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El Gobierno de Trump pacta con Oregon la retirada de agentes federales de Portland

"Si no aseguran la ciudad pronto, no tendremos otra opción, vamos a ir y limpiarla, lo haremos fácilmente, estamos preparados para ello", amenaza el presidente.

El estado de Oregon ha llegado a un acuerdo con el Gobierno de Donald Trump que pone fin al polémico despliegue de agentes federales en la ciudad de Portland para detener a personas presuntamente vinculadas con las protestas y manifestaciones tras la muerte de George Floyd. 

Los agentes comenzarán una "retirada gradual", según anunció este miércoles la gobernadora, Kate Brown, de acuerdo con un plan negociado con el secretario interino de Seguridad Nacional, Chad Wolf, que  incluye el despliegue de una "fuerte presencia" de la policía estatal en Portland.

"Las fuerzas del orden público estatales y locales comenzarán a proteger propiedades y calles, especialmente aquellas que rodean propiedades federales, que han estado bajo ataque durante los últimos dos meses", ha explicado Wolf.

Los agentes federales comenzarán a abandonar el centro de la ciudad a partir del jueves, precisó Brown.

Trump ha indicado este miércoles: "No nos vamos hasta que no aseguremos la ciudad. [...] Si no aseguran la ciudad pronto, no tendremos otra opción, vamos a ir y limpiarla, lo haremos fácilmente, estamos preparados para ello". 

Los despliegues comenzaron hace casi dos semanas, cuando policías y agentes federales reprimieron a los manifestantes en Portland, Oregon, con gases lacrimógenos, balas de goma y armas acústicas.

Era la respuesta a manifestantes que desde hace mes y medio protestan allí contra la brutalidad policial y el racismo tras la muerte de George Floyd a manos de un policía blanco en Minnesota el pasado 25 de mayo. 

[Desde Eugene Williams hasta George Floyd: un siglo de rebelión contra la violencia racista en EE.UU.]

El escenario de los disturbios se han centrado recientemente en un tribunal federal del centro de la ciudad cuando los manifestantes han intentado casi todas las noches prender fuego y lanzar cócteles molotov para derribar una cerca erigida para proteger el edificio y que los efectivos enviados por Trump los han reprimido con gases lacrimógenos, bolas de goma y municiones disparadas con armas de alto calibre.

[Agentes federales vuelven a lanzar gases lacrimógenos contra los manifestantes en Portland]

A medida que las protestas también intensificaban en otras ciudades del país, Trump amenazó con firmar una orden la semana pasada para que agentes federales tomen el control de varias ciudades bajo liderazgo demócrata pero que nunca llegó a ejecutar.

En esa lista estaban, además de Nueva York, también Chicago (Illinois), Philadelphia (Pennsylvania), Detroit (Michigan), Baltimore (Maryland), y Oakland (California). Trump dijo que estas ciudades "administradas por demócratas liberales" podrían ver una presencia mayor y más dura de agentes federales.

Tan solo se llegaron a destacar elementos federales en Chicago y en Kansas City, Missouri.

El alcalde de Chicago, junto a los de Portland, Chicago, Albuquerque, Seattle y Kansas City remitieron este lunes una carta al Congreso para que deslegalice el despliegue de uniformados federales en aquellas ciudades que no demanden su presencia.

[El alcalde de Portland resultó afectado por los gases lacrimógenos lanzados por los agentes federales]

Cuando el gobierno federal ha desplegado agentes a las ciudades, o la Guardia Nacional ha patrullado las calles, lo ha hecho en coordinación con los gobiernos locales, no por imposición.

Lo hizo así durante el movimiento de los derechos civiles en la década de 1960, para hacer cumplir las nuevas órdenes contra la segregación racial. Pero los agentes federales también reprimieron con violencia las protestas contra el racismo.

Con información de AP