Por Julia Ainsley – NBC News
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y el FBI enviaron a última hora del martes un informe de inteligencia conjunto a los cuerpos de policía estatales y locales en el que se advertía de que grupos extremistas "discutieron planes para tomar el control del Capitolio y expulsar a los legisladores demócratas el 4 de marzo o alrededor de esa fecha", según un alto funcionario de un cuerpo policial que describió el documento a la cadena NBC News.
"La región de la capital sigue siendo un objetivo atractivo para los extremistas violentos", estaba titulado el informe, que advertía que los "extremistas violentos domésticos" o "milicianos extremistas violentos" estaban envalentonados por el asalto al Capitolio el 6 de enero y suponían una mayor amenaza.
Los extremistas pueden "intervenir en reuniones públicas, ya sean formalmente organizadas o espontáneas, para ejercer la violencia", según el documento, que añade que tienen una "percepción de fraude electoral [aunque no existió] y otras teorías conspirativas asociadas a la transición presidencial, lo que puede contribuir a que se movilicen con violencia con poco o ningún aviso".
El funcionario del cuerpo de seguridad que habló con nuestra cadena hermana dijo que el boletín deja claro que "la amenaza no empezó ni terminó el 6 de enero".
La Cámara de Representantes decidió el miércoles suspender abruptamente los planes de reunirse el jueves y comenzó a terminar su trabajo de la semana ante la amenaza de violencia.
El líder de la mayoría de la Cámara, Steny Hoyer, notificó a los legisladores a última hora del miércoles el repentino cambio de horario. La Cámara tenía previsto sesionar el jueves, pero adelantó el tema legislativo pendiente, la Ley de Justicia Policial George Floyd, al miércoles por la noche.
[La Policía del Capitolio advierte que grupos extremistas quieren "volar" el Congreso]
El Senado no ha modificado su calendario
La nueva advertencia se produce mientras los funcionarios de seguridad nacional declaran ante dos comités del Senado sobre la respuesta de los cuerpos de seguridad durante el asalto al Capitolio en enero.
Un portavoz del DHS dijo que la amenaza de los extremistas violentos, "en particular los extremistas de motivación racial y antigubernamentales, no terminó el 6 de enero ni el día de la toma de posesión".
"Estamos siendo testigos de una tendencia de años de falsas narrativas que alimentan la violencia, y el actual entorno de seguridad reforzada en la Capital ilustra que esto será un desafío continuo para la aplicación de la ley en los próximos meses", dijo el portavoz.
La Policía del Capitolio dijo también el miércoles que había obtenido información que mostraba un "posible complot para irrumpir en el Capitolio por parte de un grupo miliciano identificado" el 4 de marzo.
"Ya hemos hecho mejoras significativas de seguridad para incluir la colocación de una estructura física y el aumento de la mano de obra para garantizar la protección del Congreso, el público y nuestros oficiales de la policía", dijo la agencia en un comunicado.
Los partidarios de la teoría de la conspiración QAnon han fijado el 4 de marzo como la fecha en la que creen que el expresidente Donald Trump volverá al cargo, aunque esto sólo podría ocurrir mediante un golpe de estado puesto que perdió las elecciones de forma democrática y limpia.
NBC News informó el martes que los cuerpos policiales de todo Washington estaban incorporando seguridad adicional por la preocupación de posibles disturbios. Si bien los miembros de los grupos de QAnon en internet están esperando el día jueves, no había planes de protestas o eventos específicos, según un análisis de NBC News en foros en línea.