Por Kalhan Rosenblatt y Jo Yurcaba — NBC News
Antes de que el Club Q se convirtiera en el lugar de un trágico tiroteo, fue un santuario para el poeta James Davis.
Situado en Colorado Springs, Colorado, el bar era lo que Davis describía como “un lugar verdaderamente liberador” en medio de una ciudad conservadora. Él y sus amigos se reunían en el “bar gay de una pequeña ciudad” para cantar karaoke.
Ahora, un poema de 2020 que escribió como homenaje al club, titulado Club Q, ha resurgido en internet, y muchos lo comparten como forma de lamentar la muerte de las cinco personas en el tiroteo del sábado por la noche, que también dejó 19 heridos.
En una entrevista telefónica con NBC News, Davis dijo que escribió el poema como si fuera el propio club el que hablara. Lo describió como “un espacio seguro para ser uno mismo” en una ciudad donde “no siempre es seguro ser uno mismo”.
“Cuando vas a un bar gay, aunque no sea una experiencia transformadora y extática, la normalidad, e incluso la cojera en cierto modo, del bar gay es un regalo y un tesoro”, Davis. “Y que cada recuerdo que tienes allí es precioso y no un hecho”.
El poema está incluido en su libro del mismo título, Club Q.
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Davis dijo que no había ido al club desde 2016 pero que después de que se conociera la noticia del tiroteo, recibió mensajes de texto que decían cosas como “lo siento mucho”, porque se ha asociado estrechamente con el club por medio de su trabajo.
Tras el tiroteo de Pulse de 2016, en el que un hombre armado mató a 49 personas en el club nocturno gay de Orlando, Florida, Davis estaba “extremadamente apagado y entumecido en cierto modo”.
Con el tiroteo en el Club Q fue distinto: “Me sentí simplemente enojado”, dijo Davis.
2022 es el tercer año consecutivo con más de 600 tiroteos con múltiples víctimas en Estados Unidos, según la organización sin ánimo de lucro The Gun Violence Archive.
Davis dijo que, a medida que su poema se compartía en las redes sociales, descubrió que su escritura no sólo ayudaba a los afectados por el tiroteo de Q, sino que también le ayudaba a él.
“Me ha hecho sentir que tengo cierta responsabilidad con la gente de mi comunidad”, aseguró, “escribí ese poema por una razón. Creo que una parte de mí, cuando escribía el poema, comprendía la posibilidad de que esto ocurriera”.
Davis dijo que se alegra de que el poema se haya convertido en una forma de ayudar a otros a hacer el duelo: “Creo que me hace sentir que he hecho algo bien”.
En cuanto al futuro del Club Q, Davis espera que el bar siga existiendo durante muchos años y que las personas afiliadas al establecimiento sepan que está agradecido por su existencia.
“La parte principal de lo que soy se debe a que me han permitido desplegar las partes de mí mismo que no podía mostrar antes”, dijo.