Por Gabe Gutiérrez - NBC News
La esposa de uno de los dos supervivientes de un mortal tiroteo y secuestro en México declaró que está contenta de que su marido esté vivo, pero “con el corazón roto por las otras dos familias que no pueden decir lo mismo”.
Eric Williams y LaTavia Washington McGee sobrevivieron al viaje a México en el que murieron otras dos personas, según funcionarios y familiares.
El grupo de cuatro estadounidenses -todos ellos amigos de la infancia- fue atacado en México el viernes cuando se encontraban en el país para realizar un procedimiento médico a uno de ellos, según las autoridades y la familia.
Dos de ellos fueron hallados muertos, y Williams y McGee fueron devueltos el martes a Estados Unidos, según informaron las autoridades mexicanas.
“Todos ellos se conocen de toda la vida. Son amigos de la infancia”, afirmó la esposa de Williams, Michelle Williams.
Los dos fallecidos han sido identificados por sus familiares como Shaeed Woodard y Zindell Brown.
El monovolumen del grupo fue tiroteado en Matamoros, en el estado de Tamaulipas, que se encuentra al otro lado de la frontera entre Estados Unidos y México desde Brownsville, Texas, y hombres armados se los llevaron en un vehículo, según ha informado el FBI.
Un funcionario de las fuerzas del orden con conocimiento del asunto ha declarado que los pistoleros del cártel podrían haberlos atacado en un caso de confusión de identidad.
El Procurador General de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, delcaró el martes que “cuando se trata de esta interacción parece que fue una confusión”, pero se está llevando a cabo una investigación.
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Los estadounidenses son de Carolina del Sur e iban en coche a México para que todos pudieran compartir las tareas de conducción, según sus familiares. La prima de McGee, Aliyah McCleod, dijo que iban a México para que uno de ellos pudiera someterse a un procedimiento médico.
El Departamento de Estado de EE.UU. advierte a los estadounidenses que no viajen a Tamaulipas debido al crimen organizado y los secuestros.
Michelle Williams dijo que supo por primera vez que algo iba mal el domingo.
“No supe nada hasta el domingo por la mañana, cuando vino el FBI. Todo me parecía surrealista. Al principio pensé que era como una estafa”, afirmó.
Williams es de Carolina del Sur, pero él y otros familiares viven ahora en Carolina del Norte, dijo su hermano mayor Robert.
“Es un tipo divertido”, dijo Robert Williams. “Es alguien con ganas de vivir. Y quiere hacerte la vida mejor, ponerte una sonrisa en la cara”, añadió.
Robert Williams vio a su hermano por última vez hace unas tres semanas y no tenía ni idea de que estaba en México, pero se sintió aliviado de que estuviera de vuelta en Estados Unidos.
“Lo único que sé es que está vivo. Y eso es lo más importante””, afirmó Robert Williams.
El gobernador del estado de Tamaulipas, Américo Villarreal, dijo en una conferencia de prensa el martes que los cuatro fueron encontrados esa mañana en una casa de madera cerca de una zona llamada La Lagunona, en Matamoros.
Un hombre de 24 años, originario de Tamaulipas, “vigilaba a las víctimas” y fue detenido.
Villarreal dijo que sus captores trasladaron a los cuatro estadounidenses a varios lugares en los días previos a que fueran encontrados.
Una ciudadana mexicana, una mujer de 33 años, también murió por una bala perdida, según Villarreal.
El FBI lo calificó el martes de “ataque horrible y violento” y comunicó que, junto con el Departamento de Estado, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés) y otras agencias, seguía investigando para averiguar los hechos de lo ocurrido.
“Haremos todo lo que esté en nuestras manos para identificar, encontrar y hacer rendir cuentas a los individuos responsables de este ataque contra ciudadanos estadounidenses”, declaró el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, en un comunicado.