La maestra de una escuela secundaria de Idaho, Krista Gneiting, quien logró desarmar a una estudiante de sexto grado que disparó e hirió a dos compañeros y a un conserje el pasado 6 de mayo, recapituló este miércoles los dramáticos momentos del incidente durante una entrevista con la cadena de noticias ABC News.
Gneiting relató que estaba preparando a sus estudiantes de la escuela Rigby, situada a unas 95 millas (145 kilómetros) al suroeste del Parque Nacional de Yellowstone, para sus exámenes finales cuando escuchó el primer disparo en el pasillo. Luego, pudo observar a través de la ventana de su salón de clases que un conserje estaba en el suelo y, mientras cerraba la puerta, escuchó dos disparos más.
“Les dije a mis alumnos: ‘vamos a salir, y van a correr rápido y fuerte’”, describió. “No van a mirar hacia atrás, así que ahora es el momento de levantarse y correr”.
De acuerdo con los reportes de las autoridades, la niña de 11 años escondió la pistola cargada en su mochila y abrió fuego varias veces, antes de que Gneiting la desarmara y la consolara hasta que llegó la policía.
Momentos previos, la maestra auxilió a uno de los estudiantes heridos al que le pidió que no se moviera cuando vio a la niña con el arma en sus manos. Inmediatamente se le acercó. “Era una niña pequeña y al verla no pude procesar lo que sucedía”, recordó Gneiting. Mientras le preguntaba a la niña si ella era la que había disparado, la maestra se acercó, colocando su brazo alrededor la menor.
“Lentamente le saqué el arma de la mano y ella no se opuso. No me entregó el arma, pero tampoco mostró resistencia”, dijo. “Luego, la abracé, pero pensé: esta niña tiene una madre que no se da cuenta de que está pasando por una crisis nerviosa y está lastimando gente”.
Según Gneiting, la niña empezó a conversar con ella y se dio cuenta de que estaba "muy triste”, así que siguió abrazándola y consolándola: "Vamos a estar bien y salir de esto juntas”, recuerda que le dijo. La maestra cree que ese acto ayudó a la niña a que se calmara.
Cuando los agentes de la policía llegaron a la escuela, la docente le dijo a la menor que la esposarían, a lo que ella accedió.
“No me respondió, solo dejó que lo hicieran. Fue muy gentil [el oficial] y se dirigió hacia donde ella estaba y la subió a la patrulla”, agregó Gneiting.
La niña ha sido acusada por el tiroteo, pero debido a los procedimientos judiciales contra menores de edad, la corte no ha hecho públicos los documentos del caso. No se ha dado a conocer el nombre de la menor ni los cargos.
Los dos estudiantes heridos y el conserje recibieron impactos de bala en las extremidades y fueron dados de alta poco después del incidente.
Violencia armada en las escuelas de EE.UU.
Tras el mortal tiroteo de 1999 en la Escuela Secundaria Columbine de Colorado, que dejó 15 muertos, un grupo escuelas alrededor de Estados Unidos comenzaron a implementar medidas adicionales de seguridad como detectores de metales, programas para evaluar posibles amenazas y la contratación de agentes de policía. Como estos cambios deben ser aprobados en cada distrito escolar, no todas las escuelas cuentan con mecanismos estandarizados.
No está claro si el centro educativo de Idaho está provisto de alguna de estas capas de seguridad.
Los polémicos detectores de metales en las escuelas tienen detractores y adeptos: mientras algunos investigadores acuñan su utilidad para lograr que menos estudiantes llevan armas a las escuelas, otros aseguran que esto no necesariamente se traduce en menos violencia.
En lugar de depender únicamente de estas medidas de seguridad física, las escuelas deberían prestar más atención a escuchar a los estudiantes, desalentar y descubrir ataques mientras aún se encuentran en las etapas de planificación, han recomendado por años algunos investigadores federales.
Según cifras del grupo sin ánimo de lucro Gun Violence Archive, Estados Unidos ha registrado más de 150 tiroteos masivos en lo que va de 2021. El organismo define los tiroteos masivos como aquellos en los que al menos cuatro personas mueren o resultan heridas por disparos de balas, exceptuando al autor del ataque. Durante todo el 2020, hubo un total de 610 incidentes de ese tipo en el país, frente a los 417 de 2019, de acuerdo con esa fuente.
El mes pasado, el presidente, Joe Biden, anunció una serie de medidas de alcance limitado para atajar la violencia con armas de fuego y exigió al Congreso que deje de tolerar un problema que describió como una "vergüenza a nivel internacional".
"La violencia armada en este país es una epidemia", denunció Biden, y aseguró que cada día mueren 106 personas por disparos de armas de fuego en Estados Unidos, todos los meses hay 53 feminicidios cometidos con pistolas, y que la violencia armada "impacta mucho más a la población negra y latina".
Con información de The Associated Press