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La policía de Texas despide a un agente por la respuesta durante el tiroteo masivo en la escuela primaria de Uvalde

Se trata del primer cese dentro del cuerpo policial tras revelarse las fallas del operativo para poner fin a la matanza.

Por Paul J. Weber - The Associated Press

El Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS, en inglés) informó el viernes que despidió a un oficial que participó en el operativo durante el tiroteo masivo en la escuela primaria de Uvalde el 24 de mayo, convirtiéndose en el primer miembro de la fuerza policial estatal en perder su trabajo por la respuesta de las autoridades.

El despido del sargento Juan Maldonado, cuyo papel en el despliegue policial no fue revelado, se produce cinco meses después de la masacre, en la que murieron 19 niños y dos maestras, que ha puesto las acciones de la policía estatal bajo escrutinio por los múltiples fallos cometidos mientras un joven perpetraba la matanza armado con un rifle de estilo AR-15.

Las imágenes de las cámaras corporales y los informes de los medios de comunicación han demostrado que el Departamento de Seguridad Pública tuvo un papel más importante en la escena de lo que se pensó inicialmente. Los policías estatales se encontraban entre la primera ola de agentes que llegaron, pero no se enfrentaron inmediatamente al pistolero, lo que, según los expertos, va en contra del procedimiento policial habitual en los tiroteos masivos.

En lugar de ello, pasaron más de 70 minutos antes de que los oficiales irrumpieran finalmente en un aula de cuarto grado y mataran al agresor, poniendo fin a uno de los ataques escolares más mortíferos de la historia de Estados Unidos. Casi 400 agentes en total llegaron al lugar de los hechos, entre ellos la policía estatal, la policía de Uvalde, agentes escolares y agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.

[Arrestan a un estudiante de Uvalde que lanzó amenaza a solo 5 meses de la masacre escolar que dejó 21 muertos]

Siete policías del Departamento de Seguridad Pública fueron sometidos a una investigación interna este verano después de que un informe condenatorio de los legisladores revelara que la policía estatal tenía más 90 agentes en el lugar de los hechos, más que cualquier otra agencia.

Steve McCraw, el director del Departamento de Seguridad Pública, ha calificado la respuesta de las fuerzas del orden como un “abyecto fracaso”, pero atribuyó la mayor parte de la culpa al ex jefe de la policía escolar de Uvalde, Pete Arredondo, que fue despedido en agosto y al que se puede ver en un video de una cámara corporal buscando inútilmente una llave para la puerta del aula, que podría haber estado abierta todo el tiempo.

Pero el alcalde de Uvalde, los padres de las víctimas y algunos legisladores han acusado al Departamento de Seguridad Pública de intentar minimizar sus propios fallos.

El senador estatal Roland Gutiérrez, demócrata y cuyo distrito incluye a Uvalde, reaccionó a la noticia del despido del sargento Maldonado diciendo que la responsabilidad del departamento no debería terminar ahí.

“Faltan noventa más, más el director del DPS”, dijo.

[Un policía tuvo en la mira al asesino antes de que entrara en la escuela de Uvalde pero no disparó]

Gutiérrez ha demandado al departamento en un esfuerzo por obtener los documentos sobre la respuesta al tiroteo. Varios medios de comunicación, entre ellos The Associated Press, también han pedido a los tribunales que obliguen a las autoridades y a los funcionarios de Uvalde a entregar los registros bajo las leyes de información pública.

El gobernador republicano Greg Abbott, que se presenta a la reelección en noviembre, apoya a McCraw y dijo durante un debate en septiembre que es necesario que “las fuerzas del orden rindan cuentas a todos los niveles”.

Uno de los policías estatales sometidos a una investigación interna fue la agente Crimson Elizondo, quien renunció y luego fue contratada por las escuelas de Uvalde para trabajar como oficial de policía del campus. Menos de 24 horas después fue despedida ante la indignación generalizada de los padres de las víctimas de Uvalde al enterarse de su contratación.