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Cómo pudo influir en el asesino de Atlanta la “obsesión religiosa” y el sentimiento de culpa por sus impulsos sexuales

La iglesia bautista a la que atendía condena los tiroteos con ocho víctimas mortales pero también "los deseos" del presunto asesino, que creció en el seno de una comunidad muy conservadora.
/ Source: Telemundo

El hombre de 21 años que confesó ser el autor de los tiroteos en negocios de spa de Atlanta, Georgia, sufría una “manía religiosa” que marcó su vida antes del crimen, según relataron personas que le conocían. Ocho personas murieron este martes a consecuencia de los disparos. 

El joven, que ha sido acusado de asesinato, creció en el seno de una conservadora comunidad bautista, lo que pudo alimentar un sentimiento obsesivo de culpa respecto al sexo, según han indicado investigadores y testigos citados por el diario The New York Times.

En sus declaraciones a la policía, afirmó que los asesinatos estuvieron motivados por su “adicción al sexo”, que según añadió fomentaban los negocios de spa de los que era cliente y que acabó atacando. 

Hasta ahora, las autoridades no han informado si los negocios atacados proporcionaban servicios sexuales, o si el hombre acudió a alguno de ellos para buscar algo más que un masaje, con o sin éxito.

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Dado que su iglesia prohíbe las relaciones sexuales antes del matrimonio, el hombre se sentía frustrado por su imposibilidad de controlar sus impulsos sexuales y mostraba una "obsesión religiosa", dijo Tyler Bayless, quien fue su compañero de cuarto en un centro de rehabilitación en agosto de 2019.

No está claro si el presunto asesino acudió a ese centro por su declarada adicción al sexo, o si estaba allí por alguna adicción a las drogas o al alcohol. Tampoco se conoce si realmente sufría una adicción patológica al sexo, o percibía como tal impulsos que podrían ser naturales.

Según Bayless, Long acudía a un salón de masajes una vez al mes para buscar servicios sexuales. Las autoridades han dicho que era cliente de dos negocios de spa atacados, pero no especificaron si ahí buscaba algo más que un masaje.  

A principios de 2020, Long ingresó al centro de rehabilitación cristiano HopeQuest para un tratamiento más intenso de sus supuestos problemas.

Después del crimen, la iglesia bautista a la que acudía Long aseguró en un comunicado que no predica el odio contra las mujeres o las personas asiático-estadounidenses.

"Vimos crecer a Aaron y lo aceptamos como miembro de la iglesia cuando hizo su propia profesión de fe en Jesucristo", dijo la Primera Iglesia Bautista Crabapple, "estos impensables y atroces asesinatos contradicen directamente su propia confesión de fe en Jesús y el evangelio. Queremos dejar claro que este acto extremo y perverso es nada menos que una rebelión contra nuestro Santo Dios y Su Palabra".

Sin embargo, en su comunicado también condenaba los "deseos" del joven, presuntamente sexuales, y vertía afirmaciones sin confirmar contra las víctimas del tiroteo.

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Las autoridades siguen investigando si el crimen estuvo motivado por un odio racista hacia las mujeres de ascendencia asiática. Diversos expertos y activistas aseguran que el racismo y el sexismo son factores entremezclados que alimentan el incremento de ataques contra las mujeres de esta comunidad. El acusado es de raza blanca. 

Este viernes, el presidente, Joe Biden, y la vicepresidenta, Kamala Harris, se reunirán con líderes de la comunidad asiático-estadounidense en Atlanta. El objetivo de la reunión es discutir el incremento de ataques y amenazas contra la comunidad.

Por su parte, legisladores asiático-estadounidenses en Georgia y Washington brindaron conferencias de prensa para compartir sus historias personales de discriminación y violencia. La representante estatal Bee Nguyen aseguró que los asesinatos destacaron “la vulnerabilidad, la invisibilidad y el aislamiento de las mujeres asiáticas de clase trabajadora en nuestro país".

"Y sabemos que la vulnerabilidad las convierte en objetivos", añadió. 

 Con información de The New York Times.