Por Corky Siemaszko - NBC News
El tiroteo en una instalación de FedEx en Indianapolis fue el ataque en un lugar de trabajo más letal en más de un año, y los expertos advierten que incidentes como estos podrían aumentar a medida que más personas regresan a sus trabajos después de un año de aislamiento debido a la pandemia del coronavirus.
Ocho personas murieron en el tiroteo de este jueves en la noche, lo que marca el mayor número de muertes en un ataque armado en un lugar de trabajo desde febrero de 2020, cuando comenzó la pandemia en Estados Unidos. En ese entonces cinco personas fallecieron después de que un compañero de trabajo abriera fuego en la sede de Molson Coors en Milwaukee, según estadísticas compiladas por NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo.
"Es muy posible que haya un aumento en este tipo de matanzas ahora que la gente que ha estado trabajando de forma remota comienzan a regresar", dijo James Alan Fox, profesor de criminología en la Northeastern University en Boston y uno de los principales expertos del país en tiroteos masivos.
Muchas personas han sufrido dificultades económicas al quedarse sin trabajo, explicó Fox. Algunos que se sintieron menospreciados por sus supervisores mientras trabajaban desde casa se encontrarán cara a cara con sus jefes por primera vez en meses.
“Quienes cometen asesinatos en sus lugares de trabajo se ven a sí mismos como víctimas de un trato injusto y quieren venganza”, añadió Fox. "Por lo general, piensan que otras personas obtienen las promociones, otras personas obtienen los descansos y alguien tiene que pagar".
Christopher Herrmann, profesor asistente del John Jay College of Criminal Justice, está de acuerdo.
“Es lógico pensar que los tiroteos en los trabajos van a aumentar”, dijo Herrmann. “Los tiroteos escolares van a aumentar porque los niños están volviendo a la escuela. Lo mismo ocurre con las situaciones laborales. Eso simplemente es lo que va a suceder".
Si bien los investigadores han identificado al atacante de Indiana, aún no han determinado sus motivos.
“Algo me dice que lo más probable es que se trate de un trabajador descontento que ya había estado en el trabajo y no de alguien que acababa de regresar al trabajo”, agregó Herrmann. "FedEx, UPS, Amazon, todos contrataron a lo largo de la pandemia".
Pero esos empleados, especialmente quienes trabajaban haciendo entregas a domicilio, estaban bajo un mayor estrés en el pico de la pandemia, explica Fox, y algunos pueden tener resentimientos acumulados contra sus empleadores porque arriesgaron sus vidas para ganarse la vida.
"No se estaban quedando en casa donde estaban sanos y salvos. Y sabes, uno no puede matar a una empresa. Pero puede perjudicarla si comete lo que se llama un asesinato a un tercero".
El tiroteo en Indiana ocurrió aproximadamente una semana después de que la policía dijera que un hombre de Texas abrió fuego contra una planta de fabricación de gabinetes en la pequeña ciudad de Bryan. Mató a un compañero de trabajo e hirió a otros cinco.
A principios de este año, una persona murió y otras tres resultaron heridas en un ataque el 9 de febrero en una clínica de Minnesota.
Pero entre los tiroteos de Molson Coors en 2020 y el de Minnesota, solo hubo dos matanzas en un lugar de trabajo que dejaran múltiples víctimas, según el conteo de NBC News.
Tres personas murieron el 26 de junio de 2020 en un almacén de Bunn-O-Matic en Springfield, Illinois. Al día siguiente, tres personas más fueron asesinadas a tiros en un centro de distribución de Walmart en el norte de California por un empleado recientemente despedido que luego fue asesinado por la policía.
El repentino resurgimiento de los ataques armados en los lugares de trabajo no es simplemente resultado de que más personas estén regresando a sus trabajos, dijo Lori Ann Post, directora del Centro Buehler para Políticas de Salud y Economía de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.
"Es porque la pandemia y la política absorbieron toda la atención el año pasado", afirmó Post. “El objetivo de quienes cometen tiroteos es matar a tantas personas como sea posible y obtener la mayor atención posible. Ahora que el COVID-19 está comenzando a diezmar, y ahora tenemos un presidente que no está involucrado en un escándalo tras otro, hay más espacio en los medios para otras cosas".
Los homicidios en realidad aumentaron durante la pandemia en un 30%, en gran parte debido al aumento de la violencia intrafamiliar provocada por el machismo, el estrés, la incertidumbre económica y otros factores, señaló Post.
El número de homicidios, agresiones con armas de fuego y agresiones agravadas aumentó el año pasado, según una encuesta de 28 ciudades realizada por Richard Rosenfeld, profesor emérito de la Universidad de Missouri-St. Louis y expresidente de la Sociedad Estadounidense de Criminología.
"Pero la pandemia tuvo un impacto positivo en la cantidad de tiroteos masivos porque absorbió todo el oxígeno", finalizó Post.
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En 2019, Estados Unidos vivió en promedio un tiroteo masivo por semana, aseguró Herrmann.
Al igual que el Congreso, NBC News define un tiroteo masivo como tres o más personas disparadas o asesinadas en un solo incidente, sin incluir al atacante.
El mes pasado, un hombre de Georgia que iba a la iglesia y afirmó tener una adicción al sexo fue acusado de matar a tiros a ocho personas, en su mayoría mujeres asiáticas, en varios spas del área de Atlanta. En Colorado, 10 personas, incluido un oficial de policía, murieron a manos de un atacante en un supermercado de Boulder.
"Está claro que esto no sucedía durante la pandemia", dijo Mike Lawlor, profesor asociado de justicia penal en la Universidad de New Haven, en una entrevista anterior.
“Si bien la delincuencia en general disminuyó durante la pandemia, los ataques armados, los homicidios y la violencia intrafamiliar en realidad aumentaron. Pero ahora estamos volviendo a lo que estaba sucediendo antes, a ese tipo de matanza masiva sin sentido. Bien podría ser una acumulación de frustración reprimida por parte de algunas personas con trastornos emocionales".