Un tiroteo en un edificio del Old National Bank en el centro de Louisville (Kentucky), dejó el lunes cinco muertos y ocho heridos, entre ellos un policía, según informaron las autoridades locales. El asesino fue confrontado por agentes de policía dentro del edificio y está muerto, aunque se desconoce si fue abatido o se quitó la vida.
El sospechoso fue identificado por la policía como Connor Sturgeon, un exempleado del banco. El tiroteo está siendo investigado como un incidente de violencia en el trabajo por una persona con problemas de salud mental, según indicó un agente federal a NBC News.
Las víctimas fueron identificadas por la policía como Joshua Barrick, de 40 años, Thomas Elliot, de 63, Juliana Farmer, de 45 y James Tutt, de 64. Una quinta víctima, Deanna Eckert, de 57 años, murió por la noche, indicó la policía de Louisville en un tuit en su cuenta oficial sin ofrecer más detalles.
La policía recibió un aviso de tiroteo cerca de las 8:30 de la mañana en la cuadra 300 de East Main, informó Paul Humphrey, subjefe de la Policía Metropolitana de Louisville, en una conferencia de prensa.
En el edificio hay una sede del Old National Bank y otras oficinas. La web del banco indica que abre de 9 de la mañana a 5 de la tarde.
“Los oficiales llegaron a la escena con personal de atención médica y servicios de emergencia, y se encontraron con disparos”, dijo Humphrey. La policía respondió con sus armas, y el asesino acabó muerto, pero el portavoz no aclaró si se quitó la vida o fue abatido.
Ocho personas fueron trasladadas al hospital de la Universidad de Louisville, y al menos una se encontraba en estado crítico. Más tarde se comunicó que una de ellas había fallecido.
Entre los heridos hay dos agentes de policía, uno de los cuales está en estado grave y tuvo que ser sometido a una cirugía.
Humphrey aseguró que el rápido accionar de los oficiales fue clave para salvar vidas. "Este es un evento trágico. Pero fue la heroica respuesta de los oficiales la que se aseguró de que más personas no resultaran heridas de gravedad", indicó.
Al ser consultado por el atacante, indicó que se cree que actuó "en solitario", y que tenía una conexión con el banco. “Estamos tratando de establecer cuál era la conexión con el negocio, pero parece que era un exempleado”, indicó.
Autos de policía, ambulancias y camiones de bomberos inundaron Main Street, entre las calles North Floyd y North Preston, en el corazón de la ciudad más grande de Kentucky, con 630,000 residentes, según datos del Censo. El FBI indicó en la mañana que también había respondido al tiroteo y estaba asistiendo a la policía.
El tiroteo ocurrió cerca del estadio de ligas menores Slugger Field y en una cuadra con un consultorio dental, una tienda de muebles y la sede del ballet de Louisville.
El gobernador, el demócrata Andy Beshear, relató en una rueda de prensa que era su banco y conocía a dos de las víctimas. "Esto es horrible. Tengo un amigo muy cercano que no sobrevivió hoy, y tengo otro amigo cercano que tampoco", dijo Beshear. Agregó que tiene otra persona amiga que resultó herida: "Espero que lo supere". Llamó a orar y abrazar y apoyar a las familias y personas afectadas.
“Nuestra comunidad va a seguir unida y vamos a encontrar formas de darnos apoyo mutuamente. Y nos vamos a unir como comunidad para trabajar en evitar que estos actos terribles de violencia armada sigan ocurriendo”, dijo el intendente de la ciudad, Craig Greenberg.
El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, republicano de Kentucky, dijo por su parte que está “devastado” tras la noticia del tiroteo que ocurre dos semanas después de que seis personas, entre ellas tres niños, murieran baleadas en una escuela en Nashville.