte de Lowe o decir lo que sucedió antes del encuentro porque el tiroteo está bajo investigación.
Los oficiales involucrados en la muerte de Lowe han sido puestos en licencia administrativa pagada en espera del resultado de la investigación, señaló la policía de Huntington Park en un comunicado.
Los familiares de Lowe dijeron que habían recibido información incoherente desde que se enteraron de su muerte. La policía dijo a la familia que habían asumido que Lowe era un sin techo, pero había estado viviendo con su madre después de haber perdido ambas piernas. También les dijeron que Lowe había cargado contra la policía con un cuchillo, pero la declaración de un testigo no parecía corroborarlo.
“El mundo entero ha visto ese video, y eso no es lo que ocurrió. Ni siquiera quiero que mi hijo agarre el teléfono. No quiero que vea los videos”, declaró.
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Un video granulado compartido en Twitter muestra a Lowe, con las piernas amputadas a la altura de las rodillas, abandonando la silla de ruedas y corriendo por la acera, seguido por agentes con las armas desenfundadas. El tiroteo no se ve en el video, que no muestra lo que llevó al encuentro.
La policía de Huntington Park dijo en un comunicado que los agentes respondieron a un informe de una víctima de apuñalamiento en la tarde del 26 de enero. La víctima, que había sufrido un colapso pulmonar y hemorragia interna, dijo que fue atacado por un hombre negro en una silla de ruedas.
“El sospechoso se desmontó de su silla de ruedas, corrió hacia la víctima sin provocación y le apuñaló en el costado del pecho con un cuchillo de carnicero de 12”, aseguró la policía en el comunicado. “A continuación, el sospechoso volvió corriendo a la silla de ruedas y huyó del lugar en ella”, añadió.
Los agentes encontraron más tarde a Lowe en las inmediaciones portando un cuchillo de grandes dimensiones e ignorando sus órdenes, según el comunicado. Lowe “amenazó con avanzar o arrojar el cuchillo” a la policía, que desplegó dos pistolas Taser en un intento de reducirlo. Cuando esto no funcionó, Lowe recibió un disparo y murió en la acera.
Su familia no fue avisada hasta la mañana siguiente, según los familiares, a pesar de que Lowe llevaba una identificación con la dirección de su madre.
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Ed Obayashi, un experto policial nacional especializado en investigaciones sobre el uso de la fuerza, que ha visto el video en las redes sociales, dijo que para justificar un disparo, los agentes deben demostrar que habían estado bajo amenaza inmediata y que habían considerado alternativas razonables, incluido el uso de una Taser.
“Pero aquí vemos a un individuo que, por definición, parece físicamente incapaz de resistirse a los agentes. Incluso si está armado con un cuchillo, su movilidad está gravemente limitada", indicó.
“No tenía piernas. Parece estar en clara desventaja física, lo que disminuye la aparente amenaza para los agentes”, declaró.
La hermana mayor de Lowe, Yatoya Toy, dijo que su hermano tenía miedo de las autoridades y lo más probable es que huyera despavorido, como Keenan Anderson, un hombre negro que gritó: “¡Están intentando matarme George Floyd!” durante un altercado con agentes de policía de Los Ángeles el mes pasado.
“El asesinato de George Floyd le afectó mucho”, dijo Toy sobre su hermano. “Toda esta brutalidad policial es la razón por la que huyó. Temía por su vida. Estaba aterrorizado”, señaló.
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Anderson murió tras ser aturdido seis veces después de un incidente de tráfico en Venice Beach. Murió el 3 de enero, horas antes de que la policía de Los Ángeles disparara y matara a Óscar León Sánchez, que sufría una crisis de salud mental, según sus familiares.
Tanto la familia de Anderson como la de Sánchez han presentado demandas contra la ciudad de Los Ángeles, que tiene 45 días para responder y se ha negado a hacer comentarios sobre el asunto. La familia de Lowe dice que tiene la intención de hacer lo mismo contra la ciudad de Huntington Park y su departamento de policía.
Los familiares describen a Lowe como un padre y hermano cariñoso que nunca se perdía los partidos de fútbol de su hijo y al que antes le gustaba bailar.
Era el tercero de ocho hermanos y había estado viviendo con su madre después de que perdiera las dos piernas el año pasado en un incidente con la policía de Texas, según contaron los familiares. Dijeron que nunca supieron los detalles del encuentro, en qué ciudad ocurrió o qué llevó a Lowe a perder las piernas.
Estaba previsto que recogiera sus prótesis el próximo lunes.
“No sé cómo la policía pudo poner alguna excusa para sentirse amenazada por un doble amputado en silla de ruedas”, condenó Melina Abdullah, cofundadora de Black Lives Matter-LA. “Es repugnante. Sólo demuestra que parece ser temporada abierta contra los negros”, lamentó.