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Condenan a un año más de cárcel al músico R. Kelly en su juicio por explotación sexual

El cantante cumple ya otra pena de 30 años de prisión por crimen organizado y tráfico sexual en Nueva York, a la que se sumará su nuevo castigo en Chicago.

Por Safia Samee Ali y Selina Guevara - NBC News

El músico R. Kelly fue condenado este jueves a 20 años de prisión por pornografía infantil en una corte federal de Chicago (Illinois).

El cantante, de 56 años y cuyo nombre legal es Robert Sylvester Kelly, ya fue declarado culpable en 2021 por un jurado en Nueva York de crimen organizado y tráfico sexual y condenado a 30 años de prisión. La nueva pena de 20 años la cumplirá al mismo tiempo excepto un año más que se añadirá a su castigo, elevándolo a 31.

Kelly fue condenado el año pasado a seis cargos de explotación sexual y seducción de un menor en un caso derivado de denuncias de mujeres que dijeron que las atrajo a realizar actos sexuales cuando eran menores de edad.

R. Kelly (en el centro), sale del Daley Center después de una audiencia en su caso de abuso infantil el 8 de mayo de 2019, en Chicago.
R. Kelly (en el centro), sale del Daley Center después de una audiencia en su caso de abuso infantil el 8 de mayo de 2019, en Chicago.Matt Marton / AP

Los fiscales pidieron al juez, Harry Leinenweber, que le condenara a 25 años de prisión, calificándole de “sádico” y “un depredador sexual en serie” que “representa un grave peligro para la sociedad.” El abogado de Kelly solicitó una condena de 10 años que se cumpliría al tiempo que la otra pena.

El juez dijo que creía que “la sentencia debe ser suficiente pero no mayor de lo necesario”, y añadió que “todo el mundo está de acuerdo en que la naturaleza de este delito es horrible, horrorosa”. 

En los documentos presentados ante el tribunal antes de la vista del jueves, los fiscales habían dicho que una sentencia que mantuviera a Kelly encarcelado de por vida era “la única forma de garantizar que Kelly no reincidiera”.

Pero su abogada, Jennifer Bonjean, dijo que ya estaba cumpliendo lo que en la práctica era una cadena perpetua.

“Kelly tendría que desafiar todas las probabilidades estadísticas para salir vivo de la cárcel”, dijo Bonjean en un escrito presentado ante el tribunal la semana pasada.

Kelly se enfrentaba a 13 cargos, incluidos los de explotación sexual de un menor, recepción de pornografía infantil, incitación a un menor a participar en una conducta sexual ilegal, conspiración para obstruir la justicia y conspiración para recibir pornografía infantil en el juicio de Illinois. Fue absuelto de siete cargos, incluidos todos los relacionados con la conspiración.

El cantante fue juzgado junto a dos coacusados, su exgerente Derrel McDavid y su socio Milton June Brown, que fueron declarados inocentes de todos los cargos.

Los fiscales centraron su caso en torno a una testigo estrella, identificada en el juicio con el seudónimo de Jane, que se identificó como la persona que aparecía en una cinta de video de 26 minutos enviada anónimamente al Chicago Sun-Times en 2002 en la que supuestamente aparecía Kelly realizando actos sexuales con una menor de edad.

En un emotivo testimonio, Jane, que ahora tiene 38 años, dijo que el cantante empezó a mantener relaciones sexuales con ella cuando ella tenía 15 años y él unos 30, y siguió haciéndolo “cientos” de veces antes de que ella cumpliera los 18. 

Varias otras presuntas víctimas también declararon que el cantante las preparó y manipuló para mantener relaciones sexuales, algunas de las cuales fueron grabadas, cuando eran menores de edad.

Antes de que se dictara la sentencia, un abogado de Jane leyó en voz alta ante el tribunal su declaración de impacto sobre la víctima.

“He perdido mi dignidad por culpa de Robert Kelly”, decía la declaración. “He perdido mis sueños por culpa de R. Kelly, he perdido mi adolescencia por culpa de Robert Kelly”. Pidió que Kelly fuera “encarcelado por el resto de su vida natural”.

El mes pasado, la fiscal del estado del condado de Cook, Kim Foxx, retiró 10 cargos estatales de abuso sexual contra el cantante afirmando que “se ha hecho justicia” con las dos condenas federales. Añadió que los “recursos limitados y el tiempo de los tribunales” de su oficina fueron los factores definitivos, señalando que consideró que las acusaciones eran creíbles.