Por Ree Hines - NBC News
Lo que se suponía iba a ser un día de diversión y celebración para la comunidad de Highland Park (Illinois) terminó en tragedia cuando un joven disparó con un rifle desde un tejado contra el desfile del 4 de julio, matando a siete personas e hiriendo a más de 30.
Katherine Goldstein, de 64 años, había acudido al desfile con una de sus dos hijas, Cassie Goldstein, de 22. En una entrevista con NBC News este martes, la joven recordó el caos de los primeros disparos.
“[Mi madre] saludaba a las carrozas; cada carroza que pasaba, ella la saludaba”, dijo Goldstein. “Miré hacia arriba, y vi al atacante disparar hacia abajo directo a los niños”, contó, “le dije [a mi madre] que había alguien disparando y tenía que correr”.
"Empecé a correr con ella, una al lado de la otra”, explicó la joven. Pero de repente, su madre cayó al piso. “Le disparó al pecho”, contó Goldstein, “cayó y yo supe que estaba muerta". "Sólo le dije que la amaba y que no podía quedarme allí porque él seguía aún disparando a todos los que estaban a mi alrededor", agregó.
“La tuve por 22 años”, explicó con la voz quebrada, “tuve durante 22 años conmigo a la mejor mamá del mundo”.
La oficina forense del condado de Lake dio a conocer este martes los nombres de seis de las siete personas que murieron en el ataque.
Además de Katherine Goldstein, fueron asesinados Irina McCarthy, de 35 años; Kevin McCarthy, de 37; Jacquelyn Sundheim, de 63; Stephen Straus, de 88; y Nicolás Toledo-Zaragoza, de 78. El miércoles, se conoció la identidad de la séptima víctima: Eduardo Uvaldo, de 69 años.