El juicio contra Nikolas Cruz arrancó este lunes con los alegatos de la Fiscalía, que rememoró la brutalidad con la que perpetró en 2018 el tiroteo en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland (Florida) y asesinó a 14 estudiantes y tres educadores.
Cruz se declaró culpable en octubre y ahora el jurado debe decidir si le condena a cadena perpetua (sin posibilidad nunca de libertad condicional) o a pena de muerte (para lo que necesita unanimidad en sus 17 votaciones, una por cada víctima mortal del asesino).

Un voto no unánime por cualquiera de las víctimas significa que la sentencia de Cruz para esa persona sería cadena perpetua. Se les dirá a los miembros del jurado que, para votar por la pena de muerte, las circunstancias agravantes que la acusación presente deben, a su juicio, “superar” los factores atenuantes de la defensa.
Independientemente de la evidencia, cualquier miembro del jurado puede votar por cadena perpetua por piedad. Durante la selección del jurado, los panelistas dijeron bajo juramento que se ven capaces de votar por cualquiera de las dos sentencias.
El fiscal Mike Satz, que pide la pena de muerte, describió a Cruz como un individuo “frío, calculador, manipulador y sanguinario”.
“Esto es lo que dijo el acusado: ‘Hola, me llamo Nik. Voy a ser el próximo tirador escolar de 2018. Mi objetivo es al menos 20 personas con un [rifle semiautomático] AR-15 y balas trazadoras. Va a ser un gran evento, y cuando me vean en las noticias, sabrán quién soy. Todos ustedes van a morir. No puedo esperar”, dijo Satz, basándose en un video que Cruz grabó tres días antes de la tragedia.
Alrededor de 50 familiares de las víctimas escucharon atentamente las palabras del fiscal y lloraron cuando revivieron la forma en la que sus hijos perdieron la vida. Una madre abandonó la sala ante la crudeza del relato del fiscal sobre lo ocurrido aquel 14 de febrero.
Los abogados de Cruz, que tenía 19 años cuando causó la masacre, optaron por una estrategia poco convencional y rechazaron emplear su turno de alegatos, anunciando que lo harán en unas semanas cuando presenten el caso. Dejaron así al jurado sólo con las palabras del fiscal, antes de proceder a examinar las pruebas y escuchar el testimonio de supervivientes y familiares de víctimas.
Expertos consultados por la agencia de noticias The Associated Press apuntan a que cuando la abogada del acusado, Melisa McNeill, tome la palabra probablemente hará hincapié en que Cruz es un joven marcado por problemas emocionales y psicológicos de por vida por haber sufrido el síndrome de alcoholismo fetal y abusos.
Su objetivo sería moderar las emociones del jurado, abriéndolo a considerar sus argumentos a favor de la cadena perpetua.
17 cargos de asesinato
El juicio durará meses, y se celebrará bajo la sombra de la masacre de 19 estudiantes y dos maestras en una escuela primaria en Uvalde, Texas, y el debate sobre cambios legales en el control de las armas.
Cruz está acusado de recorrer tres pisos de la escuela disparando contra alumnos y personal educativo. En ocasiones, caminaba hacia las víctimas heridas y las remataba con una segunda ráfaga, según han relatado testigos. Además de asesinar a 14 estudiantes y tres trabajadores de la escuela, hirió gravemente a otras 17 personas. Luego, abandonó la escena escondiéndose entre los estudiantes que huían; fue arrestado poco después a unas cuadras de distancia.

El joven, que ahora tiene 23 años, fue alumno de la escuela. Cuando se declaró culpable de la masacre, el pasado octubre, se dirigió a los familiares de las víctimas para disculparse por sus acciones.
“Lamento mucho lo que hice y tengo que vivir con eso todos los días”, dijo, “si tuviera una segunda oportunidad, haría todo lo que estuviera a mi alcance para tratar de ayudar a los demás”.
En el primer día de juicio, Cruz se limitó a mirar constantemente un cuaderno mientras sostenía en la mano un lápiz, aunque no escribió nada, y de vez en cuando alzaba la mirada para mirar al fiscal, al jurado o el público en la sala, según la agencia The Associated Press.
El juicio debía arrancar en 2020, pero fue aplazado por la pandemia del COVID-19 y la interposición de recursos. Los abogados de Cruz solicitaron en junio otra postergación tras el tiroteo en la escuela en Uvalde, Texas, argumentando que la tragedia causó emociones que influirían injustamente en el juicio. Pero el juez rechazó la moción.
El tiroteo de Parkland es el más mortífero en juzgarse en la historia de Estados Unidos. Otros nueve hombres armados que mataron al menos a 17 personas murieron durante o inmediatamente después de los disparos, ya sea por suicidio o por disparos de la policía.
El sospechoso del asesinato de 23 personas en 2019 en un Walmart de El Paso, Texas, está a la espera de juicio.
La tragedia inspiró una ola de defensa impulsada por jóvenes para presionar por el control de armas. Los sobrevivientes organizaron manifestaciones a nivel nacional March for Our Lives en 2018 y nuevamente el mes pasado después del tiroteo en Uvalde.
Un mes después del tiroteo, Florida aprobó una ley que eleva la edad mínima para comprar armas largas como rifles a 21 años. Cruz, que tenía 19 años en el momento del tiroteo, había comprado legalmente el rifle estilo AR-15 que usó. La ley también proporcionó más fondos para la seguridad en las escuelas y también permitió a las fuerzas del orden confiscar las armas de cualquier persona que se considere una amenaza para ellos mismos o para los demás.