Janelle Griffith y Laura Strickler - NBC News
La ciudad de Louisville, en Kentucky, llegó a un acuerdo por valor de 12 millones de dólares con la familia de Breonna Taylor, seis meses después de que fuera tiroteada cuando dormía en su casa durante una redada policial por drogas en la que nada tenía que ver.
El alcalde Greg Fischer anunció los términos del acuerdo en una conferencia de prensa este martes con la familia de Taylor y sus abogados, Benjamin Crump, Sam Aguiar y Lonita Baker.
El periódico The Louisville Courier-Journal fue el primer medio que dio a conocer el convenio.
La madre de Taylor, Tamika Palmer, presentó una demanda a fines de abril contra tres oficiales del Departamento de Policía de Louisville Metro, acusándolos de causar injustamente la muerte de su hija.
Uno de los oficiales, Brett Hankison, que disparó 10 rondas a ciegas en el apartamento, donde no se encontraron drogas ni dinero, fue despedido en junio.
El oficial Myles Cosgrove y el sargento. Jonathan Mattingly fueron puestos en licencia administrativa sin disfrute de salario, junto con el detective que solicitó la orden de registro.
Ninguno de los agentes involucrados en el caso ha sido acusado.
La investigación está dirigida por el fiscal general de Kentucky, Daniel Cameron, en la que también participa el FBI.
Los agentes mataron a Taylor, de 26 años, poco después de la medianoche del 13 de marzo mientras cumplían una orden judicial.
Mattingly fue herido de bala en el muslo cuando el novio de Taylor, Kenneth Walker, le disparó pensando que un intruso había irrumpido en la vivienda, según sus declaraciones.
Taylor no tenía antecedentes penales y nunca fue objeto de una investigación.
La policía estaba ejecutando una orden de registro en una investigación de drogas que involucraba al exnovio de Taylor Jamarcus Glover un traficante de drogas convicto y que había usado la dirección de su expareja para recibir mercancía, dijero las autoridades.