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Lo que se sabe sobre el bebé que fue hallado muerto en la basura en una cárcel de México

El hallazgo de un bebé en un penal de Puebla deja muchas preguntas sin responder: ¿Quién era? ¿Cómo llegó hasta allí? ¿Por qué tenía marcas de cirugía en el apéndice?

El hallazgo de un bebé muerto en un contenedor de basura de una prisión mexicana en el estado de Puebla el pasado 10 de enero ha conmocionado al país, cuyas autoridades siguen buscando explicaciones más de una semana después.

Esto es lo que se sabe hasta el momento:

El 14 de enero, la Asociación Civil Reinserta, una organización sin fines de lucro que promueve la rehabilitación social de las personas en condición de cárcel, en particular de los niños y adolescentes, denunció el hallazgo del cadáver de un bebé en un bote de basura en el penal de San Miguel.

Fotografía de archivo de una vista general del Centro Federal de Readaptación Social en Puebla
Fotografía de archivo de una vista general del Centro Federal de Readaptación Social en Puebla.Luis Torres / EFE

El hallazgo lo hizo un interno de centro, no las autoridades.

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Según explicó la organización civil, un reo que trabajaba en los contenedores de material de plástico reciclable, conocido como PET, encontró el cuerpo del bebé cubierto con cal y dentro de una bolsa.

Como notaron una incisión en el abdomen del bebé muerto, se especuló que el niño podría haber sido "usado para ingresar droga al penal", según denunció Saskia Niño de Rivera, presidenta de Reinserta.

Según las autoridades del estado, el menor ingresó al penal de manera irregular, puesto que no hay registro de su ingreso y por la pandemia de coronavirus no se permite la entrada de menores.

“¿Cómo puede ser que las autoridades no se hayan dado cuenta que ingresó un menor muerto o vivo y que nunca egresó del penal? Entonces, ¿dónde están los protocolos de ingreso de los niños que están adentro, quién ve que los niños que están adentro de la cárcel estén en un ambiente sano, controlado?” cuestionó Niño de Rivera en una entrevista con Milenio Televisión.

“El penal de San Miguel es conocido por su autogobierno; tan sólo el pasado 6 de diciembre un preso fue brutalmente asesinado y el 28 de diciembre se registró una riña entre internos”, agregó la defensora de los derechos humanos.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) hizo un pronunciamiento al día siguiente de que se divulgara la noticia, aunque las autoridades estatales no se pronunciaron sino hasta un día más tarde.

El órgano autónomo solicitó a las autoridades estatales y penitenciarias que mantuvieran la escena sin alterar y aseguraran las pruebas a fin de que se pudiera realizar una investigación a fondo.

"La CNDH, además de repudiar tales actos y el destino del cuerpo del menor, hace un llamado puntual a la Fiscalía General del estado de Puebla a efecto de realizar una investigación seria, comprometida, diligente y eficaz", declaró el organismo.

"Un asunto siniestro"

El 17 de enero, el gobernador del estado de Puebla, Miguel Barbosa, aseguró en una rueda de prensa que estaban investigando qué hacía el cuerpo del bebé “en uno de los contenedores” del reclusorio San Miguel.

“Es un hecho gravísimo que está en proceso de investigación y he estado en contacto permanente con la Fiscalía [estatal] para conocer algunos detalles”, declaró.

Barbosa dijo que el bebé tenía seis días de nacido y aseguró que no había nacido dentro de la cárcel, sino que había sido trasladado allí por alguien, uno de los puntos clave de las averiguaciones.

Sin embargo, la Dirección Nacional de Difusión de los Derechos Humanos aseguró que el bebé tenía tres meses de edad.

No está claro quiénes son sus padres.

El mandatario estatal confirmó que el recién nacido tenía una cirugía en el apéndice, aunque no aclaró si fue hecha por una intervención médica o para traficar drogas, como se ha especulado.

Barbosa dijo que no podía revelar más información para no entorpecer la investigación.

“De todos estos detalles, la Fiscalía está avanzando”, aseguró el mandatario estatal, que calificó el asunto de “muy grave” y “siniestro”.

El Centro de Reinserción Social de San Miguel, Puebla, en México, en una foto de archivo
El Centro de Reinserción Social de San Miguel, Puebla, en México, en una foto de archivo.Milenio

Duda sobre la fecha en que se encontró al bebé

La Comisión estatal de Derechos Humanos de Puebla (CDH) ha dicho que el bebé fue hallado el lunes 10 de enero y no el martes 11 de enero, como han asegurado la organización Reinserta y la comisión de derechos humanos federal, la CNDH.

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En una entrevista con Milenio, José Félix Cerezo Vélez, presidente de la CDH, afirmó que a través de entrevistas con el personal penitenciario habían confirmado la fecha correcta:

La persona que nosotros entrevistamos, que fue quien encontró la bolsa, dice que lo encontró el día lunes 10 (de enero), y aparentemente él nos dice cómo lo encuentra, como está en una foto, con gorro y sangre, aparentemente ya no tenía vida, eso lo determina la necropsia que dará hora aproximada de muerte, eso será medular pero no la tengo porque se lo tengo que pedir a la Fiscalía".

Un penal plagado de irregularidades

El penal de San Miguel alberga una población de más de 3,000 reclusos hombres y al menos 350 mujeres, lo que representa una sobrepoblación del 40%.

El centro de readaptación tiene un amplio historial de irregularidades y escándalos. El pasado 6 de diciembre un interno fue asesinado a golpes por compañeros que trataban de extorsionarlo. Y una semana antes, hubo un motín en el que varios reclusos resultaron heridos.

A fines de 2019, la CNDH reveló que los internos llevaban a cabo "celebraciones" los fines de semana autorizadas por las autoridades del penal, en las que prostituían a las internas y consumían drogas.

Con información de EFE.