La Fiscalía del condado de Oakland, Michigan, presentó este viernes cargos de homicidio involuntario contra James y Jennifer Crumbley, los padres del estudiante acusado de matar a cuatro compañeros y herir a otras siete personas en un tiroteo perpetrado en una escuela secundaria de la localidad de Oxford el pasado martes.
"El atacante fue el que entró en la escuela y disparó el arma, pero hay otros implicados y mi intención es que respondan por ello", anunció la fiscal Karen McDonald.
"Reitero que la tenencia de armas es un derecho y ese derecho conlleva grandes responsabilidades", apuntó en una rueda de prensa, "y, cuando no se asumen, hay consecuencias criminales".
La investigación ha desvelado que Ethan Crumbley, de 15 años, dio señales de ser "una persona peligrosa y de que estaba perturbado" en los días anteriores a la masacre.
La fiscal admitió que es poco común imputar a los padres de un menor acusado de un tiroteo, pero, "en este caso en particular", dijo, "los hechos son muy claros".
"No creo que eso sea una interpretación inusitada cuando se le da acceso a un niño a un arma mortal, [cuando hay] mensajes y dibujos diciendo explícitamente lo que iba a hacer. Espero que los padres tengan humanidad y eviten una potencial tragedia", subrayó.
La compra del arma homicida
James Crumbley adquirió el 26 de noviembre, acompañado por su hijo, una pistola semiautomática Sig Sauer de 9 mm. Ese mismo día, el joven colgó en redes sociales una foto presumiendo del arma: "Recibí mi nuevo regalo hoy".
Horas antes del tiroteo, los padres de Ethan habían sido convocados en la escuela después de que un profesor encontrara unos dibujos en los que aparecía un arma, balas y una persona sangrando. También había frases como "Mi vida no tiene sentido", "El mundo está muerto" o "Ayúdenme".
Días antes, otro profesor había alertado a los responsables de la escuela tras haberle visto buscando munición en su teléfono celular. Al ser informada, su madre le mandó un mensaje diciendo: "No estoy molesta contigo, tienes que aprender a que no te agarren".
Durante la reunión en la escuela, la pareja fue instada a llevar a su hijo en las siguientes 48 horas a un psicólogo para ser valorado y recibir atención. Sin embargo, ambos se negaron a llevarse en ese momento a su hijo, quien regresó a clase, y no informaron a los responsables educativos de que en su casa había una pistola.
Pocas horas después ocurrió la tragedia.
Cuando supieron del tiroteo, la madre le envió un mensaje que decía "Ethan, no lo hagas", pero ya era tarde; el padre, por su parte, llamó al teléfono 911 de emergencias informando de la desaparición de un arma y sugiriendo que su hijo podía ser el atacante.
"El arma recuperada en la escuela es la misma que compro el padre en presencia de su hijo", aclaró la fiscal. "Esa mañana, viendo esos dibujos, es imposible no llegar a la conclusión de que él iba a hacer daño a alguien".
McDonald no aclaró si se plantea procesar a las autoridades escolares y se limitó a señalar que la investigación continua.
Juzgado como adulto
El tiroteo ocurrió cerca de la una de la tarde (hora local) en la escuela de Oxford, un centro educativo al que acuden unos 1,800 estudiantes situado en una comunidad al norte de Detroit.
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Los cuatro fallecidos fueron identificados como Tate Myre, de 16 años, quien murió en un auto patrulla del sheriff cuando era trasladado a un hospital; Hana St. Juliana, de 14; Madisyn Baldwin, de 17; y Justin Shilling, de 17, quien falleció el miércoles a consecuencia de las heridas sufridas.
Otros seis alumnos y un profesor fueron heridos de bala.
Ethan Crumbley será juzgado como adulto por cargos de terrorismo, homicidio en primer grado y por intento de homicidio.
Las autoridades consideran que el tiroteo "no fue un acto impulsivo" y creen que las pruebas recogidas avalan que hubo premeditación.
Crumbley llevaba al menos dos cargadores de 15 balas en el momento de ser arrestado, aunque las autoridades creen que tenía un tercero que no fue encontrado en la escena del crimen.
Cuando los agentes se enfrentaron a él, levantó las manos y fue detenido. El arma estaba cargada y contenía siete cartuchos.
Las autoridades sospechan que el joven practicó recientemente cómo disparar. Había publicado fotos de un objetivo y del arma en las redes sociales. Poco antes del tiroteo, grabó un video en el que relataba sus intenciones de matar a otros estudiantes.