Un conductor a bordo de un auto BMW verde fue detenido la semana pasada por la policía en Florida por exceso de velocidad: pero eso era exactamente lo que el hombre deseaba que ocurriera, según informó este lunes el diario The Washington Post.
El hombre, cuya identidad no ha sido revelada, llamó la atención de los agentes que detuvieron su vehículo haciendo un gesto con sus manos con el que imitaba un arma de fuego.
Los policías pudieron así arrestar a los tres pasajeros que viajaban con él en el vehículo, quienes, según la orden de arresto reportada por el diario, habían secuestrado a punta de pistola al hombre, que trabajaba como criador de perros, para robarle unos cachorros en la localidad de Fort Lauderdale, a unas 30 millas al norte de Miami.
Los agentes registraron el auto y encontraron armas de fuego, cuchillos y mucho dinero en efectivo, según informó la Oficina del Sheriff del condado de Martin en la red social Facebook.
La policía detuvo a Tsdekiel Sellers, de 22 años; Benyahveen Radcliffe, de 25; y Kashaveeyah Bragdon, de 22; enfrentan ahora varios cargos criminales, incluidos los de secuestro, asalto agravado y porte de arma de fuego sin licencia, según los registros judiciales.
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Radcliffe y Sellers conocieron a la víctima el 14 de junio en su casa de Port St. Lucie, a unas 110 millas al norte de Miami. Horas después intentaron asaltarla, pero la víctima pudo evitarlo, según denunció.
Al día siguiente, la víctima escuchó "un ruido fuerte de golpes" y vio la cerradura de la puerta trasera en el suelo. Sellers y Radcliffe, que presuntamente iban armados, lograron entrar a la casa para saquearla: se llevaron objetos y dinero en efectivo, y exigieron al dueño que les entregara a los perros que criaba, según su denuncia.
Cuando reveló que estaban en casa de su tía en Fort Lauderdale, según la denuncia, fue secuestrado a punta de pistola por los asaltantes, que le obligaron a manejar hasta esa vivienda.
El hombre condujo su automóvil con los secuestradores a bordo a unas 15 millas por hora por encima del límite de velocidad en la autopista interestatal I-95 para llamar la atención de la policía.
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A las 8:40 de la tarde fueron parados por unos agentes que, tras unos minutos, le dieron una advertencia por escrito y les dijeron que quedaban en libertad, según el reporte policial del incidente.
Fue entonces cuando la víctima hizo la señal de la pistola.
"Declaró que los ocupantes del vehículo lo habían retenido contra su voluntad y no había podido llamar al 911", explica la denuncia. La víctima dijo que "había múltiples armas de fuego ocultas en el auto y que tenía miedo de que los tres hombres las utilizaran contra él".
Los tres detenidos están en la cárcel del condado de Martin y todavía no tienen abogados, según los registros judiciales. La fianza de Sellers fue fijada en 2.55 millones de dólares; la de Radcliffe en 2.2 millones de dólares; y la de Bragdon en 700,000 dólares, según un ayudante del sheriff en la cárcel citado por The Washington Post.