Una madre de Oklahoma fue condenada a 16 meses de cárcel por la muerte de su hijo de dos años, que fue asesinado por su novio, aunque ella no participó en el crimen ni en las circunstancias que llevaron al fatal desenlace.
Rebecca Hogue terminó de trabajar un turno de 12 horas en un bar en la madrugada de la Nochebuena de 2019. Volvió a su casa en la ciudad de Norman y fue a ver a su hijo, Ryder, quien parecía estar durmiendo. Mientras trabajaba, lo había dejado al cuidado de su novio, Christopher Trent.
Pero al despertarse unas horas más tarde, la mujer, quien en ese momento tenía 28 años, notó que su novio ya no estaba, y que el niño, todavía en la cuna, no respiraba, según una reconstrucción del caso de la revista Mother Jones. Llamó al 911: “Dios mío, está frío”, le dijo al operador. El niño ya estaba muerto.

Trent, quien se sospechaba asesinó al pequeño, fue hallado días después colgado de un árbol en el Refugio de Vida Silvestre de Wichita Mountain, donde se había suicidado. En el árbol encontraron tallada la frase “Rebecca es inocente”.
El informe de un forense concluyó que la causa de la muerte de Ryder fue un traumatismo por objeto contundente, y los fiscales dijeron luego que estaba claro que Trent lo había matado.
El caso de Rebecca generó campañas que exigieron su liberación y que no sea juzgada, dado ya el trauma que estaba viviendo por la muerte de su hijo.
"Todavía es muy difícil para ella mirar sus fotos o hablar de Ryder sin derrumbarse. Sus amigos dicen que él era su mundo", cuenta una amiga de la madre en la página creada para reunir firmas a su favor.
"No merece morir en prisión"
Todos los investigadores del caso coinciden en que la madre no participó de la violencia ni mató a su hijo. Sin embargo, la mujer fue condenada en noviembre en virtud de una ley de Oklahoma llamada Fallaron en proteger, que exige que los padres protejan a sus hijos de daños físicos si saben, o deberían haber sabido, que otro adulto está abusando del niño.
Hogue fue condenada por asesinato en primer grado, aunque todo indicara que nunca puso una mano sobre su hijo. El jurado recomendó que fuera sentenciada a cadena perpetua, pero un juez estableció este viernes una sentencia a 16 meses. Esto significa que la joven pasará 13 meses tras las rejas, debido al tiempo ya cumplido.
Al sentenciar a Hogue, el juez Michael Tupper le dijo que “no merecía morir en prisión”.
“No eres un monstruo”, continuó el juez. “Tienes valor y eres valiosa”, indicó.
Al momento de su sentencia, Hogue dijo que haría cualquier cosa para regresar y evitar la muerte de su hijo. “Estaba tan orgullosa de tener un niño tan hermoso, fuerte, inteligente y saludable”, dijo Hogue, según el medio Norman Transcript.
“Lo único que me ha traído paz en dos años es que el hombre que hizo esto está muerto. Sé que mi hijo está en el cielo y que [Trent] no está cerca de él“, indicó.
Madres condenadas: una ley "machista"
La ley de Oklahoma que permitió condenar a Hogue se aprobó hace unas dos décadas con el objetivo de prevenir el abuso infantil. Casi todos los estados tienen leyes o teorías legales similares que criminalizan a los cuidadores que “permiten” las lesiones a un niño, incluso aunque hayan intentado detener la violencia.
Pero los abogados que estudian estos casos dicen que no hay evidencia de que este tipo de leyes realmente proteja a los niños, y suelen conducir a menudo al encarcelamiento, sobre todo de madres, que nunca cometieron violencia y no pudieron ayudar a sus hijos. Algunas de ellas incluso eran víctimas de violencia doméstica y otras, como Hogue, desconocían del abuso, según indicó la abogada de Illinois Karla Fischer al medio de investigación Mother Jones.
“Ninguna de ellas sabía que su hijo estaba gravemente herido”, dijo Fisher con respecto a la decena de mujeres que ha defendido en todo el país en casos de este tipo. "Sin embargo, la reacción de quienes tienen que juzgar parece ser, '¿A quién le importa? Un niño está muerto. Pongámosla en prisión por el resto de su vida”, contó.
Tanto las madres como los padres pueden enfrentar cargos bajo estas leyes, pero los abogados que estudian estos casos dicen que generalmente son las mujeres las que son llevadas a los tribunales. En una entrevista con Norman Transcript, que ha documentado el caso de Hogue desde el principio, el defensor público del condado de Oklahoma, Ryan Sullivan, describió la ley como “draconiana” y “machista”.
Las señales del abuso
El fiscal de distrito del condado de Cleveland, Greg Mashburn, cuya oficina procesó a Hogue, lo expresó de esta manera: “Si permites el abuso de un niño, básicamente fallaste en proteger a ese niño”, dijo al Transcript. “Eres tan culpable como la persona real” que cometió el abuso.
Durante la última década, cientos de madres han sido procesadas por cargos similares en Oklahoma, según un análisis de Mother Jones de los registros judiciales. Algunas de ellas han recibido sentencias de prisión más largas que los hombres que realmente cometieron el abuso.
Algunas madres han recibido sentencias de prisión más largas que los hombres que cometieron el abuso
Hogue cooperó con la policía en la investigación y les dijo que no había visto señales de advertencia que indicaran que su novio estaba lastimando a su hijo. Cuando ella notaba moretones en su hijo o que el niño parecía letárgico, contó, Trent siempre le restaba importancia o tenía una explicación que parecía tener sentido.
“Estoy realmente enojada conmigo misma”, dijo Hogue a los detectives durante una entrevista luego de la muerte de su hijo, según Transcript. “Le creí cuando [Trent] dijo que debía haberse caído o que tenía gripe”, relató.
Pero los fiscales dijeron que Hogue buscó en su teléfono señales de advertencia de que un niño podría estar siendo abusado, lo que sugiere que sintió que su hijo podría estar en peligro, según la BBC.
Algunos de los investigadores sintieron empatía por Hogue e indicaron que no creían que ella hubiese cometido un delito. Pero la oficina del fiscal del distrito presentó cargos argumentando que la mujer debería haber sabido o sospechado del abuso, según Mother Jones. Fischer, la abogada de Illinois, cree que algunos fiscales son duros con las mujeres en estos casos debido a la presión política para no ser vistos como que están excusando el abuso infantil.
“Estamos desconsolados”
Durante el juicio, los miembros del jurado no vieron algunas evidencias como las grabaciones de detectives expresando sus dudas con respecto a condenar a la mujer, o la imagen del árbol tallado que decía “Rebecca es inocente”. El jurado decidió finalmente condenarla por asesinato en primer grado.
En enero, los investigadores del Departamento Correccional de Oklahoma revisaron el caso de Hogue y enviaron al tribunal una recomendación de sentencia diferente.
“Hogue parece tener dificultades con su salud mental y… parece que se beneficiaría más de un centro de tratamiento residencial a largo plazo para enfocarse en su salud mental, dolor y trauma”, indicó el informe.
La mujer ha estado en una celda de aislamiento en la prisión, dado que su caso es de alto perfil, y toma antidepresivos ante su estado de salud mental, dio a conocer Mother Jones.
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El abogado de Hogue, Andrew Casey, le dijo a la BBC que su familia estaba “increíblemente aliviada” por la “justa sentencia”.
“Estamos desconsolados de que este caso haya llegado tan lejos y de todo corazón estamos frustrados de que este cargo haya llegado a los tribunales”, dijo. “Estamos agradecidos de que Rebecca vuelva a estar con nosotros pronto”, agregó.