Ethan Crumbley, el joven de 15 años que disparó contra sus compañeros y el personal de una escuela de Michigan el pasado martes, sostuvo una reunión de una hora y media con consejeros escolares momentos antes de iniciar el tiroteo en el que perdieron la vida cuatro adolescentes.
Así lo revela una comunicación emitida por Tim Throne, superintendente del distrito escolar de la comunidad de Oxford, quien pidió también una investigación dirigida por una tercera parte.
"Es de vital importancia para las víctimas, nuestro personal y toda nuestra comunidad que se realice una investigación completa y transparente", aseguró Throne.
La carta se dio a conocer el sábado, el mismo día en que los padres del menor James y Jennifer Crumbley fueron detenidos luego de ser declarados fugitivos. Ambos enfrentan cargos de homicidio involuntario en su contra y se han declarado inocentes.
Por su parte el adolescente será juzgado como adulto por cargos de terrorismo y homicidio en primer grado.
La fiscal del caso Karen McDonald ha dicho que hubo numerosas señales de advertencia que daban cuenta de que el estudiante podría ser violento, como la búsqueda de información sobre munición en su teléfono celular y un dibujo que mostraba una bala con las palabras "sangre por todas partes".
[El estudiante que mató a sus compañeros en una escuela de Michigan disparó más de 15 veces]
Estas actitudes llamaron la atención de los consejeros escolares quienes se aproximaron a Crumbley para conversar.
El día antes
De acuerdo a lo revelado por Throne, el día antes del tiroteo un profesor se percató de que el adolescente estaba mirando fotos de municiones de armas en el celular y lo citaron a una reunión.
La respuesta de Crumbley fue que él y su madre habían ido recientemente a un campo de tiro como parte de una tradición familiar, aseguró Throne.
"De acuerdo con las políticas y los procedimientos, la escuela intentó ponerse en contacto con la madre del alumno para hablar del incidente, pero en un principio no obtuvo respuesta. Al día siguiente, sus padres confirmaron su relato", dice la carta.
Luego los fiscales revelaron que ese día ella le envió un mensaje de texto a su hijo diciendo que tenía que aprender a que no lo atrapen y que no estaba enojada con él.
"Los consejeros no pensaron que causaría daño"
El martes 30 de noviembre, un profesor se percató de unos dibujos y declaraciones escritas calificadas en el comunicado como "preocupantes". De inmediato fue llevado a la oficina de un guía escolar.
Allí, frente a otros consejeros, aseguró que los dibujos formaban parte de un videojuego que él mismo estaba diseñando y que deseaba estudiar esta carrera cuando se graduara.
El personal educativo llamó a los padres de Crumbley pero tuvieron dificultad para comunicarse. El adolescente estuvo una hora y media en la oficina conversando con los consejeros.
James y Jennifer Crumbley finalmente fueron rumbo a la escuela y mientras su hijo los esperaba dijo que quería adelantar sus deberes de ciencias en la oficina.
"Los consejeros no creyeron en ningún momento que el alumno pudiera causar daño a otros, basándose en su comportamiento, sus respuestas y su conducta, que parecía tranquila", aseguró Throne.
El superintente dice que tampoco se ha comprobado si en ese momento Crumbley tenía el arma en su mochila.
Cuando los padres llegaron, estos confirmaron nuevamente lo que su hijo había dicho y en ningún momento mencionaron el arma que ellos mismos habían adquirido días antes.
Los asesores les notificaron que tenían 48 horas para buscar asesoramiento para su hijo o la escuela se pondría en contacto con los servicios de protección de menores y les dijeron que se llevaran a Ethan a su casa. Ellos se negaron y decidieron volver "aparentemente" al trabajo.
"Dado que el joven no tenía infracciones disciplinarias previas, se tomó la decisión de que volviera a las aulas en lugar de enviarlo a una casa vacía. Estos incidentes se mantuvieron en el nivel del consejero y nunca se elevaron al despacho del director o del subdirector", narró Throne.
Lo que pasó después ha sido revelado por las autoridades: el joven disparó en el momento en el que los estudiantes hacían cambio de clases a la 1:00 pm (hora local).
Crumbley llevaba al menos dos cargadores de 15 balas en el momento de ser arrestado.
En el tiroteo perdieron la vida Hana St. Juliana, de 14 años; Madisyn Baldwin, de 17; Tate Myre, de 16; y Justin Shilling, de 17. Otras siete personas, incluida una profesora, resultaron gravemente heridas.