El multimillonario Robert Durst acusado del asesinato de su íntima amiga Susan Berman, volvió a enfrentar un juicio tras una pausa de 14 meses debido a la pandemia.
El hombre de 78 años, llegó sentado en una silla de ruedas, vestido con una chaqueta azul. Parpadeaba de vez en cuando pero en su rostro cubierto por una mascarilla blanca no se apreciaba ningún signo de emoción.
El juicio se reanudó esta semana en Inglewood, California. Durst volvió a escuchar la declaración de apertura de la fiscalía otra vez para recordar a los jurados las pruebas. El caso se volvió conocido tras la serie documental de HBO The Jinx: The Life and Deaths of Robert Durst (La vida y muertes de Robert Durst) que salió en 2015.
[Millonario Robert Durst es arrestado tras confesar homicidios en un programa de HBO]
La teoría de la fiscalía es que Durst mató a su amiga en 2000 para asegurarse de que nunca lo implicara en el presunto asesinato de su primera esposa, Kathleen Durst, en 1982. El estado busca demostrar que Durst confesó a Berman que mató a su esposa y que para evitar que ella lo contara a las autoridades, la mató.
Durst nunca ha sido acusado de matar a su esposa y negó estar implicado en su desaparición.
Y, durante muchos años, negó haber matado a Berman. Pero recientemente admitió que descubrió el cadáver de su amiga, entró en pánico y huyó. También admitió haber escrito una carta anónima a la policía informando que había un “cadáver” en la casa de Berman.
"Había pistas por todas partes"
Su abogado, Dick DeGuerin, está usando en su defensa otro asesinato cometido por su cliente hace muchos años. En 2001, Durst fue acusado de matar en defensa propia a Morris Black en Galveston, Texas, y de desmembrarlo para ocultar la evidencia. Su abogado alega que la forma tan “amateur” en que lo desmembró es muy diferente a como fue encontrado el cuerpo de Susan Berman o a la forma en que desapareció su esposa, sin dejar ninguna pista.
El cuerpo de Black fue hallado en una bolsa de basura que flotaba en la bahía de Galveston; una de las partes del cuerpo tenía un recibo con el nombre de Durst, además había sangre del vagabundo en su coche y se encontró ADN de Durst en la escena del crimen.
"Había pistas por todas partes. Cientos de pistas", dijo DeGuerin a los miembros del jurado en la Corte Superior del condado de Los Ángeles. "Significativamente diferente de quien mató a Susan Berman. Significativamente diferente de la desaparición sin rastro de Kathie Durst", agregó.
Mientras tanto, los fiscales están utilizando el asesinato de Black como prueba de que Durst también mató a Berman en sus esfuerzos por evitar el enjuiciamiento en el presunto asesinato de su esposa en Nueva York en 1982.
El fiscal adjunto John Lewin dijo el martes que los tres asesinatos están entrelazados y que Berman y Black fueron asesinados para ayudar a encubrir el asesinato de la esposa de Durst.
[California investigará la muerte de un latino a manos de la policía]
"En esencia, los tres están interrelacionados", dijo Lewin. "Todo comienza con la desaparición de Kathie Durst", enfatizó.
"Kathie Durst desapareció sin dejar rastro", dijo DeGuerin. "Era y es un misterio", añadió.
Durst había huído de Nueva York y se había escondido en Texas en noviembre de 2000, después de que los fiscales de Westchester reabrieran la investigación sobre la presunta muerte de Kathie Durst. Se disfrazó de mujer muda y alquiló un apartamento junto a Black.
Este fue asesinado porque descubrió la identidad de Durst, afirmó Lewin.
Quién era Berman
Berman (Minneapolis, 1945) era una escritora, hija de un mafioso de Las Vegas. Había sido la mejor amiga de Durst desde que se conocieron en el campus de la Universidad de California, en Los Ángeles, en la década de 1960.
Se describía a sí misma como "una princesa de la mafía", contó una amiga suya a Los Angeles Times.
Su madre era una glamorosa bailarina de claqué y su padre un mafioso que ayudó a dirigir las operaciones de juego de la mafia en la Ciudad del Pecado, según las memorias de Berman 'Easy Street: La verdadera historia de una familia de la mafia'.
Él murió de una operación colorrectal y ella se suicidó. La madre de Durst también saltó de su casa de Nueva York cuando él tenía dos años. Esas historias los unieron.
Las pistas del documental
El documental ha marcado el tono del juicio por el asesinato de Berman.
Cuando grabó el documental, Durst dejó su micrófono encendido cuando fue al baño y lo grabaron diciendo "¿Qué demonios he hecho? Matarlos a todos, por supuesto".
En 2019, el periódico The New York Times publicó una transcripción del audio sin editar que muestra que las dos frases fueron tomadas de un discurso mucho más largo y editadas. La defensa alegó que la grabación de Durst fue "manipulada" para que sonara más convincente y entretenida.
Con información de AP, MSNBC y Los Angeles Times.