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Su miedo a la bomba nuclear de Corea del Norte causó una muerte. Pero han anulado su condena

Este adinerado corredor de bolsa fue condenado por “asesinato con corazón depravado” tras un horrible incidente en un búnker en Washington D.C., pero las pruebas no sostenían la acusación.
Esta foto de archivo sin fecha publicada por el Departamento de Policía del condado de Montgomery, muestra a Daniel Beckwitt en Maryland.
Esta foto de archivo sin fecha publicada por el Departamento de Policía del condado de Montgomery, muestra a Daniel Beckwitt en Maryland.(Departamento de Policía del Condado de Montgomery vía AP)
/ Source: Telemundo

Daniel Beckwitt, un adinerado corredor de Bolsa de 29 años, estaba obsesionado con un posible ataque nuclear de Corea del Norte, así que contrató a Askia Khafra, un joven de 21 años, para que excavara un búnker debajo de una casa ubicada en un elegante suburbio de Washington D.C.

En septiembre de 2017, mientras Khafra estaba trabajando dentro de la instalación subterránea, un fallo eléctrico provocó un incendio que acabó con su vida. Los bomberos encontraron su cuerpo totalmente carbonizado e irreconocible. 

Un jurado declaró culpable de asesinato en segundo grado con “corazón depravado” y de homicidio involuntario a Beckwitt en 2019 por la muerte del joven y lo condenó a nueve años de prisión.

Pero una corte de apelaciones de Maryland anuló la semana pasada la condena contra Beckwitt.

Un panel de tres jueces dictaminó que las pruebas no eran suficientes para sostener la condena por asesinato de Beckwitt, aunque confirmó su condena por homicidio involuntario por negligencia grave.

En esta foto del 18 de agosto de 2018, la cinta policial rodea la casa donde Askia Khafra murió en un incendio mientras cavaba túneles subterráneo
En esta foto del 18 de agosto de 2018, la cinta policial rodea la casa donde Askia Khafra murió en un incendio mientras cavaba túneles subterráneoAP

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"Siempre sentimos que este caso estaba sobrecargado desde el principio", dijo Megan Coleman, una de las abogadas de Beckwitt.

El hombre, que ha estado encarcelado desde su condena en abril de 2019, volverá a ser sentenciado después de que el proceso de apelación sea firme, puesto que los fiscales pueden apelar aún ante la Corte Suprema estatal.

Mientras tanto seguirá en prisión en Hagerstown, cumpliendo su condena . Su abogada dijo que las directrices para este caso recomendarían una sentencia entre seis meses a cinco años de cárcel por homicidio involuntario. Ramon Korionoff, portavoz de la oficina del fiscal estatal del condado de Montgomery, John McCarthy, dijo que los fiscales estaban revisando el fallo. 

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Un engaño sofisticado

Khafra, descrito por sus amigos y familiares como una persona ambiciosa, brillante e ingenua, y Beckwitt, descrito como un hábil informático, se conocieron a través de un chat para empresarios e inversores.

Khafra quería lanzar una empresa -Equity Shark- en la que Beckwitt invirtió 10,000 dólares.

Dia Khafra
Dia Khafra, padre de Askia Khafra, posa con una foto de su hijo en su casa de Silver Springs, Maryland.AP

Pero ésta no despegó y Khafra necesitaba devolver el dinero de alguna forma, escribieron los jueces de apelación, así que aceptó cavar los túneles del búnker.

Beckwitt llevaba desde 2014 planeando este proyecto e intentó por todas las vías mantenerlo en absoluto secreto porque no quería que su refugio se llenara de gente extraña en caso de que empezaran a caer las bombas, según las pruebas del juicio.

Hizo todo lo posible para confundir a Khafra: le hacía ponerse unos lentes opacos y lo paseaba en un largo viaje en coche para que pensara que estaban cavando los túneles en Virginia y no en Maryland.

Khafra llevaba un celular consigo mientras cavaba teléfono móvil en los túneles, pero Beckwitt utilizó una trampa tecnológica para hacer creer que estaban excavando en Virginia.

Durante días, Khafra hizo una vida dentro del futuro búnker: trabajaba allí, comía allí y orinaba y defecaba en un cubo que Beckwitt le bajaba. El sitio estaba iluminado y contaba con un sistema para que circulara el aire y un calentador.

Un agujero en el suelo de cemento del sótano conducía a un pozo que descendía 20 pies (6 metros) hasta los túneles que se ramificaban en unos 200 pies (60 metros) de longitud.

Los investigadores concluyeron que el incendio que acabó con la vida de Khafra se produjo por un enchufe defectuoso en dicho sótano.

Beckwitt ignoró las señales obvias de peligro y sacrificó la seguridad por el secreto, según los fiscales. Por su parte, el abogado defensor, Robert Bonsib, dijo a los miembros del jurado que el incendio fue un accidente, no un delito, y describió a su cliente como un "hombre idiosincrásico" pero "increíblemente brillante" que nunca tuvo intención de hacer daño.

Asesinato "con corazón depravado"

El fallo de la corte de apelación dice que el asesinato con corazón depravado requiere una "indiferencia extrema hacia el valor de la vida humana". Debe demostrarse que la persona cometió el homicidio deliberadamente.

La mayoría de los estados -incluido Maryland- consideran que matar a alguien de esta manera es una forma de asesinato en segundo grado, mientras que el homicidio involuntario por negligencia grave solo requiere "un desprecio gratuito e imprudente por la vida humana".

El primero es castigado con hasta 30 años de cárcel; el otro con hasta 10 años.

El panel dijo que Khafra no hubiera muerto si Beckwitt no hubiera dispuesto que trabajara en un entorno peligroso. Pero los jueces señalaron que los fiscales no presentaron pruebas de que los propios túneles fueran estructuralmente inseguros.

"Sin duda, ocultó intencionadamente a Khafra la ubicación de los túneles y respondió con apatía a los fallos eléctricos el día del incendio, pero no podemos concluir que el apelante se diera cuenta —o debería haberse dado cuenta razonablemente— de que su conducta era probable, si no segura, de causar la muerte", dice su fallo.

"En consecuencia, las pruebas fueron insuficientes para apoyar la condena por asesinato con corazón depravado", añade el documento.

La jueza del condado de Montgomery Margaret Schweitzer dijo a Beckwitt que su "arrogancia intelectual" condujo a la tragedia: "Usted pensó que todo estaría bien porque era muy inteligente", dijo durante la audiencia de sentencia, "pensó que podía arreglarlo todo".

Con información de The Associated Press y The Washington Post.