Un juez retrasó este miércoles la sentencia al inmigrante mexicano condenado por el asesinato de una estudiante de la Universidad de Iowa, Mollie Tibbetts, tras el pedido de abogados de la defensa para que le den más tiempo y así poder investigar nuevas pistas que apuntan a otros posibles sospechosos.
Cristhian Bahena Rivera, de 27 años, iba a ser condenado probablemente a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional este jueves en una corte del condado de Poweshiek en la localidad de Montezuma.
El juez, Joel Yates, determinó este miércoles retrasar la sentencia hasta que se celebren las audiencias sobre las peticiones de la defensa para obligar a los fiscales a revelar información sobre otros sospechosos y ordenar un nuevo juicio.
Yates dijo que celebraría la primera audiencia el jueves y que más adelante fijaría una fecha para la vista sobre la concesión de un nuevo juicio.
Los fiscales siguen creyendo en la culpabilidad de Bahena Rivera, dijo el martes la portavoz de la oficina del fiscal general del estado, Lynn Hicks.
Bahena Rivera fue declarado culpable en mayo por un jurado de asesinato en primer grado por la muerte por apuñalamiento de Tibbetts, de 20 años, que desapareció mientras salío a correr en su ciudad natal de Brooklyn, Iowa, en julio de 2018.
Los fiscales basaron su caso en un video de vigilancia que muestra a Bahena Rivera conduciendo cerca de donde Tibbetts desapareció mientras corría y que las pruebas de ADN demostraron que había sangre de la mujer en el maletero de su automóvil.
También usaron una confesión parcial en la que Bahena Rivera condujo a los investigadores a un campo de maíz donde se encontró su cuerpo un mes después de la desaparición.

Bahena Rivera, trabajador de una granja lechera, afirmó que los responsables del asesinato eran dos hombres enmascarados que le obligaron a conducirlos y a deshacerse del cuerpo de Tibbetts a punta de pistola.
Los abogados de la defensa solicitaron un nuevo juicio la semana pasada, alegando que dos testigos se presentaron recientemente de forma independiente para apoyar parcialmente el testimonio de Bahena Rivera.
Los testigos dijeron a los investigadores que un hombre de 21 años con un historial de violencia contra las mujeres se había atribuido la responsabilidad de matar a Tibbetts.
Uno de ellos contó que el hombre le dijo, mientras estaban en una cárcel del condado, que Tibbetts había sido secuestrada y llevada a una casa utilizada para tráfico sexual, antes de ser asesinada, según los abogados de Bahena Rivera.
El hombre dijo al testigo que la casa era propiedad de un hombre de unos 50 años que dirigía la red de tráfico y que decidió mandar a matar a Tibbetts después de la presión que hicieron las autoridades para localizarla cuando estaba desaparecida.
El hombre supuestamente reveló que él y un socio siguieron un plan ideado por el presunto dueño de la casa para apuñalar a Tibbetts e inculpar a un hispano por su muerte.