El cuerpo de Liza Saenz, de 31 años, fue sacado sin vida del río Trinity un día de marzo de 2017 en el sureste de Dallas, Texas. Tenía varias heridas de bala. Tres hombres fueron arrestados en relación con su asesinato dos años después, pero ahora la policía ha dado con quién sospechan que fue el autor intelectual del crimen: uno de los suyos.
El oficial Bryan Riser, de 36 años, fue arrestado este jueves y se le acusa de los asesinatos de Saenz y de Albert Douglas, de 61, cuyo cadáver aún no ha sido hallado después de que despareciera en febrero de 2017.
“Recibimos información de un testigo que implicaba a Riser en los dos homicidios”, dijo en conferencia de prensa el jefe del Departamento de la Policía de Dallas, Eddie García. “El móvil de estos dos homicidios se desconoce todavía y sigue bajo investigación”, agregó.
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Las autoridades creen que los homicidios estaban relacionados con la vida privada de Riser, aunque no descartaron indagar “en las actividades que llevó a cabo como oficial de policía”, dijo García.
Riser se unió a la fuerza en agosto de 2008 y desde entonces ha estado asignado a una división que tiene bajo su jurisdicción el río Trinity, donde se cree que ocurrieron los homicidios.
Cuando las autoridades arrestaron a tres sujetos en relación con los homicidios, uno de ellos les dijo que él y Riser habían robado casas juntos en el pasado y que tenían planes para robar casas de seguridad donde traficantes escondían droga, según una declaración jurada.
Pero Riser terminó aportando un nuevo plan y le pagó 9,500 dólares para que secuestrara y matara a Douglas y Saenz, denuncia. Los dos murieron a tiros y sus cadáveres fueron tirados al río, según documentos de la corte.
La declaración jurada establece que Riser le dijo al asesino a sueldo que Saenz era una "informante". El documento no elabora más y la policía no respondió de inmediato a preguntas de la agencia de noticias The Associated Press de si Saenz estaba relacionada de algún modo con el Departamento de Policía.
Estas dos acusaciones de homicidio no son los primeros delitos con los que se relaciona al agente. En mayo de 2017, Riser enfrentó un cargo de violencia doméstica presuntamente por agredir y herir a una exnovia. No estaba claro de inmediato cómo se resolvió ese caso, y García se negó a comentar al respecto el jueves.
Riser ha sido puesto en licencia administrativa mientras la dirección de Asuntos Internos lleva a cabo su propia investigación. "Vamos a acelerar el proceso [para despedirlo]", dijo García.
"No permitiremos que nadie empañe esta insignia", agregó el jefe policial.
Sin embargo, García no explicó por qué su departamento tardó más de 20 meses en detener a Riser tras las declaraciones del testigo que lo vinculaban con los dos crímenes.
Hasta este jueves por la tarde, Riser todavía no había sido ingresado a la cárcel del condado, informó un portavoz del sheriff.
Con información de NBC News y The Associated Press.