Por Corky Siemaszko - NBC News
La inédita “disculpa” escrita del Cártel del Golfo por el secuestro de cuatro estadounidenses en Matamoros (Tamaulipas, México) y el asesinato de dos de ellos es probablemente un intento de la organización criminal por “calmar los ánimos” para seguir “operando con impunidad”, dijeron expertos a NBC News.
Aunque el Cártel del Golfo no es la autoridad oficial en la ciudad mexicana de Matamoros —del otro lado de la frontera al sur de Brownsville (Texas)—, donde fue secuestrado el grupo la semana pasada, sí gobierna las calles, según los expertos.
“Yo no diría que el Cártel del Golfo es el gobierno de facto en esta zona de México, pero ciertamente actúan con impunidad, y la mayoría de las veces lo que hacen no atrae mucha atención internacional”, afirmó Andrew Rudman, director del Instituto de México en el Wilson Center, un think tank en Washington, D.C.
El cártel lamentó la violencia en una carta obtenida por la agencia de noticias The Associated Press y aseguró que había entregado a los autores del crimen. Un alto funcionario declaró a NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo, que las autoridades estadounidenses creen que la carta es legítima.
“El Cártel del Golfo Grupo Escorpiones (una facción del cártel) reprueba enérgicamente los echos (sic) del viernes 3 de marzo pasado endonde (sic) desafortunadamente falleció una perzona (sic) inosente (sic) madre trabajadora y fueron secuestrados 4 ciudadanos americanos, de los cuales 2 fallecieron”, señala el escrito.
“Por ello emos (sic) decidido entregar a los involucrados y responsables directos en los echos (sic) quienes entodo (sic) momento actuaron bajo su propia determinación e indisciplina y encontra delas (sic) reglas en que ‘el CDG’ a (sic) operado siempre”, sentenciaron.
Un funcionario con conocimiento del caso señaló que una mujer del grupo de estadounidenses que viajó a México planeaba someterse a un procedimiento médico estético y que los sicarios del cártel tomaron al grupo por error, tras confundir sus identidades.
“Lo último que quieren es este tipo de atención”
El Cártel del Golfo, indicó Rudman, cruzó una línea delicada con el mortal secuestro y avivó la ira del Gobierno estadounidense, generando un incidente de titulares internacionales.
“Mi suposición es que, al pedir disculpas y entregar a algunas personas, están tratando de bajar la temperatura”, comentó Rudman. “Queda por ver si se trata de los verdaderos sospechosos o de chivos expiatorios”.
“Nunca he oído que un cártel ofrezca disculpas o entregue a los sospechosos”, aseguró Austin Ricardo Ainslie, profesor de la Universidad de Texas y autor en 2007 del documental ¡Ya Basta! Secuestrados en México.
“Sospecho que, debido a los secuestros, están sometidos a una presión extrema, y no solo por parte de las autoridades federales y estatales (mexicanas)”, explicó Ainslie.
Cárteles como el del Golfo han participado en “cientos y cientos de asesinatos” que rara vez llaman la atención fuera de México, lamentó Ainslie. “Lo último que quieren es este tipo de atención”, añadió.
El Cártel del Golfo es especialmente receloso de una confrontación directa con las autoridades estadounidenses, afirmó Vanda Felbab-Brown, experta en cárteles mexicanos del centro de investigación Brookings Institution y autora de Narco Noir: Mexico’s Cartels, Cops, and Corruption.
¿Cómo tomó EE.UU. la “disculpa”?
La desaparición de los cuatro estadounidenses provocó una rápida respuesta de las autoridades estadounidenses y mexicanas, que localizaron el martes a las dos víctimas mortales y a los dos sobrevivientes. Este tipo de reacción tan rápida, según familiares de mexicanos secuestrados por los cárteles, rara vez ocurre cuando desaparecen sus seres queridos.
“Esto no habría sucedido si el secuestro y los asesinatos no involucraran a estadounidenses”, señaló Felbab-Brown. “Si las víctimas fueran mexicanas, sus cuerpos serían enterrados y nunca se volvería a ver a los sobrevivientes, pero este grupo sabe que Estados Unidos tiene una enorme capacidad de disuasión, investigación y persecución”.
En 2010, cuando los aliados de un cártel mexicano asesinaron a trabajadores consulares estadounidenses en Ciudad Juárez, el entonces presidente Barack Obama envió a cientos de investigadores y, con la ayuda de las autoridades mexicanas, pudieron localizar a los culpables.
“El Gobierno mexicano no dispone de ese tipo de recursos y los cárteles lo saben”, explicó Felbab-Brown. “Así que cuando el Cártel del Golfo se dio cuenta del error de sus hombres al capturar a estadounidenses, decidió que sería más sensato entregarlos y disculparse”.
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La disculpa parece haber caído en saco roto en Washington. “Estas organizaciones criminales pueden decir lo que quieran”, declaró el viernes la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson. “La protección de ciudadanos estadounidenses es la prioridad del presidente (Joe Biden). Cualquiera que sea responsable de matar o dañar a ciudadanos estadounidenses se enfrentará a todo el peso del Gobierno de Estados Unidos, y eso incluye a un cártel y a sus miembros”.
Dudas sobre la autenticidad de la “disculpa”
Antes del incidente, el Cártel del Golfo, que opera mayormente en el noreste de México, en los estados de Tamaulipas y Zacatecas, luchaba por no fragmentarse y se enfrentaba a la competencia de bandas rivales, según un informe elaborado el año pasado por el Consejo de Relaciones Exteriores.
Los expertos fueron consultados el mismo día que Irving Barrios Mojica, fiscal general del estado de Tamaulipas, donde se encuentra Matamoros, anunció que cinco personas vinculadas a los secuestros mortales habían sido acusadas de secuestro agravado y homicidio intencionado.
No está claro si se trata de las mismas personas que el Cártel del Golfo dijo haber entregado a las autoridades locales. “Podrían ser hombres que fueron coaccionados por el Cártel del Golfo para admitir su participación en esto”, apuntó Ainslie.
O podrían ser cinco hombres sin ningún vínculo con este cártel, opinó Cecilia Farfán-Méndez, experta en crimen organizado y cooperación en materia de seguridad entre Estados Unidos y México de la Universidad de California en la ciudad de San Diego. La experta pidió cautela antes de creer en la autenticidad de la disculpa y tomársela al pie de la letra.
“Incluso si asumimos que fue un grupo criminal el que escribió el mensaje, la medida no es necesariamente para salvar las apariencias y puede que ni siquiera sea el grupo criminal que perpetró la violencia”, dijo Farfán-Méndez en un correo electrónico a NBC News.
“Sin duda el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses, y el asesinato de dos, ejercerá mucha presión sobre las autoridades mexicanas para que ofrezcan respuestas. Y por tentador que pueda ser contar esta historia como un grupo criminal que cometió un error, yo recomendaría cautela contra esas narrativas simplistas”, dijo.