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La porrista baleada en Texas al equivocarse de auto explica cuándo supo que "algo iba mal" y cómo intentó ayudar a sus amigas

La adrenalina le impidió saber la gravedad de su estado hasta que empezó a vomitar sangre. Pese a ello, se centró en mantener la calma. El latino que le disparó fue puesto en libertad.

Por Marlene Lenthang — NBC News

Payton Washington, la porrista herida de gravedad de tres balazos en Texas luego de que una amiga se metiera accidentalmente en el auto equivocado en abril, dijo en una entrevista emitida este viernes que ni siquiera vio al hombre que le disparó, y explicó que intentó mantener a sus amigas tranquilas incluso mientras se desangraba. 

La joven, de 18 años, fue alcanzada por dos balas en la nalga y una en la espalda el 18 de abril en el aparcamiento de un supermercado H-E-B en Elgin que le servía de punto de encuentro a ella y a sus tres amigas después de los entrenamientos de cheerleader.

Su amiga Heather Roth entró por error en un auto que pensó que era el suyo antes de darse cuenta de que había un hombre en el asiento del copiloto y salir rápidamente. Ese hombre, identificado por la policía como Pedro Tello Rodríguez Jr, de 25 años, se acercó entonces al vehículo en el que iban las chicas y abrió fuego.

Payton Washington
Payton WashingtonBaylor University via AP

“Estaba enviando mensajes de texto y comiendo Twizzlers”, dijo Washington en una entrevista al programa Good Morning America de ABC News cuando comenzó el tiroteo, “sinceramente ni lo vi”.

“Oí de fondo lo que estaba pasando, pero no pensé que fuera a ser tan grave como fue. Ella no paraba de decir ‘lo siento, lo siento’, fue lo último que dijo realmente”, relató.

Tras oír el primer disparo la joven “se giró inmediatamente”. “No sabía de dónde venía ni nada, pero como era tan fuerte que me zumbaban los oídos, supe que tenía que girarme y hacer algo”, dijo.

Las chicas se alejaron a toda velocidad del lugar en su auto y fue entonces cuando Washington se dio cuenta de que le costaba respirar, pese a que la adrenalina había mitigado el dolor de los balazos, según contó. “Intentábamos escapar lo más rápido posible. Las otras chicas gritaban. Me decía a mí misma que no respirara. Me costaba respirar por el diafragma”, explicó.

A pesar de las heridas, se centró en mantener la calma entre sus amigas. “Intentaba que los demás estuvieran lo más tranquilos posible. Me daba cuenta de lo tristes y asustados que estaban. Cuanto más tranquila estés, más tranquilo estará tu cuerpo”, dijo, “por supuesto que daba miedo, pero no iba a actuar como si estuviera asustada”.

Se dio cuenta de que había sangre en el asiento del copiloto, pero no podía distinguir dónde estaban las heridas debido a su subidón de adrenalina. Cuando pararon, empezó a vomitar.

"Estaba vomitando sangre y pensé: 'Esto no es normal'. Fue entonces cuando supe que algo iba mal”, explicó la joven.

Fue trasladada a la UCI de un hospital en estado crítico y entonces supo que tenía el bazo destrozado y dos agujeros en el estómago y el diafragma. En su tratamiento, los médicos tuvieron que extirparle un lóbulo del páncreas y le pusieron 32 grapas en el cuerpo.

Su amiga Heather Roth fue rozada por una bala; las otras dos jóvenes en el auto no resultaron heridas físicamente.

Washington, campeona de porristas, estaba decidida a recuperar fuerzas, pero no fue fácil. “Fue duro. Te duele mucho caminar o estar de pie cuando una semana antes estabas dando volteretas, corriendo en la pista y haciendo salto de longitud”, declaró.

“No puedo levantarme de la cama sola, no me puedo levantar del sillón", dijo, "no puedo estar de pie sola, subiendo las escaleras me quedaba sin aliento. Cosas en las que nunca habías pensado antes”.

Su padre, Kelan Washington, dijo previamente a NBC News que su hija es fuerte y tiene una “innegable voluntad de no conformarse con nada.” “Payton ha logrado todo lo que tiene con un solo pulmón [desde] que nació. Es muy fuerte”, dijo.

Cinco semanas después del ataque, Washington ha hecho grandes progresos en su recuperación ,y pudo ponerse toga y birrete y unirse a sus amigos en la graduación de la escuela secundaria.

Ahora es optimista para su futuro, decidida a volver a sus pasiones de animación y volteretas este verano y dispuesta a asistir a la Universidad de Baylor en otoño.

Rodríguez Jr. fue acusado de conducta mortal, un delito grave de tercer grado, según informó la policía de Elgin tras el ataque. Según los registros de la cárcel, fue puesto en libertad el 12 de mayo con una fianza de 100,000 dólares.

Su abogado, Charlie Baird, dijo en un comunicado el viernes que Rodríguez estaba empleado en el H.E.B. y fue víctima de un robo en un coche en el pasado. Se asustó cuando una de las jóvenes entró en su coche y pensó que le iban a robar, dijo Baird.

Su fianza se redujo de 500,000 dólares a 100,000 dólares tras una vista “en la que el juez escuchó las pruebas relativas a las circunstancias de este incidente y conoció los vínculos de Pedro con la comunidad y su falta de antecedentes penales”, dijo Baird. 

“Pedro desea a la señora Washington una completa y rápida recuperación”. 

Washington dijo que no está centrada en el agresor. “Él hizo lo que hizo y yo sólo voy a tratar de superarlo. No tiene sentido que piense realmente en lo que hizo”, dijo Washington.

En lugar de eso, quiere que su historia sea un mensaje de esperanza para los demás. “Puedes hacer cualquier cosa si te esfuerzas y perseveras”, afirmó. “No dudes de ti misma nunca. Porque puedes hacer cualquier cosa siempre que pongas tu 120% en ello”, agregó.