Un joven de 20 años de Nueva York que se declaró culpable de la violación de cuatro adolescentes durante una fiesta en la casa de sus padres no irá a la cárcel: el juez lo condenó a ocho años de libertad condicional al considerar que la prisión no era el castigo adecuado.
En 2019, Christopher Belter se declaró culpable de violación en tercer grado e intento de abuso sexual en primer grado, así como de dos cargos menores de abuso sexual en segundo grado, en cuatro casos que involucraron a jóvenes de 15 y 16 años en su casa de Lewiston, un pueblo ubicado en el condado de Niagara.
“He agonizado, no me avergüenza decir que realmente he rezado sobre cuál es la sentencia apropiada en este caso, porque hubo un gran dolor”, explicó el juez Matthew J. Murphy.
[Gloria Estefan revela que sufrió abusos sexuales a los 9 años]
“Me parece que una sentencia que implique encarcelamiento o encarcelamiento parcial no es apropiada, así que voy a sentenciarlo a libertad condicional”, explicó el magistrado.
Además, Belter deberá registrarse como delincuente sexual, por lo que tendrá que volver a la corte el próximo 2 de diciembre.
“Estoy muy, muy decepcionado. Esperaba un resultado diferente”, dijo el abogado de una de las víctimas, Steve Cohen, según reportó a la televisión WKBW. “Hoy no se ha hecho justicia”, opinó.
Tras darse a conocer la sentencia, una de las víctimas vomitó en el baño de mujeres, aseguró Cohen al periódico The Washington Post.
“Si Chris Belter no fuera un acusado blanco de una familia rica e influyente, según mi experiencia... seguramente habría sido condenado a prisión”, afirmó.
Durante la audiencia, Belter dijo estar arrepentido por lo que hizo.
Los crímenes tuvieron lugar entre febrero de 2017 y agosto de 2018 en casa de los padres de Belter, un barrio acomodado de Lewiston ubicado a unas pocas millas de las cataratas del Niagara.
En ese lapso de tiempo, tres adolescentes de 16 años y una de 15 fueron agredidas en cuatro incidentes distintos, concluyó el juez.
De acuerdo con la policía estatal, la vivienda del joven se ganó la etiqueta de “casa de fiestas” debido a que la madre de Belter, Tricia Vacanti, de 50 años, el padrastro, Gary Sullo, de 56, y una amiga de la familia Jessica M. Long, de 42, ofrecían supuestamente alcohol y marihuana a los jóvenes.
Los tres adultos ayudaron a preparar a las menores antes de que Belter abusara de ellas, según las autoridades. Ante la corte, se declararon no culpables de los cargos menores de poner en peligro a menores y tratar de manera ilegal con ellos.
“No es un caso de una fiesta en casa. Fue una casa de abuso sexual”, dijo Peter M. Wydysh, asistente del fiscal del distrito.