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Habla un amigo latino del presunto asesino de Buffalo: "Llevaba doble vida, no sé cómo podía tener amistad con una raza que odia"

"Lo conocía como una persona amable", explica, "siendo yo hispano no supe que era racista". Otros compañeros examinan ahora episodios de su vida personal bajo la luz de la masacre.

Por Safia Samee Ali — NBC News

El joven sospechoso de matar a 10 personas en un tiroteo en un supermercado de Buffalo era un visitante frecuente de negocios de armas de fuego en Nueva York. Iba y venía entre las tiendas a la búsqueda de ofertas, según han indicado los propietarios de algunos de los negocios que visitó. 

En uno de ellos, hace apenas un mes, Payton Gendron, de 18 años, pidió al propietario que le mostrara algunas armas, que examinó cuidadosamente, pero que luego devolvió por su precio. “Siempre me decía que mis precios eran demasiado elevados”, explicó el dueño, que habló bajo condición de anonimato por temor. “Decía que podía ir a otros lugares para lograr un mejor precio”, añadió.

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El propietario dijo que vendió municiones y monedas de coleccionista al sospechoso, pero afirmó que no le proporcionó ningún arma.

En esta diminuta ciudad de 5,000 habitantes, justo al lado de la frontera entre Pennsylvania y el sur de Nueva York, algunos de los que conocieron o se encontraron con Gendron recientemente eran propietarios de casas de empeño y tiendas que vendían monedas y armas. Algunas de esas visitas se describen en los registros de chat de una cuenta de la red social Discord con el mismo alias que el utilizado por el sospechoso.  

“Siempre era ‘sí, señor; no, señor; sí, señora; no, señora’”, dijo el propietario del negocio, indicando que Gendron era siempre “muy educado” y “tranquilo” cuando entraba en la tienda.

En The Coin Shop de Johnson City, a 20 minutos de Conklin, Gendron era un cliente habitual que se pasaba horas y horas en la tienda examinando monedas inglesas antiguas, según Larry Gondek, numismático de la tienda, que le atendió las siete u ocho veces que pasó por allí.

No percibió nada alarmante hasta que preguntó por las cámaras de seguridad de la tienda en su última visita hace unos meses.

Gendron inquirió cuántas cámaras había dentro y fuera de la tienda y dónde estaban colocadas, explicó Gondek. Cuando le preguntó por qué quería saberlo, el sospechoso le dijo que era porque quería sentirse seguro en la tienda, añadió. Esa respuesta no le sentó bien a Gondek, que pensó en informar a la policía pero finalmente cambió de opinión, razonando que el sospechoso era sólo un niño.

El FBI se negó a comentar “detalles específicos relacionados con los movimientos o planes del sospechoso”, alegando que la investigación está curso. El Departamento de Policía de Buffalo no respondió a una solicitud de comentarios.

La casa de Payton Gendron en Conklin este lunes.
La casa de Payton Gendron en Conklin este lunes.Michael Hill / AP

"Llevaba una doble vida"

Quienes conocían al sospechoso en su vida personal también están reexaminando todas y cada una de las interacciones con él.  

Matthew Casado, de 19 años, dijo que él y el sospechoso se conocían desde la infancia, y que fueron mejores amigos durante gran parte de sus vidas.  

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Perdieron el contacto cuando se acercaba la graduación de la escuela secundaria Susquehanna Valley, dijo Casado en un mensaje de texto, pero Gendron le habló después de la graduación “porque se sentía solo y quería estar rodeado de gente”.

“Hasta el sábado lo conocía como una persona amable y nunca supe que era racista, siendo yo hispano nunca había sabido que fuera racista. Ahora parece que llevaba una doble vida porque no sé cómo alguien puede ser amigo de una raza que odia”, escribió Casado en un mensaje de texto.

Altos cargos de las fuerzas de seguridad dijeron que creen que el sospechoso, que es blanco, publicó en internet un manifiesto racista de 180 páginas. En ella, el autor revelaba planes para atacar a los negros y citaba repetidamente la “teoría del gran reemplazo”, que proclama pese a ser mentira que los blancos serán sustituidos por personas de otras razas por la inmigración, el matrimonio interracial e incluso métodos violentos.

La policía dijo que el sospechoso transmitió en directo su ataque en la plataforma de videojuegos Twitch. La compañía dijo que eliminó el stream menos de dos minutos después de que comenzara el tiroteo y “suspendió indefinidamente” al usuario.

Casado dijo que su antiguo amigo “mencionó un trabajo escolar en el que llevaba 80 páginas” cuando ambos fueron juntos a un mercadillo hace dos semanas, pero ahora cree que el sospechoso se refería al violento documento.

El lunes, en una pequeña tienda de comestibles en el corazón de Conklin, un cartel escrito con tiza de colores brillantes frente a la entrada decía: “Oraciones para la gente de Buffalo. Oraciones para la gente de Conklin. Unidos en nuestro dolor”.

El sospechoso trabajó en la tienda durante poco tiempo, dijo Carol, una empleada que habló con la condición de que no se utilizara su apellido para proteger su privacidad. La mujer dijo que el joven no hablaba con mucha gente y no interactuaba con clientes. Su tiempo allí terminó porque “el trabajo simplemente no era para él”, dijo.

Carol dijo que no quiere que el sospechoso sea visto como un reflejo de Conklin, que según ella es acogedor e inclusivo.

“La gente asume que hay una mentalidad de colmena aquí, pero eso no podría estar más lejos de la realidad”, dijo. “Esta es una comunidad compasiva, y también estamos afligidos y dolidos por Buffalo. Esto nos ha roto el corazón a todos”, añadió.

El año pasado, la policía del estado de Nueva York investigó a Gendron después de que éste amenazara en junio con querer llevar a cabo un tiroteo cuando era un estudiante de secundaria, dijo un alto funcionario de las fuerzas del orden. En ese momento, el sospechoso era menor de edad, agregó. Fue llevado a un hospital para una evaluación de salud mental, y no fue acusado de delitos.

Jennifer, una residente de Conklin que tenía hijos en esa escuela cuando se produjo la amenaza, dijo que nunca se informó a los padres del incidente y que sólo se enteraron tras la tragedia de Buffalo. Habló con la condición de que su apellido no fuera revelado por razones de privacidad.  

“¿Cómo han podido ocultarnos esto durante todo este tiempo? La seguridad de nuestros hijos estaba potencialmente amenazada y lo escondieron bajo la alfombra. La escuela debería habérnoslo dicho. Confiamos en ellos”, condenó. “Si lo hubiéramos sabido, tal vez nuestra comunidad podría haber intervenido para ayudar a la familia”, enfatizó.

Una huella de yeso de la mano de Payton Gendron de 2008 en el porche de su casa en Conklin, N.Y.
Una huella de yeso de la mano de Payton Gendron de 2008 en el porche de su casa en Conklin, N.Y.Michael Hill / AP

El Distrito Escolar Central de Susquehanna Valley no respondió a una solicitud de comentarios. En una carta a las familias, el superintendente del distrito, Ronald Doig, dijo que el distrito está cooperando con la investigación sobre el tiroteo y no puede “comentar el proceso o los resultados” relacionados con él. Doig dijo que el distrito escolar ha reforzado la seguridad en las escuelas y está ofreciendo servicios de apoyo a la salud mental.

“Seguimos conmocionados e indeciblemente tristes por el trágico crimen de odio por motivos raciales que tuvo lugar en Buffalo, Nueva York, el sábado”, escribió Doig. “Tal odio y violencia son contrarios a lo que somos como distrito y comunidad”, agregó.

Jennifer dijo que conocía al sospechoso y a su familia. Sus hijos, más cercanos a él, lo describieron como “un poco raro” y “diferente”, aseguró. “No hablaba mucho. Era muy callado y nunca interactuaba mucho”, dijo.

“Es horrible cómo una persona enferma puede afectar a tantas vidas”, dijo, y añadió que la situación ha puesto a Conklin en el punto de mira por razones equivocadas y que su comunidad tendrá probablemente una vergonzosa marca durante años. “Parece que ahora todos estamos bajo sospecha por parte del país”, agregó.

Kaden Levene, de 19 años, estaba en el último año de la secundaria cuando Gendron estaba en el primer año, pero los dos compartían muchas de las mismas clases, dijo. 

“Era uno de los chicos inteligentes, y como que se mantenía al margen y estaba muy fuera del radar”, agregó y señaló que el sospechoso tenía unos pocos amigos y no socializaba mucho.

Levene lo describió como un poco “torpe socialmente” y dijo que hacía “bromas raras” sobre los videojuegos, pero Levene dijo que nunca se sintió contrariado por el comportamiento de Gendron, que en ese momento Levene atribuyó a su timidez. 

Pero ahora, al procesar más el tiempo que pasó con Gendron, Levene dijo que hay un recuerdo que sobresale. Levene, que es blanco, recuerda un proyecto de grupo en el que se le asignó trabajar con Gendron y un estudiante negro. Dijo que los tres trabajaron bien, y no lo pensó dos veces hasta ahora. 

“Ahora sigo pensando en eso”, dijo. “Actuó totalmente bien y se sintió cómodo, pero tal vez lo tenía todo bajo la piel”, concluyó.