Por Minyvonne Burke - NBC News
Una mujer fue detenida en septiembre en Texas después de que una migrante hondureña, que acababa de cruzar la frontera de forma ilegal, la acusara de secuestrar a su bebé durante cinco meses y exigirle un rescate para liberarlo, según documentos judiciales.
El FBI fue alertado el 26 de septiembre por el Departamento de Policía de St. Petersburg, en Florida, donde vivía la hondureña cuando presentó su denuncia. La migrante, cuya identidad no ha sido revelada, explicó a la policía que, tras cruzar la frontera en Texas, se acercó un hombre y una mujer (que fue identificada como Jenna Leigh Roark) en un complejo de apartamentos de El Paso buscando indicaciones para llegar a la estación de autobuses.
El hombre y la mujer se ofrecieron a llevarla a la estación y durante el trayecto Roark le propuso cuidar a su hijo. Ambas intercambiaron números de teléfono, según los documentos judiciales.
Roark enviaba periódicamente fotos y videos del niño a la migrante, y madre e hijo hablaban por teléfono dos o tres veces por semana”, según la denuncia. Pero tiempo después Roark le dijo que tenía que pagar 8,000 dólares para recuperarlo, según la denuncia, que agrega que después rebajó el precio hasta 5,800 dólares.
Roark fue detenida el 16 de septiembre, antes de que el FBI iniciara su investigación, por el Departamento de Seguridad Pública de Texas, en relación con un incidente no relacionado: recogió a tres migrantes sin papeles en un motel, de acuerdo con la denuncia.
En el asiento delantero del auto en el que viajaba estaba su hija de 15 años, que sostenía en sus brazos un bebé llamado supuestamente Aiden Smith y nacido el 19 de mayo de 2020, según informa el diario The New York Post.
Roark dijo que la madre biológica del niño era su hija mayor. Pero cuando ésta fue interrogada, señaló que era hijo de su pareja, y aportó una fecha diferente de nacimiento, despertando sospechas de las autoridades, que pusieron al menor bajo el cuidado de los Servicios de Protección Infantil texanos.
El FBI se puso en contacto con el Departamento de Seguridad Pública de Texas por la denuncia de la migrante hondureña, a quien mostraron fotografías de un niño que encajaba con la descripción y las circunstancias en las que había sido separado de su madre.
La migrante confirmó que era su hijo. Roark, por su parte, declaró a la policía que supuestamente su "marido tenía problemas con la mafia de Juárez conocida como La Empresa" y que debía cuidarlo hasta que la hondureña pagara, de acuerdo con la denuncia.