IE 11 is not supported. For an optimal experience visit our site on another browser.

Creación de empleos trae alivio a campaña de Obama

Creación de empleos trae alivio a campaña de Obama

Por Carlos Rajo

Las nuevas cifras de empleados contratados en Estados Unidos representarán seguramente un gran alivio en la campaña del presidente Obama. En el mes de octubre, la empresa privada contrató más trabajadores de lo esperado, aun cuando la cifra del desempleo aumentó en una décima, esto se debió a que mucha más gente volvió a buscar trabajo.

La economía estadounidense creó 171,000 nuevos empleos este último mes, según informó el Departamento del Trabajo. La agencia también revisó las cifras de empleo de agosto y septiembre, meses en los cuales se crearon 84,000 más trabajos de los que originalmente se había anunciado.


La cifra del desempleo en octubre subió de 7.8% a 7.9% debido, fundamentalmente, a que más de medio millón de desempleados, que no habían buscado trabajo anteriormente, regresaron al mercado laboral en busca de empleo. Entre los latinos ésta cifra del desempleo sigue siendo más alta, un 10% de la fuerza laboral.

El reporte mensual del desempleo adquiere en cada ocasión gran resonancia ya que aunque quizá no le diga mucho a la persona que busca trabajo, o al que lo tiene, es una especie de número mágico que sirve para evaluar la marcha de la economía y el estado anímico del país. Un buen reporte de desempleo envía el mensaje de que las cosas andan bien o al menos están mejorando.

En vísperas de la elección presidencial, ésta cifra adquiere todavía mayor importancia. De haber sido un número de creación de empleos bajo, o menor de lo que esperaban los economistas, el dato hubiese sido utilizado por Mitt Romney como un mazazo contra su rival el Presidente Obama.

Hoy la campaña de reelección del mandatario se quita un peso de encima. Aunque no óptimo, el reporte es positivo. La economía estadounidense sigue creciendo y creando trabajos, en particular en el sector privado. Ese reporte de 171 mil pudo haber llegado a los 184 mil de no ser por los trabajos que se perdieron por despidos en el sector público (en el correo y en gobiernos estatales).

Dicho esto, no hay que olvidar que una cifra del desempleo del 7.9% -y 10% entre los latinos- significa al menos unos 13 millones de desempleados. Y a esto hay que agregarle los ocho o nueve millones de personas que trabajan a medio tiempo y que desearían un trabajo a tiempo completo. En síntesis, hay todavía en el país un poco más de 20 millones de seres humanos que no tienen trabajo (algunos nada y otros sólo un poco).

La cifra del desempleo ha sido uno de los elementos con que más se ha golpeado la gestión de Obama. Según la narrativa republicana, no hay razón para reelegir al mandatario cuando en casi cuatro años se han dado siempre unas cifras anémicas de creación de empleos. Y lo cual en cierto sentido es cierto, ya que aun con estos números positivos de octubre y los meses anteriores (con un promedio de más de 170 mil empleos creados), no se está ni de cerca en los niveles de empleo que existían antes de que comenzara la recesión y la gran crisis financiera de 2008 y años siguientes. Para volver a estos niveles se necesitaría que se crearan unos 300 mil empleos mensuales.

La respuesta de Obama y su campaña es que era tal el agujero negro al que llegó la economía en ese 2008 y demás, que la salida ha sido un proceso largo y lento pero al mismo tiempo ininterrumpido. Con esto quieren decir que con la cifra de octubre se llega a casi tres años y medio en los cuales cada mes se han creado trabajos.

Todo es cuestión de cómo se vea el vaso. Para algunos la mitad vacía: no se han creado suficientes trabajos. Para otros la mitad llena: siempre se han creado trabajos, aunque no lo suficiente.

Otro dato para que cada quien saque sus conclusiones: el número de gente con trabajo ahora es de 134 millones, casi el mismo que en enero de 2009 cuando Obama tomó posesión. Cifra, sin embargo, que no puede verse aislada o al menos sin tener en cuenta otro dato: en esos mismos meses que Obama comienza su gestión se estaban despidiendo mensualmente un promedio de medio millón de gentes.

En lo que a la cifra del desempleo entre los latinos se refiere, 10%, algo así como 2,4 millones de personas, hay varias razones por las cuales el número es más alto que el porcentaje nacional. Una tiene que ver con lo sucedido en la industria de la construcción donde muchos latinos laboran. La crisis financiera del 2008 tuvo uno de sus principales centros de acción (en sentido negativo) en el mundo de los bienes raíces el cual -más allá de términos como hipotecas, préstamos, bancos, etc- termina siempre afectando la construcción, reparación, ampliación y demás de casas y edificios.

Esta industria de la construcción se ha ido recuperando, tan así que en el reporte de octubre se señala que se crearon 17 mil trabajos en la construcción. Sin embargo, esto no llega todavía a los niveles de antes de la crisis. Es más, una de las razones por la cuales la economía nunca terminó de recuperarse, o al menos de mostrar los índices de crecimiento que se esperan luego de una recesión, es porque la industria de la construcción sigue con problemas. Un tema por cierto que queda pendiente para el nuevo gobierno que asuma en enero.

Mientras no se resuelva qué hacer con tanta casa vacía, con tanta gente que está “bajo de agua” (que deben más de lo que cuesta la casa) y con tantos que no pueden pagar la hipoteca, no habrá una recuperación total de la construcción. Y mientras no se de tal recuperación muchos trabajadores latinos seguirán desempleados. Otros factores que muestran las consecuencias en el número de desempleo entre latinos son los de siempre: falta de educación, de contactos en el mundo laboral, etc.

Se ha llegado a la recta final de la elección y este fin de semana se hablará mucho de la cifra del desempleo y los empleos creados en octubre. Más allá de la retórica que cada campaña utilice hay una realidad que no puede ignorarse: no es posible que en la nación más desarrollada del planeta haya millones de gente sin trabajo.

Aunque para muchos economistas este es “el nuevo normal”, para el ciudadano de a pie esto es moralmente inaceptable. Independiente de quien gane el martes, lo que se espera escuchar a partir del día siguiente es un plan para agarrar el toro del desempleo por los cuernos y acabar con este de una vez.