Por Marlene Lenthang - NBC News
La madre de 18 años que arrojó a su bebé recién nacido a un contenedor de basura en Nuevo México la semana pasada aseguró que no sabía que estaba embarazada hasta el día antes de dar a luz, según informó la policía local este lunes.
Alexis Ávila fue detenida tras confesar que se había deshecho de su bebé el viernes en la ciudad de Hobbs, en la frontera con Texas. Ha sido acusada de intento de asesinato y maltrato infantil.
Ávila fue rastreada gracias a las imágenes de seguridad de una tienda cercana, que la captaron acercándose al contenedor de basura en un vehículo blanco, arrojando una bolsa de plástico negra en él y alejándose, explicaron las autoridades.
Según contó a los detectives, desconocía que estaba embarazada hasta el 6 de enero, cuando buscó atención médica por un dolor abdominal y estreñimiento, de acuerdo con el jefe interino de la policía de Hobbs, August Fons.
Al día siguiente dijo que le dolió el estómago y entonces dio a luz.
Ávila identificó a quien creía que era el padre y afirmó haber terminado la relación con él en agosto de 2021, según la policía. Las autoridades estaban intentando contactar con él.
"Entró en pánico, no sabía qué hacer o a quién llamar", aseguró Fons, de acuerdo con el relato de la joven.
Ávila cortó el cordón umbilical, envolvió al bebé en una toalla, puso al niño en una bolsa de plástico blanca con basura, la colocó dentro de otra bolsa de basura negra más grande y manejó hasta que decidió arrojar al recién nacido a un contenedor verde.
Las autoridades calculan que el bebé estuvo allí durante seis horas, hasta que tres personas que buscaban en él objetos de valor oyeron el llanto. Al encontrarlo, llamaron a la policía.
Fons precisó que el niño se encuentra actualmente estable en un hospital de Lubbock, Texas, y está bajo la tutela del Departamento de Niños, Jóvenes y Familias de Nuevo México.
Los padres de Ávila reiteraron a la policía que desconocían que su hija estaba embarazada y que sólo sabían que sufría algunos problemas estomacales.
Tras obtener órdenes para registrar el vehículo que conducía Ávila y su casa, las autoridades incautaron pruebas como muestras de sangre, ropa y una toalla.
Ávila fue arrestada y ingresada en una cárcel el sábado, aunque fue puesta en liberad esa misma noche tras pagar una fianza de 10,000 dólares, explicó el responsable policial.
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Fons recordó que tanto el Departamento de Policía como los bomberos de la ciudad son lugares designados oficialmente en el que cualquier persona puede dejar a un bebé sin ser sometida a un proceso penal por abandono si el recién nacido tiene menos de 90 días.
La joven volverá a comparecer ante un juez el miércoles.