El juez de primera instancia había permitido que solo otra acusadora testificara en el primer juicio de Cosby, cuando el jurado llegó a un punto muerto. Sin embargo, luego permitió que otras cinco acusadoras testificaran en el nuevo juicio sobre sus experiencias con Cosby en la década de 1980.
La Corte Suprema de Pennsylvania dijo que aquel testimonio corrompió el juicio, a pesar de que un tribunal inferior de apelaciones consideró apropiado mostrar un patrón característico de drogadicción y abuso sexual de mujeres.
Cosby fue la primera celebridad juzgada y condenada en la era #MeToo, por lo que la revocación podría hacer que los fiscales duden en llamar a testificar a acusadores adicionales en casos similares. Sin embargo, la ley de testimonios previos sobre actos delictivos varía según el estado, y este fallo solo aplica en Pennsylvania.
Los fiscales no dijeron de inmediato si apelarían o intentarían juzgar a Cosby por tercera vez.
Los jueces expresaron su preocupación no solo por casos de agresión sexual, sino por lo que ven como una tendencia cada vez mayor del poder judicial de permitir que los testimonios crucen la línea y se conviertan en ataques de carácter. La ley permite testimonios solo en casos limitados, por ejemplo, para mostrar un patrón delictivo tan específico que sirva para identificar al perpetrador.
En Nueva York, el juez que presidió el juicio del año pasado contra el magnate del cine Harvey Weinstein, cuyo caso provocó la explosión del movimiento #MeToo en 2017, permitió que otras cuatro acusadoras testificaran. Weinstein fue declarado culpable y sentenciado a 23 años de prisión. Ahora enfrenta cargos separados en California.
En el caso de Cosby, uno de sus abogados de apelación dijo que los fiscales presentaron pruebas demasiado vagas sobre una conducta que no era parte de la acusación, como los propios recuerdos de Cosby en su declaración sobre darle a las mujeres alcohol o una droga llamada quaaludes antes de sus encuentros sexuales.
"La presunción de inocencia simplemente no existía para él", argumentó Jennifer Bonjean, la abogada, ante el tribunal en diciembre.
En mayo, a Cosby se le negó la libertad condicional después de negarse a participar en programas para agresores sexuales en sus casi tres años en una prisión estatal. Durante mucho tiempo ha dicho que se resistiría a los programas de tratamiento y se negaría a reconocer sus malas acciones incluso si eso significaba cumplir la sentencia completa de 10 años.
Este es el primer año que era elegible para la libertad condicional bajo la sentencia de tres a 10 años dictada después de su condena de 2018.
El portavoz de Cosby, Andrew Wyatt, calificó esa decisión de la junta de libertad condicional como "espantosa".
Los fiscales dijeron que Cosby usó repetidamente su fama como "hombre de familia" para manipular mujeres jóvenes, presentándose como un mentor antes de traicionarlas.
Cosby, un innovador actor negro que creció en las viviendas subsidiadas de Philadelphia, hizo una fortuna estimada en 400 millones de dólares durante sus 50 años en la industria del entretenimiento. Su característica comedia sana y limpia y su sabiduría familiar impulsaron programas de televisión, libros y actos de comedia stand-up populares.
Cayó en desgracia en sus últimos años cuando empezó a sermonear a la comunidad negra sobre los valores familiares, y estaba intentando regresar a la industria del entretenimiento cuando fue arrestado.
“Había un nivel de confianza debido a su estatus en la industria y porque se presentaba como un moralista público”, argumentó a los jueces la fiscal adjunta de distrito Adrienne Jappe.
Cosby había invitado a Constand a una propiedad suya en Pennsylvania la noche que ella dijo que la drogó y agredió sexualmente.
Constand, una exjugadora de baloncesto profesional que trabajaba en la universidad donde estudió, acudió a la policía un año después. Las otras acusadoras conocían a Cosby a través de la industria del entretenimiento y no acudieron a la policía.