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Jacob Blake ya no está esposado a la cama de hospital donde se recupera de los 7 disparos de un agente

Este viernes, el departamento de Policía de Kenosha informó sobre la investigación judicial para aclarar por qué el joven negro de 29 años recibió los disparos por parte del agente blanco. Como consecuencia, Blake ha quedado paralizado de la cintura hacia abajo.

Jacob Blake ya no está esposado a la cama en el hospital donde se recupera después de que recibiera siete impactos de bala en la espalda en un altercado con la policía, y los agentes fueron retirados de su habitación en la tarde de este viernes.

"Obviamente, será más fácil para él, su personal médico y su familia ahora que se ha abordado el asunto", explicó el abogado Patrick Cafferty. "Podremos concentrarnos en el caso penal". El letrado también anunció que se pagó una fianza de 500 dólares por una orden de arresto contra Blake emitida en julio. En este momento, no hay cargos en contra de Blake sobre al altercado con la policía el domingo en Kenosha, Wisconsin, subrayó.

Blake, un hombre negro de 29 años, fue acusado de un delito grave de agresión sexual en tercer grado el 6 de julio, así como de alteración del orden público y allanamiento de morada, ambos delitos menores, según muestran los registros judiciales de Wisconsin. La orden de arresto en su contra se emitió al día siguiente.

Este viernes, el departamento de Policía de Kenosha informó sobre la investigación judicial para aclarar por qué Blake recibió los disparos por parte del agente blanco. 

Entre tanto, la familia del joven ha denunciado que éste se recupera de las heridas (que le han dejado paralizado de la cintura para abajo). Permanecía esposado a la cama, según la policía, por las órdenes de detención que  pesaban en su contra.

¿Cómo terminó Blake baleado por la policía?

El relato policial de lo ocurrido, revelado hoy, es como sigue: tres agentes acudieron a una vivienda en la tarde del domingo tras la llamada de una mujer para reportar que su novio estaba allí cuando no debería.  Intentaron entonces arrestar a Blake y tras un primer intento fallido, uno de los policías, Vincent Arenas, trató de usar su pistola eléctrica (taser, en inglés) pero no funcionó.

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Así, Blake siguió caminando hacia su vehículo, abrió la puerta y se inclinó hacia delante. Otro policía, Rusten Sheskey, le agarró de la camiseta y le disparó siete balazos por la espalda. Los agentes no llevaban cámaras corporales de grabación, según indica el comunicado policial.

Durante la investigación policial, Blake admitió tener un cuchillo, según la policía, que dice haberlo hallado dentro del vehículo. No fueron encontradas otras armas. Los agentes están de baja administrativa durante la investigación de lo ocurrido, en la que participa el FBI y la policía estatal de Wisconsin.

En declaraciones a la cadena CNN, un tío de Blake aseguró que éste se encontraba esposado a la camilla en la que se recupera de sus lesiones en el hospital de Wauwatosa. “Es un insulto añadido a la herida”, indicó Justin Blake, “está paralizado y no puede andar y lo tienen esposado a la cama, ¿por qué?”.

Según relató la cadena CBS, el portavoz policial David Wright explicó que sobre Blake pesaban órdenes de arresto por crímenes anteriores: allanamiento, abuso doméstico y sexual, y conducta desordenada.

El abogado de la familia, Patrick Cafferty, ha explicado esta tarde que se presentó una fianza de 500 dólares por la orden que pesaba contra él desde julio, y Blake ya no se encuentra esposado (además, había dos oficiales en su habitación en todo momento, según cuenta). “Obviamente, va a ser más fácil para él y para los médicos y su familia”, ha indicado el abogado, “podremos centrarnos en los méritos del caso criminal”.  

El excandidato presidencial demócrata Andrew Yang aseguró haber hablado con el padre de Blake, que, dijo, está contento de que su hijo esté ya consciente pero muy enojado porque estuviera “encadenado”, según las palabras que supuestamente empleó. Sus primeras palabras al despertar tras ser tiroteado fueron para preguntar por qué le habían disparado tantas veces, según dijo su padre a Yang.

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El gobernador de Wisconsin, Tony Evers, afirmó que no podía ni imaginar por qué Blake estaba esposado: “No puedo entender por qué sería necesario”. “Esperaría que pudiéramos encontrar una forma mejor de ayudarle a recuperarse”, añadió, “parece ser un mal remedio”.

Disturbios y un atentado que dejó dos muertos 

El tiroteo contra Blake provocó actos de repulsa en Wisconsin y otros lugares del país. En la noche del martes, un joven de 17 años mató a dos personas en Kenosha durante esas protestas y luego pudo escapar sin ser detenido hasta horas después.

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Kyle Rittenhouse fue arrestado en Illinois. Un juez pospuso este viernes hasta el 25 de septiembre su audiencia de extradición a Wisconsin, para enfrentar cargos por homicidio. Será juzgado como adulto en ese estado y podría ser condenado a cadena perpetua.

Rittenhouse usó un rifle semiautomático para disparar contra Joeseph Rosenbaum, de 36 años, y Anthony Huber, de 26 que fallecieron. Además, también resultó herido Gaige Grosskreutz, de 26. Videos en redes sociales indican que el presunto asesino enalteció el uso de armas de fuegos, a la policía y al presidente, Donald Trump, en sus publicaciones en internet.

La Unión de Libertades Civiles (ACLU, en inglés) ha exigido la dimisión del jefe de policía de Kenosha después de que pareciera responsabilizar a las víctimas por haber violado el toque de queda impuesto para frenar las protestas.

También ha pedido la marcha del sheriff del condado de Kenosha, David Beth, que, en otro incidente no relacionado con los anteriores, apostó por encerrar de por vida a tres jóvenes negros acusados de robar ropa para que así no pudieran tener hijos y la vida del resto de ciudadanos pudiera “ser mejor”, según el diario The Washington Post