Seis personas, entre ellas una joven madre de 17 años y su bebé de 6 meses, murieron en un tiroteo ocurrido la madrugada del lunes en una casa de un pequeño pueblo de mayoría latina del Valle Central de California. Las autoridades buscan al menos a dos sospechosos.
Los agentes acudieron a una residencia en Goshen, una localidad rural de unos 3,000 habitantes a unas millas al este de Visalia, en respuesta a una alerta de múltiples disparos cerca de las 3:30 de la madrugada, según informó la Oficina del Sheriff del condado de Tulare (a 35 millas de Fresno, en el valle agrícola de San Joaquín).
El sheriff Mike Boudreaux explicó que inicialmente se pensó que había un tirador activo en la zona "por la cifra de disparos que se estaban haciendo".
"Los agentes llegaron al lugar unos siete minutos más tarde [del aviso] y observaron que había dos víctimas aparentemente muertas en la calle. Los agentes comenzaron a pedir más ayuda y localizaron a una tercera víctima de un tiroteo en la puerta de la residencia de donde procedían los disparos. Cuando los agentes comenzaron a buscar en la zona, desgraciadamente, empezaron a encontrar múltiples víctimas en el lugar", relató.
Tres víctimas más fueron halladas en el interior de la vivienda, entre ellas un hombre que seguía con vida y al que se le practicó un masaje cardíaco, pero que falleció más tarde en un hospital, añadió.
La madre y su bebé murieron de un disparo en la cabeza, agregó.
Las autoridades buscan a dos sospechosos por un crimen que consideran que no fue al azar.
"Creemos que no se trata de un acto de violencia aleatorio. Creemos que una familia era el objetivo. Creemos que hay asociaciones de bandas implicadas en el tiroteo, así como posibles investigaciones sobre narcóticos", aseguró Boudreaux.
"Creo que está específicamente relacionado con un cártel. El nivel de violencia... Esto no lo hace alguien de una banda cualquier", dijo en declaraciones al diario Los Angeles Times.
Agentes del sheriff ejecutaron la semana pasada una orden de registro vinculada con drogas en la casa donde ocurrieron los asesinatos, dijo Boudreaux.
Las autoridades desplegaron "todos los recursos" posibles para que la investigación avance lo más rápido posible. Al lugar de los hechos acudieron miembros del laboratorio criminalístico, de la unidad forense y detectives especializados en homicidios.