Por Bobby Caina Calvan y Michael R. Sisak - The Associated Press
El oficial de policía de 22 años de Nueva York que fue asesinado a tiros mientras respondía a una llamada en un apartamento de Harlem provenía de una familia inmigrante y creció en una comunidad de tensas relaciones con la policía, pero se unió a la fuerza para hacer una diferencia en esa "caótica ciudad", según él mismo describió una vez.
“Sé que algo tan pequeño como ayudar a un turista con una dirección, o a una pareja a resolver un problema, pondrá una sonrisa en la cara de alguien”, escribió Jason Rivera a su superior en 2020, cuando aún estaba en período de prueba.
Rivera y el oficial Wilbert Mora fueron baleados el viernes por la noche mientras respondían una llamada por violencia doméstica entre una mujer y su hijo adulto. Mora, de 27 años, resultó gravemente herido y “batallaba por su vida” el sábado, dijo el alcalde Eric Adams.
El hombre que les disparó, Lashawn J. McNeil, de 47 años, también resultó gravemente herido y está hospitalizado.
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El tiroteo es el último de una serie de crímenes que han desconcertado a la ciudad más grande del país.
En las tres semanas desde que Adams asumió el cargo, una cajera de 19 años fue asesinada a tiros mientras trabajaba en un turno nocturno en un Burger King, una mujer fue empujada a la muerte en una estación de metro y un bebé fue gravemente herido cuando lo alcanzó una bala perdida mientras estaba en un automóvil estacionado con su madre.
Cuatro policías han recibido disparos en la misma cantidad de días, contando el tiroteo de Harlem el viernes por la noche.
Mientras tanto, la ciudad se está recuperando de su incendio más mortífero en tres décadas, ocurrido en un apartamento del Bronx y en el que perdieron la vida 17 personas.
“Es difícil de creer, pero solo han pasado tres semanas y no ha habido descanso desde entonces”, dijo Adams a los residentes el sábado, durante una conferencia sobre violencia armada. “Pero quiero que sepan de una manera muy clara que tengo más energía. No estoy cansado. No estoy estresado”.
Menos de dos años como policía
Rivera se unió a la fuerza en noviembre de 2020.
Al crecer en el vecindario Inwood, en Manhattan, notó tensiones entre su comunidad hispana y la policía, según un breve ensayo suyo titulado “Por qué me convertí en oficial de policía”, del cual obtuvo una copia The Associated Press.
“Recuerdo un día cuando fui testigo de cómo paraban y cacheaban a mi hermano. Me pregunté, ¿por qué nos detienen si estamos en un taxi?”, escribió. “Mi perspectiva sobre la policía y la forma en que trabajaban realmente me molestó”.
Pero eventualmente notó que el departamento estaba trabajando para mejorar las relaciones y quiso ser parte de este.
“Me di cuenta de lo impactante que sería mi papel como oficial de policía en esta ciudad caótica”, escribió.
La defensora contra la violencia doméstica Stephanie McGraw, quien conoció a Rivera a través de su trabajo con el recinto, dijo que era enérgico y entusiasta.
“Estaba tan ansioso por marcar la diferencia en esta comunidad”, dijo McGraw, fundador de We All Really Matter.
Mora está igualmente dedicado a la comunidad, dijo.
La policía dijo que el arma utilizada en el tiroteo del viernes por la noche, una Glock calibre .45 con un cargador de alta capacidad capaz de almacenar hasta 40 rondas adicionales, había sido robada en Baltimore en 2017.
Adams y la gobernadora Kathy Hochul dijeron que las autoridades federales deben hacer más para recoger las armas robadas como la que se usó en el tiroteo de Harlem. Hochul, en una aparición en Buffalo el sábado, dijo que habían un “flagelo de armas ilegales en nuestras calles”.
“Estamos retirando miles de armas de la calle”, dijo Adams a los periodistas el sábado. “Pero hay un flujo interminable que continúa llegando a través de las fronteras de nuestra ciudad”.
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El tiroteo ocurrió luego de que una mujer llamó a emergencias, dijo que estaba enferma y que su hijo, que había venido a cuidarla, se había vuelto “problemático”. Adams dijo que la mujer no especificó el problema.
Las autoridades dijeron que los tres oficiales fueron al apartamento después de recibir la llamada. Los oficiales hablaron con la mujer y otro hijo, pero no se mencionó que había alguien armado.
Rivera y Mora caminaron desde el frente del apartamento por un pasillo, y McNeil abrió la puerta de un dormitorio y abrió fuego, dijo el jefe de detectives James Essig.
Mientras McNeil intentaba huir, un tercer oficial que se había quedado con la madre de McNeil en el frente del apartamento le disparó y lo hirió en la cabeza y el brazo, dijo Essig.
“Esto no solo fue un ataque contra estos valientes oficiales”, dijo Adams el viernes por la noche. “Esto fue un ataque a la ciudad de Nueva York”.
Mora ha trabajado con la policía de Nueva York durante cuatro años.
McNeil estaba en libertad condicional por una condena por drogas en 2003 en la ciudad de Nueva York. También tuvo varios arrestos fuera del estado. En 1998, fue arrestado en Carolina del Sur bajo sospecha de portar ilegalmente una pistola, pero los registros muestran que el asunto fue desestimado más tarde. En 2002, fue arrestado en Pennsylvania bajo sospecha de agredir a un oficial de policía.