Cientos de personas acompañan a la familia en los funerales de la soldado latina Vanessa Guillén, cuyo homicidio al interior de una base militar en Texas causó conmoción entre la comunidad hispana y llevó al presidente, Donald Trump, a anunciar una investigación a fondo de las prácticas al interior del Ejército.
Una carroza tirada por dos caballos blancos y que llevaban las banderas de México y Estados Unidos trasladó el féretro con los restos de la soldado hasta la preparatoria César Chávez, en Houston, Texas.
"Vanessa está feliz donde está, está con una sonrisa. Le quiero agradecer por darme la fuerza para estar aquí hoy. Hoy no estamos aquí por política o por justicia. Estamos aquí para recordar, honrar y respetar a Vanessa", dijo su hermana Lupe.
"Hoy es un día para Vanessa", agregó emocionada.
Para este sábado está programada una ceremonia privada para sepultar el cuerpo de Guillén.
La abogada de la familia, Natalie Khawan, se quejó del nulo avance de las investigaciones respecto a lo sucedido con la soldado. "Las investigaciones no van a ninguna parte, espero que el Congreso intervenga", dijo a Noticias Telemundo.
Los familiares de la soldado latina de 20 años se reunieron a fines de julio con el presidente Trump, a quien solicitaron su intervención para ayudar a esclarecer el asesinato e impulsar una ley que proteja a las víctimas de acoso sexual dentro del Ejército, además de exigir el cierre de la base militar de Fort Hood, en la que desapareció la joven el pasado 22 de abril.
La madre de Vanessa, Gloria Guillén, ha denunciado en repetidas ocasiones que su hija era víctima de acoso sexual por parte de uno de los soldados de Fort Hood. La abogada de la familia asegura que no presentó una denuncia formal contra esa persona por temor a represalias.
Hasta el momento, las autoridades solo han detenido a una persona en conexión con el asesinato de Vanessa. Se trata de Cecily Ann Aguilar, de 22 años, y expareja del sospechoso principal Robinson. Está acusada de conspirar para manipular evidencia.
La investigación asegura que Aguilar colaboró con el soldado, desmembrando el cadáver con un arma parecida a un machete y enterrándolo en tres agujeros separados junto al río León, en las cercanías de Fort Hood.
Si es hallada culpable, Aguilar enfrenta una condena de hasta 20 años en prisión y una multa de hasta 250,000 dólares.