Un comediante trans, una madre que se divertía con una amiga, una mujer trans, el bartender del club y un aliado de la comunidad LGBTQI+ son las cinco víctimas mortales del tiroteo del sábado en el club gay Q en Colorado Springs, Colorado. Las autoridades confirmaron su identidad este lunes en rueda de prensa. El presunto asesino, de 22 años, abrió fuego hasta ser neutralizado por clientes. Este lunes le impusieron cargos por crímenes de odio.
Ashley Paugh
Ashley Paugh culminaba una visita a Colorado Springs con una noche de diversión en el Club Q cuando el pistolero abrió fuego, según confirmó su hermana a la cadena de noticias NBC News.
Stephanie Clark explicó que Paugh, de 35 años, era una madre y esposa cariñosa dedicada a su familia, incluida su hija de 11 años.
“Mi sobrina está devastada”, relató Clark, que añadió que Paugh “vivía para su hija”. En una entrevista telefónica, Clark describió el intenso remolino de emociones por la muerte de su hermana.
“Simplemente no me parece real”, agregó, “tenemos el corazón roto. Estamos tristes. Estamos enojados, furiosos”.
Paugh, que no formaba parte de la comunidad LGBTQ, pasó el sábado en Colorado Springs con una amiga. Habían manejado desde La Junta (Colorado). Comieron algo, fueron de compras y planearon terminar la noche en el Club Q, donde esperaban que actuara un comediante, según Clark.
Clark dijo que el Día de Acción de Gracias será extraordinariamente difícil sin Paugh. “Nada será lo mismo sin ella”, afirmó, “ahora mismo, no quiero reír. Era una persona cariñosa y atenta que haría cualquier cosa por cualquiera. La vamos a echar mucho de menos”.
Daniel Aston
En una noche cualquiera en el Club Q, se podía ver a Daniel Aston soltándose y deslizándose por el escenario sobre sus rodillas entre gritos y alaridos. El local proporcionó a Aston, un hombre transgénero de 28 años y autoproclamado Master of Silly Business, las actuaciones liberadoras que llevaba tiempo buscando.
Su madre, Sabrina Aston, vacilaba entre el tiempo pasado y el presente al hablar de su hijo el domingo por la noche en su casa de Colorado Springs.
“Estamos en shock, hemos llorado un poco, pero luego pasas por esta fase en la que estás como adormecido, y estoy seguro de que nos golpeará a la puerta de nuevo”, afirmó a Aston a la agencia de noticias The Associated Press. “Sigo pensando que es un error, que se han equivocado y que realmente está vivo”, añadió.
El afán de su hijo por hacer reír y animar a la gente empezó de niño en Tulsa (Oklahoma), cuando se ponía elaborados disfraces, como el de la bestia de La Bella y la Bestia, usaba sombreros extraños y escribía obras de teatro representadas por los niños del barrio.
Tras salir del armario con su madre, asistió a la Northeastern State University de Tahlequah, Oklahoma, y se convirtió en presidente de su club LGBTQ. Organizó actos de recaudación de fondos con producciones cada vez más llamativas — “No se limitaba a estar de pie y hacer playback”, explica Sabrina Aston.
Hace dos años, Aston se trasladó de Tulsa a Colorado Springs (donde se habían instalado sus padres) y empezó a trabajar en el Club Q como mesero y animador.
“[Los espectáculos de Daniel] son geniales. Todo el mundo tiene que ir a verle”, recuerda su madre. “Iluminaba la sala, siempre sonriendo, siempre alegre y tonto”, dijo.
Se enteró del ataque a las 2 de la madrugada del domingo, cuando sonó el teléfono. Era uno de los amigos de su hijo que le comunicaba la noticia de que se había producido un tiroteo en el Club Q y que su hijo estaba en el Hospital Memorial.
Sabrina y Jeff Aston corrieron al centro médico, donde primero les pidieron que esperaran fuera, luego en una sala de espera y finalmente en una sala privada donde un detective les hizo preguntas mientras las autoridades trabajaban para identificar los cuerpos.
Sabrina Aston contó al detective los tatuajes de su hijo, entre ellos un corazón en el brazo izquierdo, atravesado por una flecha y envuelto en una cinta en la que se leía “mamá”.
La pareja fue enviada a casa sin ninguna actualización.
“Pensamos que sólo se había hecho daño”, afirmó su madre.
Cuando un detective y un defensor del paciente llamaron a su puerta más tarde esa mañana, Sabrina Aston afirmó que pensó en los soldados que se dirigían a las casas de las viudas aún inconscientes en tiempos de guerra. Ella sabía lo que había pasado.
Los padres entraron en estado de shock, las lágrimas fluyeron y se adormecieron: “Es una pesadilla de la que no puedes despertar”.
Kelly Loving
Las autoridades confirmaron que Kelly Loving, de 40 años, es otra de las víctimas del tiroteo y fue asesinada minutos después de hablar con un amigo a través de FaceTime.
Loving era una mujer trans. Su hermana afirmó al diario TheNew York Times que se enteró de la muerte el domingo a través del FBI.
"Iba a estar en mi casa para el Día de Acción de Gracias este próximo jueves y, ahora, es una persona menos en mi mesa", afirmó Natalee Skye Bingham, quien se identificó como una amiga cercana.
Bingham aseguró que Loving “era como una madre” para ella.
“En la comunidad gay, uno crea sus familias, así que es como si hubiera perdido a mi verdadera madre, casi”, añadió.
Derrick Rump
Rump era el bartender del Club Q. Quienes lo conocía lo describen como "el corazón del Club".
"También era un poco tímido y un poco retraído, pero era muy curioso y tenía un buen sentido del humor", dijo Bryant Ragan al diario local The Denver Post, quien lo conoció durante un evento en Colorado College.
Agregó que "siempre fue muy alegre, cálido y generoso".
Rump, cuya página de Facebook ha sido transformada como un memorial virtual, vivió en Pennsylvania y se graduó en 2002 del Colegio Kutztown Area Senior.
Con el tiempo se mudó a Colorado y trabajó como camarero en el Club Q, según contó su amiga Jessi Hazelwood al medio citado.
Greg Resha, exDJ del Club Q y organizador de la colecta virtual en la página GoFundMe para apoyar al club y a las víctimas, dijo que Rump "periódicamente se subía a una caja y simplemente se ponía a bailar".
"Realmente era el corazón del Club Q", dijo Resha. "Cada vez que hablaba con alguien en las vigilias o en los funerales de ayer, eso era lo que se repetía. Y lo que la gente seguía diciendo sobre Derrick era que realmente era el corazón del Club Q. Y es... es simplemente devastador que haya desaparecido".
Raymond Green Vance
Vance nació en Chicago, tenía 22 años, vivía en Colorado Springs y ésta era la primera vez que asistía a la discoteca. Según un comunicado emitido por su familia, Vance no era parte de la comunidad LGBTQI, pero se consideraba un "aliado".
Sus familiares lo describieron como un "joven amable y desinteresado con toda su vida por delante", según el obituario del periódico local The Denver Post.
Su madre dijo que era "un joven popular y muy querido, que nunca se metía en problemas y tenía muchos amigos".
Recientemente había conseguido un trabajo en un centro de distribución de FedEx en Colorado Springs. Quería ahorrar dinero para un departamento, pero mientras tanto vivía con su madre y su hermano pequeño.
Kassy Fierro, la novia de Green, escribió el lunes varias publicaciones en Facebook en su memoria. Ambos estuvieron juntos durante cinco años y cuatro meses.
"Mi dulce bebé. Nunca podré curarme de esto", escribió.
Dos "héroes" detuvieron el tiroteo
Richard Fierro, un veterano del Ejército, fue una de las dos personas que abordaron y sometieron al atacante del Club Q.
Su esposa, Jessica Fierro, describió el lunes las acciones heroicas de su esposo a nuestra cadena hermana NBC News.
"Mi marido derribó al atacante", dijo la esposa sobre el sospechoso que tenía un rifle estilo AR-15 y llevaba un chaleco antibalas. "Mi marido le quitó las armas de las manos y cogió la pistola y, literalmente, empezó a golpear al tipo con ella".
Fierro dijo que el novio de su hija estaba entre los fallecidos.
La familia estaba en el Club Q para celebrar el cumpleaños de un amigo.
Thomas James es el segundo hombre que ayudó a detener al atacante. Hasta el momento no se ha dado más información sobre él.
Con información de NBC News y The Associated Press