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El asesino de la escuela texana fue acosado de niño y se volvió cada vez más violento. Así actuó durante el tiroteo con 21 víctimas

Salvador Rolando Ramos le disparó a su abuela antes de matar a 19 niños y dos maestras con rifles de asalto que compró tras cumplir 18 años. Así lo describen familiares y amigos.

Salvador Rolando Ramos, el autor de la masacre del martes en una escuela primaria en Uvalde, Texas, le disparó a su abuela antes de asesinar a 19 niños y a dos maestras, con armas que compró poco después de cumplir 18 años (entre ellas, rifles de asalto). El joven, que fue abatido por agentes tras el tiroteo, sufrió acoso y ha sido retratado como una persona retraída, casi sin amigos, y violenta.

Esto es lo que se sabe sobre cómo era el asesino, a partir del relato de quienes le conocían, y de lo que hizo en la masacre paso a paso.

Disparó a su abuela y se dirigió hacia la escuela

El asesino utilizó dos rifles largos AR-15 que compró el 17 y 20 de mayo, días después de cumplir 18 años. Con uno de ellos disparó en la cara e hirió de gravedad a su abuela (quien se encuentra en estado crítico en el hospital). Según las autoridades, habían mantenido una discusión. La abuela alertó a las autoridades.

[Irma García, Annabell Rodríguez, Xavier López... Esto es lo que sabemos de las 21 víctimas del tiroteo en la escuela de Texas]

A continuación, el joven se dirigió a la escuela primaria Robb, cerca de su casa; estrelló su auto a unas cuadras del centro escolar, y corrió hacia allí con un rifle, entrando por una puerta trasera, según informó este miércoles el gobernador de Texas, Greg Abbott.

Funcionarios escolares lo confrontaron, pero el asesino logró entrar al centro y se dirigió a dos aulas, donde empezó a disparar. Policías llegaron de inmediato y le hicieron frente, confinándole en un aula.

Las víctimas se encontraban en un mismo salón de clases, en el que Ramos se atrincheró para evitar la intervención de las autoridades y disparó indiscriminadamente con uno de los rifles, según Chris Olivarez, vocero del Departamento de Seguridad Pública de Texas.

La casa de Salvador Ramos.
La casa del presunto autor del tiroteo en la escuela primaria de Texas, Salvador Ramos, de 18 años, está acordonada con cinta policial el 24 de mayo en Uvalde.Jordan Vonderhaar / Getty Images

El joven llevaba un chaleco táctico pero no está claro si llevaba un chaleco antibalas. Fue abatido finalmente por las autoridades, con la intervención de una unidad de élite mejor armada que los primeros policías que respondieron a la emergencia.

Ramos, que no tenía antecedentes criminales como adulto, utilizó un rifle de asalto AR-15 en el tiroteo. Había asistido a la escuela secundaria en esta comunidad de unos 17,000 habitantes y mayoría de población latina, ubicada a 85 millas al oeste de San Antonio.

No tenía problemas de salud mental, según el gobernador, y no hubo señal de alerta anterior. Media hora antes, sin embargo, publicó en la red social Facebook un mensaje diciendo que iba a disparar a su abuela. Luego escribió que la había disparado, y, antes del tiroteo, avisó también en la red social lo que iba a hacer.

El 17 de mayo compró un rifle tipo AR a un vendedor de armas con licencia federal en la zona de Uvalde, según un informe de la policía estatal entregado al senador John Whitmire que reportó por la agencia de noticias The Associated Press. Al día siguiente obtuvo 375 rondas de munición, y el 20 de mayo compró un segundo rifle.

Los agentes recuperaron una de las armas en la camioneta de Ramos y la otra en la escuela, según el informe, que agrega que a Ramos se le cayó una mochila con varios cargadores llenos de munición cerca de la entrada de la escuela.

Los policías fueron recibidos con lluvia de balas

Los agentes que llegaron primero al lugar de los hechos oyeron los disparos e intentaron entrar, pero fueron recibidos por una lluvia de balas, aseguró el vocero texano; algunos de ellos fueron alcanzados, según NBC News. Los agentes se centraron entonces en evacuar a los estudiantes y al personal del resto de la institución educativa.

Finalmente, los miembros de un equipo táctico pudieron entrar por la fuerza en el aula, según Olivarez. También fueron recibidos con disparos, pero pudieron matar a Ramos. Todo apunta a que el objetivo de su ataque sí era la escuela, según dijeron varias fuentes de las autoridades a NBC News.

Ramos publicó imágenes de armas en las redes

La red social Instagram, propiedad de Meta, está colaborando con las autoridades para revisar una cuenta que pertenecía a Ramos. En una serie de publicaciones en esta red social y en TikTok en los días previos a la masacre, el asesino publicó varias imágenes con armas.

Una usuaria de Instagram con muchos más seguidores fue etiquetada en una foto en la que aparecía un rifle de asalto. La joven (que eliminó su cuenta tras aportar información), dijo que Ramos le pidió que compartiera sus fotos con sus más de 10,000 seguidores.

“Apenas te conozco y me etiquetas en una foto con unas pistolas”, respondió, “es simplemente aterrador”. Una respuesta enviada desde la cuenta de Ramos el martes sólo decía: “Estoy a punto”.

Un adolescente víctima del acoso

Stephen García, quien se consideraba el mejor amigo de Ramos en octavo grado, relató al periódico The Washington Post que el joven fue víctima de acoso. “Lo acosaban mucho, lo acosaban muchas personas”, señaló, “por las redes sociales, por los juegos, por todo”.

“Era el chico más simpático, el más tímido. Sólo necesitaba salir de su caparazón”, agregó y contó que una vez publicó una foto usando delineador de ojos negro, lo que provocó comentarios homofóbicos.

Ramos abandonó la escuela y empezó a vestir de negro, con botas militares y pelo largo. No estaba en camino de graduarse, explicaron sus compañeros de clase.

Sus compañeros del restaurante Wendy's donde trabajaba dijeron a Noticias Telemundo que Ramos era callado y, a veces, agresivo.

Su prima Mia aseguró al diario The Washington Post, por su parte, que los alumnos se burlaban de él por tartamudear cuando iban juntos a la escuela secundaria.  “No era una persona muy sociable después de haber sido acosado por la tartamudez”, señaló.

Santos Valdez Jr., de 18 años, dijo al medio citado que le conocía desde los primeros años de la escuela primaria y que eran amigos hasta que empezó a cambiar.

Valdez, con quien Ramos solía jugar videojuegos violentos como Fornite y Call of Duty, contó que el joven se cortó una vez toda la cara con cuchillos y que varias veces disparó a personas al azar con una pistola de balines. También puso en más de una ocasión huevos en los coches de la gente, según relató.

Hace cerca de un año, Ramos publicó en las redes sociales fotos de rifles automáticos que “tendría en su lista de deseos”, agregó Valdez, y hace cuatro días publicó imágenes de dos rifles a los que se refirió como “mis fotos de armas”.

Según The Washington Post, la madre de Ramos consumía drogas y su abuela estaba a punto de echarla por eso. Según Juan Manuel Álvarez, el novio de la madre, que está con la abuela en San Antonio en el hospital, el joven nunca tuvo armas y era callado y respetuoso.