Autoridades federales confirmaron este domingo que Anthony Quinn Warner, el hombre residente en Tennessee que había sido nombrado por la policía como "persona de interés" en la explosión de una casa rodante ocurrida en el centro de Nashville el viernes, fue el responsable de la detonación que también le causó la muerte.
Los funcionarios dijeron en conferencia de prensa que Warner parece haber actuado solo y que por el momento no hay más sospechosos.
"Todavía estamos siguiendo pistas, pero en este momento no hay indicios de que haya otras personas involucradas", dijo Douglas Korneski, agente especial a cargo de la oficina de campo del FBI en Memphis. "Hemos revisado horas de video de seguridad sobre el vehículo recreacional. No vimos a otras personas involucradas".
Los investigadores utilizaron el ADN encontrado en el sitio de la detonación en la mañana de Navidad y otras pruebas para vincular al hombre de 63 años con la misteriosa explosión.
Las autoridades dijeron que aún no han descubierto el motivo del atentado que causó daños a unos 40 edificios cercanos. No se reportaron más fallecidos que el autor.
Más temprano este domingo, el portavoz de la policía de Nashville, Don Aaronla, había revelado que Warner estaba bajo investigación en relación con la detonación y que era una "persona de interés".
Los investigadores dijeron, citando registros públicos, que el hombre tenía experiencia en el campo de la electrónica y las alarmas, y que había trabajado como consultor informático para una inmobiliaria de Nashville. Su residencia en la ciudad fue pesquisada por agentes del FBI el sábado.
Esto ocurrió luego de que las imágenes de Google Street View de la dirección mostraran una caravana estacionada en el patio trasero que coincidía con la descripción que la policía dijo que se utilizó en la explosión.
Los daños de la explosión
La compañía AT&T aseguró este domingo que más del 75% de los sitios afectados por la explosión del viernes han sido restaurados. El servicio en las áreas de Birmingham y Huntsville, Alabama, está operando ahora con normalidad.
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Tras la explosión, los sistemas de comunicaciones, incluyendo el servicio residencial y de telefonía celular y los centros de llamadas al 911, fallaron en todo el estado, aseguró el gobernador de Tennesse Bill Lee el sábado. Kentucky y el norte de Alabama también se vieron afectados, agregó.
"La Navidad nunca será la misma"
Este domingo, los oficiales de la policía dieron detalles desgarradores de la respuesta a la explosión, en testimonios entrecortados por los llantos, al revivir los momentos vividos esta Navidad.
"Esto nos va a atar para siempre, para el resto de mi vida", aseguró este domingo en conferencia de prensa el oficial James Wells, quien sufrió una pérdida de audición debido a la explosión. "La Navidad nunca será la misma", agregó.
"Solo veo naranja y luego escucho un fuerte estruendo. Mientras tropiezo, me digo a mí mismo que me mantenga en pie y que siga vivo", dijo Wells, a veces llorando y repitiendo que creía haber oído a Dios decirle que se alejara momentos antes de la explosión.
Los cinco oficiales presentes en la escena el viernes dieron su relato de lo que sucedió mientras los investigadores seguían desmenuzando el motivo del atentado con bomba de una casa rodante que explotó en una calle mayormente desierta justo después de que emitiera una advertencia grabada en la que se aconsejaba a la gente que evacuara.
La oficial Amanda Topping dijo que primero estacionó su auto al lado de la casa rodante mientras respondía a la llamada, antes de moverlo una vez que escucharon la grabación. Topping dijo que llamó a su esposa para hacerle saber que "las cosas eran muy extrañas" mientras ayudaba a guiar a la gente lejos de la casa rodante.
Fue entonces cuando escuchó el anuncio de la casa rodante cambiando de una advertencia a la reproducción del éxito de 1964 'Downtown' de Petula Clark. Momentos más tarde sucedió la explosión.
"Sentí las olas de calor pero me perdí y empecé a correr hacia (Wells)", relató Topping. "Nunca había agarrado a alguien tan fuerte en mi vida", agregó.
La oficial Brenna Hosey contó que ella y sus colegas llamaron a seis o siete puertas en los departamentos cercanos para advertir a la gente que evacuara. Ella recordó haber llamado a una puerta donde una madre de cuatro hijos respondió asustada.
"No tengo hijos, pero tengo primos y sobrinos, gente que quiero que son pequeños", dijo Hosey, y añadió que tuvo que suplicar a la familia que abandonara el edificio lo antes posible.