El estudiante de 15 años que mató a cuatro compañeros en un tiroteo perpetrado el martes en un instituto de Michigan será juzgado como adulto por cargos de terrorismo y homicidio en primer grado, según informaron este miércoles las autoridades.
La fiscal del condado de Oakland, Karen McDonald, identificó al sospechoso como Ethan Crumbley y dijo que será acusado además de siete cargos por intento de homicidio, sin descartar que puedan sumarse más cuando concluya la investigación.
El tiroteo "no fue un acto impulsivo", aseguró la fiscal durante una rueda de prensa. "Hay un montón de videos, mensajes en redes sociales, evidencia digital que hemos revisado y tenemos absoluta confianza en que podemos demostrar premeditación", agregó.
McDonald no quiso, sin embargo, aclarar si el agresor tuvo la intención de matar específicamente a las cuatro víctimas mortales.
Crumbley usó una pistola semiautomática que fue comprada por su padre la semana. Las autoridades indicaron que decidirán próximamente si los padres del joven también serán imputados.
"Sabemos que la tenencia de un arma conlleva mantenerla a buen resguardo, al igual que los proyectiles, y no estar al alcance de los menores", dijo al respecto la fiscal, sin entrar en detalles.
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"Todavía hay muchas pruebas que revisar, múltiples hechos que sopesar. No dejaremos piedras sin voltear para responder a los interrogantes de por qué pasó esto" prometió McDonald.
El sheriff Michael Bouchard dijo posteriormente a la rueda de prensa de la fiscal que los padres de Crumbley habían sido citados por los responsables del instituto antes de que se produjera la matanza, aunque no reveló el motivo de su convocatoria.
Levantó las manos y fue detenido
El tiroteo ocurrió cerca de la 1:00 pm (hora local) en la escuela de Oxford, un centro al que acuden unos 1,800 estudiantes situado en una comunidad al norte de Detroit.
Los cuatro fallecidos fueron identificados como Tate Myre, de 16 años, quien murió en un auto patrulla del sheriff cuando era trasladado a un hospital; Hana St. Juliana, de 14; Madisyn Baldwin, de 17; y Justin Shilling, de 17, quien falleció el miércoles a consecuencia de las heridas.
Todos ellos estaban presuntamente en un pasillo cuando les sorprendió el ataque.
Además, seis alumnos y un profesor fueron heridos de bala. Dos de ellos están en estado crítico. El docente, de 47 años, recibió un disparo en el hombro, pero ya ha sido dado de alta del hospital, según la oficina del sheriff.
Se desconocen por ahora los motivos que llevaron al joven a perpetrar el tiroteo, así como la razón por la que su padre compró el arma de fuego, una Sig Sauer de 9 mm.
El video de vigilancia del instituto le muestra saliendo de un baño con el arma, pero los investigadores siguen reconstruyendo la secuencia de los hechos.
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Crumbley llevaba al menos dos cargadores de 15 balas en el momento de ser arrestado, aunque las autoridades creen que tenía un tercero que no fue encontrado en la escena del crimen, dijo el martes el sheriff, .
Cuando los agentes se enfrentaron a él, levantó las manos y fue detenido. El arma estaba cargada y contenía siete cartuchos.
Las autoridades sospechan que el joven practicó recientemente cómo disparar. Había publicado fotos de un objetivo y del arma en las redes sociales.
"Enviamos a los jóvenes a la escuela y pensamos que están seguros"
El sheriff dijo el martes que el joven no estaba hablando con los investigadores, detalle que la fiscal no aclaró si había cambiado en las últimas horas.
La fiscal tampoco quiso esclarecer si los primeros indicios apuntan a que el centro escolar pudo incidir en algún tipo de negligencia a la hora de prevenir la matanza.
"Mi enfoque no está en lo que la escuela hizo bien o mal, me estoy concentrando en las víctimas de este caso", declaró.
No obstante, subrayó que el estado de Michigan y el país en general necesitan una mejor legislación para evitar este tipo de tragedias.
"Enviamos a los jóvenes a la escuela y pensamos que [allí] están seguros. Necesitamos mejores leyes sobre la tenencia de armas", señaló. "Los jóvenes se merecen algo mejor, los padres se merecen algo mejor y los profesores se merecen algo mejor.
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"¿Qué pasa con todos los niños que corrieron, gritando, escondiéndose bajo los pupitres? Esos también son víctimas, al igual que sus familias y la comunidad. La acusación de terrorismo lo refleja", defendió la fiscal.
La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, calificó el tiroteo de horrible. "Es una tragedia inimaginable", aseguró.
El presidente, Joe Biden, también trasladó sus condolencias el martes. "Mi corazón está con las familias que soportan el dolor inimaginable de perder a un ser querido", declaró.
Una madre que se encontraba temblando en el interior de su vehículo después del tiroteo contó a la filial de NBC WDIV de Detroit que su hija estaba a salvo, pero que estaba preocupada por sus amigos y por todos los otros padres que estaban esperando tener noticias sobre sus hijos.
"Estoy muy afectada, porque nunca piensas que vaya a pasar aquí. Los niños son una gran parte de esta comunidad. Estoy muy asustada por ellos", dijo la mujer.