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"Los vio morir", dice la madre de una sobreviviente del secuestro en México

Uno de los estadounidenses atacados en Matamoros no quería hacer el viaje, según relata su hermana. Familiares recuerdan cómo los cuatro jóvenes eran amigos de la infancia.

Una joven que sobrevivió al secuestro de cuatro estadounidenses en México vio cómo asesinaban a su amigo y a su primo, según contó su madre a la cadena de noticias CNN. Los cuatro jóvenes eran amigos de la infancia, según relataron sus familiares. Uno de ellos, que murió en el ataque en Matamoros, no quería hacer este viaje.

LaTavia McGee, Eric Williams, Zindell Brown y Shaeed Woodard fueron secuestrados el viernes tras quedar atrapados en el fuego cruzado entre dos bandas criminales en esa ciudad fronteriza, en el estado mexicano de Tamaulipas.

Sólo Eric Williams y LaTavia McGee sobrevivieron. Los cuerpos de Shaeed Woodard, de 33 años, y Zindell Brown, de unos 20, serán devueltos a Estados Unidos tras el trabajo forense en la morgue de Matamoros, según el gobernador estatal, Américo Villarreal Anaya.

[Autoridades mexicanas reconocen que esperaron cuatro días para empezar a buscar a los estadounidenses]

Latavia Washington y Eric Williams.
Los sobrevivientes del ataque, Latavia McGee y Eric Williams.WMBF / Cortesía de Michelle Williams

“Estaba bien, hablé con ella anoche”, dijo a CNN Barbara Burgess, la madre de McGee "Dijo que los otros empezaron a correr y que les dispararon al mismo tiempo, a todos les dispararon al mismo tiempo y ella los vio morir”, relató la mujer, que añadió que ver a su hija “arrojada al camión como basura” le rompió el corazón.

No quería hacer el viaje

Por su parte, Zalandria, hermana de Brown dijo que el joven no quería hacer el viaje al otro lado de la frontera. "Zindell no paraba de decir: ‘No deberíamos bajar", declaró a la agencia de noticias The Associated Press. Y añadió que su muerte ha sido "como un mal sueño del que desearías poder despertar".

Los cuatro estadounidenses fueron atacados en México el viernes, adonde habían viajado de Carolina del Sur para un procedimiento médico de una de ellos, según las autoridades y la familia.

“Todos ellos se conocen de toda la vida. Son amigos de la infancia”, afirmó la esposa de Williams, Michelle Williams, según reportó la cadena de noticias NBC News.

La camioneta de los jóvenes de Carolina del Sur se estrelló y fue tiroteada poco después de que cruzaran a la ciudad fronteriza el viernes, mientras las facciones de los cárteles de la droga recorrían las calles, dijo el gobernador. Una bala perdida mató también a una mujer mexicana a un bloque, según reportó The Associated Press.

Los jóvenes fueron arrastrados en una camioneta y trasladados de un lado a otro “para crear confusión y evitar los esfuerzos por rescatarlos”, explicó el gobernador. Fueron hallados el martes en una choza de madera, custodiada por un joven de 24 años que fue detenido, en una zona rural al este de la ciudad llamada Ejido Tecolote, en el camino hacia el golfo conocido como Playa Bagdad, según el fiscal jefe del estado, Irving Barrios.

Los sobrevivientes regresan a EE.UU.

Los dos sobrevivientes fueron trasladados de vuelta a Estados Unidos el martes en Brownsville, el extremo sur de Texas y justo al otro lado de la frontera de Matamoros. El convoy de ambulancias y todoterrenos iba escoltado por humvees del Ejército mexicano y camiones de la Guardia Nacional con ametralladoras montadas.

El gobernador dijo que Eric Williams recibió un disparo en la pierna izquierda pero su vida no corre peligro. “Es un gran alivio”, dijo Robert Williams, su hermano de Eric, de 38 años, “estoy deseando volver a verle y poder hablar con él”.

La hipótesis de las autoridades mexicanas es “que se trató de una confusión, no de un ataque directo”, dijo el fiscal del estado.

Los atacantes introdujeron a uno de los estadounidenses en la caja de una camioneta blanca y luego arrastraron y cargaron a los otros tres, mientras otras personas aterrorizadas se sentaban en silencio en sus autos, esperando no llamar la atención de los criminales.

Los tiroteos ilustran el terror que reina desde hace años en Matamoros, ciudad dominada por facciones del poderoso cártel de la droga del Golfo que a menudo se enfrentan entre sí. En medio de la violencia, miles de mexicanos han desaparecido sólo en el estado de Tamaulipas.

"Se callan como momias"

El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que se castigaría a los responsables y se quejó de la cobertura de medios estadounidenses sobre los jóvenes acusándolos de sensacionalismo mientras que cuando mueren mexicano "se callan como momias".

“Realmente lamentamos que esto ocurra en nuestro país”, dijo, añadiendo que el Gobierno estadounidense tiene todo el derecho a estar molesto por la violencia.

El fiscal general estadounidense Merrick Garland, culpó de las muertes a los cárteles de la droga: las autoridades federales, dijo, "están haciendo todo lo posible para desmantelar, desarticular y, en última instancia, procesar a sus líderes y a todas las redes de las que dependen”, declaró Garland. El FBI había ofrecido una recompensa de 50,000 dólares por la detención de los captores de los jóvenes.