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Ladrones roban cupones de comida electrónicos. Las víctimas en la mayoría de estados nunca obtuvieron reembolso

"Se llevaron cada centavo", dijo una de las víctimas del robo de cupones electrónicos de comida del Programa Asistencial de Nutrición Suplementaria (SNAP), a quien ahora no le alcanza para comprar un regalo de Navidad para su hijo.
Illustration of parent holding grocery bag and child standing on a ATM pin pad, a sinister glowing light is show from below.
El presupuesto de familias ya vulnerables se ha visto afectado por los sorpresivos robos.Deena So Oteh for NBC News

Esta historia fue producida por Elizabeth Chuck de NBC News, como parte de Beca Nacional de USC Annenberg Center for Health Journalism.

Para leer en inglés, haga click aquí.

Cada vez más hogares de bajos ingresos están siendo despojados de los fondos que utilizan para comprar comida, y como no existen protecciones federales de fraude para ellos, la mayoría tiene poca esperanza de ser reembolsado algún día.

Ladrones usan dispositivos ocultos para robar con mucha más frecuencia las tarjetas de beneficios utilizadas por los beneficiarios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, conocido en inglés como SNAP. Los robos electrónicos han aumentado tanto en los últimos meses que el Departamento de Agricultura que financia el programa emitió una advertencia sobre estos robos en octubre.

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Los estados han instituido algunas medidas de prevención, como pedirle a los participantes que cambien sus números de PIN. Pero la mayoría no se ha comprometido a restaurar sus beneficios.

Los dólares federales no son una opción para el reembolso porque hay regulaciones que prohíben que los fondos federales se utilicen para reemplazar fondos de SNAP robados. Un proyecto de ley que busca cambiar esas reglas recibió apoyo bipartidista esta semana, pero no se esperan audiencias sobre el tema hasta el año próximo. 

Quienes dependen de SNAP para comer aseguran que no pueden esperar tanto después de un mes o más de beneficios robados, un hecho que los ha hundido en una crisis financiera.

Phoenix Richardson with her children.
Phoenix Richardson con sus hijos. Courtesy Phoenix Richardson

“Definitivamente hay un efecto dominó. No puedes compensar lo del mes pasado”, aseguró Phoenix Richardson, una madre divorciada que vive en el área de Boston y tiene cuatro hijos que están entre los 5 y los 17 años. El mes pasado se robaron más de 900 dólares de la cuenta de Richardson, dejándola con menos de $3 en su EBT, la tarjeta electrónica donde recibe sus beneficios de SNAP.

James Hafner, un padre de Tennessee, había estado ahorrando dinero para una patineta eléctrica (hoverboard) que quería su hijo de 7 años para Navidad. Cuidaba de su novia que acababa de someterse a una cirugía cuando le robaron la tarjeta a la pareja, dejándolos sin otra opción que usar el dinero que esperaba gastar en el regalo de su hijo.

"Era el regalo más grande, lo que él más quería", afirma Hafner. "Estábamos bien en ese momento y luego eso tuvo un gran impacto".

James Hafner with his son, Jadan, and Hafner's girlfriend, Victoria Smith.
James Hafner con su hijo, Jadan, y su novia, Victoria Smith.James Hafner

Las tarjetas EBT no están incluidas en las protecciones federales que ayudan a los titulares de crédito y débito en casos de fraude.

Incluso si hay evidencia de que los datos de la tarjeta fueron usados a miles de millas de distancia, solo algunos estados –que incluyen a California, Wisconsin y Michigan — dispondrán de fondos estatales para restablecer beneficios de SNAP robados, de acuerdo a la American Public Human Services Association, que representa agencias de servicios estatales y locales. Washington D.C. también reembolsa a estas víctimas.

Pero los reportes de robos se extienden mucho más allá de esas áreas. El Departamento de Agricultura dijo que no mantiene una lista estado por estado con reclamos relacionados con los robos, pero solo en Massachusetts se robaron más de $1.6 millones en beneficios de SNAP de más de 5,000 hogares entre junio y noviembre, según el Departamento de Asistencia Transitoria de Massachusetts.

Betsy Gwin, abogada senior del Instituto de Reforma Legal de Massachusetts –una organización sin fines de lucro– destacó que no tiene sentido que los consumidores de ingresos más bajos no tengan los mismos derechos que los titulares de tarjetas de crédito, débito y otras tarjetas prepagadas. Su organización presentó una demanda colectiva contra el Departamento de Asistencia Transitoria del estado en nombre de las víctimas de robo que buscan que se les restituyan sus beneficios robados.

“Para muchos beneficiarios de SNAP, creo que el mensaje que transmiten es que son consumidores de segunda clase”, afirmó.

Cómo ocurre el robo

Este tipo de robos no es exclusivo de las tarjetas EBT, pero las medidas de seguridad como los pagos sin contacto o los microchips integrados han ayudado a combatirlos en la industria de las tarjetas de crédito. Pero ninguna agencia estatal de SNAP usa tarjetas con chip, según el Departamento de Agricultura.

Expertos de seguridad creen que el robo suele ocurrir sin que la víctima o los dueños de las tiendas lo sepan.

Por lo general, los ladrones ponen dispositivos en las máquinas lectoras de tarjetas junto a las cajas registradoras. Suelen ser casi idénticos que los terminales lectores de tarjetas (vea una imagen aquí). Los dispositivos capturan datos de la tarjeta, junto con los PIN que se han ingresado, y permite que los ladrones produzcan tarjetas clonadas.

"Tardan un abrir y cerrar de ojos en instalarlo. Usualmente trabajan en pares", explica Brian Krebs, autor del blog de seguridad cibernética Krebs on Security. "Mientras uno habla con el cajero, el otro se encarga".

Hasta ahora no está claro quién está detrás de los robos de SNAP que se multiplican o cómo están gastando los fondos, que solo pueden utilizarse minoristas designados.

En septiembre, 16 personas fueron acusadas de lo que se cree fue un esquema de fraude masivo de las tarjetas EBT en California, pero los robos a nivel nacional se han seguido proliferando desde entonces.

SNAP, antes conocidos como los cupones de comida, es un programa de asistencia pública de gran alcance: más de 41 millones de personas en Estados Unidos participaron en agosto, según los datos más recientes del Departamento de Agricultura. Los hogares con niños representan el 65% de los participantes, según muestran los datos del departamento recopilados antes de la pandemia. Si bien el programa está financiado por el gobierno federal, es administrado por los estados.

La elegibilidad está basada en los ingresos, entre otros factores. El beneficio mensual promedio para un participante de SNAP es $232.72. Los beneficios se distribuyen una vez al mes a través de tarjetas EBT, que funcionan como tarjetas de débito.

El congresista C.A. Dutch Ruppersberger, demócrata por Maryland, presentó un proyecto de ley que permitiría el uso de fondos federales para los reembolsos de SNAP, que ahora se encuenta a la espera de audiencias en el comité de agricultura de la Cámara de Representantes. Mientras tanto, quienes defienden a las víctimas aseguran que no hay razón por la cual los estados no puedan llenar el vacío que han dejado los robos.

"No importa si el financiamiento es estatal o federal", opina Michelle Salomon Madaio, directora de justicia económica de la organización de servicios legales civiles Proyecto de representación de personas sin hogar en Maryland. "El enfoque debe estar en volver a emitir y restaurar esos beneficios de inmediato".

"Se llevaron cada centavo"

Hafner, de Charlotte, Tennessee, se encontraba en una pausa entre dos de sus trabajos como subcontratista en octubre cuando a la tarjeta EBT que él y su novia usa le fue debitado un monto robado de $460. Solo se enteraron cuando intentaban pagar un carrito lleno de comida en un automercado y les dijeron que no tenían fondos suficientes.

"Se llevaron cada centavo", sentenció Hafner.

Hafner devolvió el carrito lleno de comida con un valor de 190 dólares. La pareja se saltó comidas y comió fideos de ramen de caja el resto del mes.

"Duele de más formas de las que puedo explicar", dijo. "Se trata de la comida de las próximas dos semanas".

El Departamento de Servicios Humanos de Tennessee informó que hasta 1 de diciembre, un total de 1,037 usuarios de tarjetas EBT reportaron más de medio millón de dólares en beneficios arrebatados de sus cuentas desde el 1 de julio. Tanto el departamento, como una vocera del gobernador republicano Bill Lee, el Departamento de Servicios Humanos estaba trabajando con socios federales y la policía para determinar los próximos pasos.

En Baltimore, Linda –una madre soltera que pidió que no usara su apellido debido a que se están discutiendo sus finanzas personales– experimentó un revés similar. Trabaja como cocinera y asistente dietética en un hogar de ancianos que le paga $13.50 la hora, ya estaban haciendo un esfuerzo por mantenerse a flote. 

"Aún no hace una lista porque sabe que probablemente no podré comprarle nada"

Linda madre soltera

Luego descubrió, mientras trabajaba el 10 de octubre, que la información de su tarjeta había sido usada en Brooklyn, Nueva York.

Decirle a su hija que ladrones se habían robado todos los $560 que habían en su cuenta fue difícil, contó Linda: "Me miró y empezó a llorar".

Las despensas gratuitas de alimentos y las donaciones de comida en su iglesia las ayudaron. Pero sus finanzas aún no se recupera y la hija de Linda no es optimista con que lo lograrán antes de las fiestas.

"Aún no hace una lista porque sabe que probablemente no podré comprarle nada", dijo.

El Departamento de Servicios Humanos de Maryland confirmó que hasta el 2 de noviembre, habían recibido 1,413 quejas de fraudes de tarjetas EBT reportados en el estado este año. De ellas, los reportes de robos de beneficios SNAP son unas 696,000, según la agencia.

Cómo los estados pueden ayudar

California, un estado que restaura los beneficios robados, tiene una ley que permite el uso de fondos estatales desde 2013. El Departamento de Servicios Sociales de California dijo que los reembolsos de julio de 2021 a julio de 2022 por robo de SNAP sumaron unos $2.5 millones; el fondo general del estado asignó aproximadamente $15 millones para dichos reembolsos para el año fiscal 2022 a 2023, dijo la agencia.

El proyecto de ley de Ruppersberger que busca eliminar las regulaciones que prohíben el uso de fondos federales para restablecer los beneficios de SNAP robados obtuvo el apoyo bipartidista el martes, cuando el representante republicano por Pennsylvania Brian Fitzpatrick se convirtió en copatrocinador.

Pero con el Congreso compitiendo para aprobar el proyecto de ley de gastos generales, es poco probable que la legislación de Ruppersberger reciba atención en el corto plazo. Mientras tanto, dijo, esperaba que la publicidad a su alrededor presionara a los ejecutivos estatales para que usaran su dinero excedente en ayudas para las víctimas de estos robos.

Cindy Long, administradora del Servicio de Alimentos y Nutrición del USDA, calificó el fraude de SNAP como “deplorable”. En un comunicado, el Departamento de Agricultura dijo que agradecía “las oportunidades de trabajar con los miembros del Congreso, incluido el representante Ruppersberger, nuestros socios federales y estatales, y otras partes interesadas en crear formas de detectar mejor y prevenir que ocurra dicho fraude en el futuro”.

Los microchips en las tarjetas EBT pueden ser una manera de reducir el fraude, aunque probablemente no lo eliminarían por completo, dijo Krebs, el experto en seguridad. Dado que muchas de las instancias del robo tienen lugar fuera del estado, Krebs sugirió que las tarjetas EBT ofrezcan configuraciones en las que los usuarios pueden predeterminar que, si sus tarjetas se usan a cierta distancia de donde viven, la transacción es rechazada.

El Departamento de Asistencia Transitoria de Massachusetts no comentó sobre la demanda colectiva presentada contra su agencia, pero dijo que había implementado múltiples estrategias para advertir sobre estafas de robo, incluidas alertas por mensaje de texto y a través de la aplicación móvil de la agencia. También se requiere que los titulares de tarjetas en lugares con altas incidencias de fraude establezcan nuevos PIN, una guía que otros estados también han emitido.

Eso no es suficiente para Richardson, la madre de cuatro hijos. Que le robaran sus fondos significaba que la cena de Acción de Gracias para su familia no sería posible.

Incluso pagar refrigerios para poner en las mochilas de sus hijos se convirtió fue una lucha, y obtener su próximo monto mensual de SNAP no recuperó sus finanzas.

“Estamos viviendo casi del humo”, dijo Richardson. “Los nuevos beneficios que estamos recibiendo son solo humo: todavía nos sigue faltando un mes entero”.

Traducción del inglés al español: Eulimar Núñez